A raíz de la violencia sexual que atraviesan cientos de mujeres durante su ruta migratoria, surge la necesidad de utilizar la llamada “vacuna anti-México”, un anticonceptivo inyectable para prevenir los riesgos de embarazo por abuso sexual durante su trayecto al norte del país.
“La vacuna anti-México es una manera bastante triste que le dicen las personas migrantes cuando van a entrar a México, de un anticonceptivo inyectable de tres meses; así que es como un anticonceptivo cualquiera. Se preparan para ser violadas, para no tener hijos”, informó Psyque Calderón Vargas, codirectora de Alianza para la Salud de las y los refugiados (RHA).
La anticoncepción es una de las cuestiones de salud más relevantes para las mujeres en migración, destacó Calderón, puesto que muchas ya son madres y desean concentrar el cuidado a sus hijos ante el riesgo que ya enfrentan.
“Una de cada tres mujeres que viaja por la ‘bestia’ es abusada sexualmente; y de éstas una de tres, si alguien fue violada durante el trayecto, lo más probable es que vaya a ser violada de nuevo”, reportó.
“Las parteras atendemos a mujeres, a jóvenes, a niñas que tienen problemas durante la migración; muchas reciben asalto sexual, incluso varias veces”, reafirmó Ximena Rojas, miembro de RHA y partera en Partería y Medicinas ancestrales. Además, señaló que durante el año pasado realizaron siete mil 500 consultas.
De acuerdo con datos proporcionados por la Dirección Municipal de Atención al Migrante(DMAM), durante el año fiscal 2022-2023, de octubre a octubre fueron 230 mil 941 encuentros en esta frontera, entre los que el 30 y 45 por ciento son mujeres.
Fue a partir de 2018, en que la codirectora de RHA comenzó a notar la normalización del método anticonceptivo, cuando comenzaron a llegar las caravanas migrantes grandes. Sin embargo, señaló que las mujeres no son cuestionadas sobre su utilización, pues esto contribuiría a la revictimización y retraumatización de estas personas.
De acuerdo al protocolo en cuestiones de abuso, explicó: “si alguien fue abusada se da lo que dice la Norma Oficial Mexicana que se debe de dar, que es como una mezcla de antibióticos, pastilla del día después si todavía va, y se manda a Secretaria de Salud para que se le den antirretrovirales para prevenir el VIH”.
Finalmente comentó: “La población tijuanense tiene más ETS (Enfermedades de Transmisión Sexual) que los migrantes, pero cuando hay son sífilis o gonorrea; nada severo, pero no necesariamente van vinculadas con las cuestiones de abuso”.