Nuevas tendencias en la industria de la música gestan nuevos públicos, transforman los existentes e influencian los paradigmas del negocio; para muestra, el constante adaptar de venues como Black Box en Baja California, que ha sabido adaptarse al mercado sonoro, manteniéndose abierto a toda posibilidad emergente.
“Ha cumplido el propósito que tracé antes de visualizarlo como un escenario y de ser un laboratorio musical en el que se probaron Mon Laferte, Rels B, Auténticos Decadentes, Vicente García e infinidad de músicos en catorce años de existencia, muchos de ellos desde sus primeras etapas”, señaló a ZETA Enrique Von Borstel, director de Black Box y Producciones Bulldog.
“Esta experiencia es mi universidad y maestría, me hace gozar, reír, preocuparme, escuchar de todo, arriesgarme por el rap, freestyle, sonidos folclóricos, música electro y tendencias que no hemos ignorado, porque tanto los públicos del Noroeste como las propuestas musicales, nos siguen llevando más allá de nuestra esencia. Sin duda, Tijuana se merece el reconocimiento de no sólo ser una plaza importante para las músicas, sino de tener una apertura y compromiso con la degustación universal de la música”, expuso el promotor con 34 años de experiencia en la industria. “Hemos sido parte de ese primer escalón en la carrera de muchos grandes artistas. Hablando de géneros, el paladar de la gente evoluciona conforme la misma música, eso requiere que siempre estemos atentos y receptivos a escuchar tendencias que a lo mejor no son de nuestro gusto, pero sí de una nueva generación, y por ello se apuesta por la diversidad de las ofertas sonoras”, presumió Von Borstel.