Hace unas semanas, de manera pública, el alcalde de Tecate, Darío Benítez prácticamente le pidió al secretario de Bienestar, el consentido de la gobernadora, Netzahualcóyotl Jáuregui, que deje de “hacerse”, y además lo señaló de ayudar a entregar despensas a un diputado, es decir a Román Cota, el ex priista ahora morenista que quiere competirle la alcaldía de Tecate a Benítez. A raíz de que es hora que no resuelven el tema del socavón al interior del campo Solidaridad, registrado en enero, le dijo llanamente: “Le pido a Neza Jáuregui que ponga orden… si no lo van a hacer, que nos digan de manera expresa… no se vale que diga que va a hacer y al final hacerte güey y no hacer ni madres… y lo que da coraje es que mientras tenemos a un funcionario que no da resultados, y no le digan nada, tenemos a SIBSO entregando despensa y materiales a lo bruto a un diputado que no está haciendo su chamba. Ya de una vez que nombren al diputado ése al que le están regalando despensas y sacos de cemento parte del equipo, porque parece que es el mejor delegado de SIBSO que tenemos en Tecate”. Aun así, el todavía presidente municipal del pueblo mágico, acudió días después al informe de Román Cota, sólo para protagonizar un intento de zafarrancho con Jesús Pereyra, delegado del registro público de la propiedad, a quien propinó dos palmadas en la mejilla, para inmediatamente hacerse la víctima. Pereyra dijo a ZETA que el alcalde acudió hasta él para decirle “¿qué se siente que te voy a dejar pobre?, ya te van a correr”. Ahora sí que, en Tecate, el acoso político a todo lo queda.