Como es bien sabido, una de las personas más cercanas a Marina del Pilar Ávila Olmeda es la diputada federal y aspirante a la candidatura al Senado por Baja California, Julieta Ramírez Padilla, quien fuera su secretaria particular y ha emprendido una gran campaña mediática -no así de trabajo legislativo- para defender las acciones del Presidente Andrés Manuel López Obrador, principalmente. Ramírez Padilla ha buscado hacerse de reconocimiento mediante sus intervenciones tribuneras en la Cámara de Diputados y de criticar a los gobiernos anteriores mediante redes sociales. Resulta que en días pasados hizo una publicación en su cuenta oficial de X -antes Twitter-, donde despotricó contra varios “rivales políticos” o contrarios ideológicos, muy por encima de su capacidad política, como lo son el empresario y uno de los más ricos de México, Ricardo Salinas Pliego; el recién electo como Presidente de Argentina, Javier Milei; y el ex mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, a quienes calificó como integrantes de la “Vela Perpetua” por su abierto apoyo al aspirante presidencial mexicano, el ultraderechista Eduardo Verástegui, famoso principalmente por sus participaciones como actor y cantante de temática de juventud. La legisladora federal aprovechó su cuenta para rechazar a Verástegui, pero omitió decir que la gobernadora Marina del Pilar, sobre todo la presidenta de DIF, Mavis Olmeda García, tía de la mandataria, fueron grandes impulsoras del actor cuando visitó BC para promocionar un filme con la temática de la trata, titulado “Sonidos de Libertad”. El tema llegó a tal nivel que tanto Mavis como Mónica Vargas, directora del DIF; la Fiscalía General del Estado y el propio Catalino Zavala Márquez, signaron su acuerdo de voluntades con Verástegui, aunque en realidad no servía para absolutamente nada. Es decir, mientras la legisladora federal critica al aspirante presidencial, el Poder Ejecutivo de Baja California lo respalda. Al final, encampañada a costa de lo que sea y a falta de propuestas, a Julieta se le olvida que su propio gobierno brinda respaldo al histrión emanado de la ultraderecha mexicana.