El Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) avaló, el 16 de noviembre de 2023, el proyecto por el que se emitieron las reglas básicas para la celebración de tres debates entre las candidaturas a la Presidencia de la República, así como los criterios objetivos para la selección de los moderadores, quienes no podrán ser personas que cuenten con alguna sanción, sentencia o determinación firme, ni estar inscritas en el Registro Nacional de Personas Sancionadas por violencia política contra las mujeres.
Los tres debates se llevarán a cabo a las 20:00 horas y en los siguientes días domingos: el 7 y 28 de abril, así como el 19 de mayo de 2024. Asimismo, el Consejo General del INE determinó que uno de los debates se llevaría a cabo en las oficinas centrales del INE, además de que se evaluarán las otras sedes, donde se privilegiarán recintos que cuenten con los espacios y las capacidades técnicas necesarias para la producción de un debate televisivo, tales como universidades e instituciones públicas.
Además, el Consejo General del órgano constitucional autónomo también informó que los temas a debatir serían: seguridad; economía; combate a la corrupción; salud y educación; pobreza; medio ambiente; migración, política exterior, además de atención a grupos en situación de vulnerabilidad, así como política y gobierno.
“Conforme a la definición de los formatos específicos para cada debate, se podrán añadir o dividir subtemas, de acuerdo con el número de bloques que se establezcan en cada ejercicio”, indica el acuerdo aprobado.
El proyecto también planteó que las personas que desempeñen como moderadores, deberán propiciar que el intercambio se centre en las candidaturas y sus propuestas, además de que evitarán acusaciones que afecten negativamente a una sola candidatura.
Los lineamientos indican que los formatos deben garantizar la imparcialidad de las personas moderadoras, equitativos que otorguen la misma oportunidad y tiempo a todas las candidaturas, además de que fomenten la equidad en el ejercicio.
Los moderadores deberán tener trayectoria comprobada en ejercicio periodístico o análisis político; experiencia en conducción de programas noticiosos, de debate o análisis político en medios de comunicación; manejo en temas de coyuntura electoral, interés y compromiso para participar en capacitaciones y ensayos, así como involucrarse en los trabajos de planeación del debate.
Además, las personas que moderen los debates, “podrán solicitar que las candidaturas precisen sus respuestas y podrán presentar datos comprobables para contextualizar algún tema, siempre y cuando sean verificables y se señale su fuente”. Mientras que los candidatos presidenciales podrán conocer los temas a tratarse, pero no las preguntas generales, específicas o personalizadas.
Para la participación de la ciudadanía, se analizará cómo los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLE’s) o las juntas locales o distritales, puedan dejarse dudas, inquietudes o propuestas para el debate.
Asimismo, como parte de formatos inclusivos, también se garantizará que sean transmitidos en distintas lenguas dependiendo de la entidad en que se trate, además de la traducción simultánea de señas.
“Los formatos específicos deberán privilegiar la improvisación y espontaneidad de las candidaturas, lo que les permitirá mostrar emociones, mientras que, a la audiencia, ver sus reacciones con intervenciones que promuevan que las candidaturas se salgan de un guion preestablecido”, indica el proyecto.
El INE decidió por la Ciudad de México, porque es el “centro político del país”, y cuenta con condiciones de estabilidad social y paz pública, lo cual minimiza los riesgos. Además de que se reducen los costos y existe mayor cobertura, por la cantidad de medios de comunicación.
“La Ciudad de México tiene una infraestructura de seguridad establecida, lo que podría reducir los costos de seguridad, en comparación con la organización de un evento en una ubicación que requiere una mayor inversión en seguridad adicional”, señala el acuerdo.