En el acto conmemorativo por el 113 aniversario de la Revolución Mexicana el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, dio a conocer que este lunes 20 de noviembre se publicó un decreto para restablecer el servicio de trenes de pasajeros en el país, luego de haberse suspendido en 1995.
En la Plaza de la Constitución, donde se hizo acompañar de integrantes del gabinete presidencial, como las secretarias de Gobernación y de Seguridad, Luisa María Alcalde y Rosa Icela Rodríguez, los secretarios de Defensa y Marina, Luis Crescencio Sandoval y José Rafal Ojeda, entre otros servidores públicos, el mandatario ponderó el restablecimiento del servicio ferroviario.
“La revolución se hizo a ferrocarril y a caballo y tiene que ver mucho este anuncio con nuestra Revolución. Me llevaría tiempo argumentarlo, pero se escogió este día, lo resumo, para publicar el decreto, hoy aparece en el Diario Oficial el decreto que establece el regreso del servicio de trenes modernos de pasajeros con la utilización de 17 mil 484 kilómetros de vías férreas e instalaciones que fueron concesionadas para servicio de carga y ahora se van a utilizar también para el servicio de trenes de pasajeros”, expuso López Obrador.
“Considerando también las estaciones que se encontraban en operación antes de 1995 cuando se suspendió el servicio de pasajeros, esta decisión la tomamos porque los viajes en tren serán más económicos, cómodos menos contaminantes, pues pueden electrificarse las vías, es un transporte público más seguro”, manifestó.
Habló de rutas como México-Veracruz-Coatzacoalcos, Manzanillo-Colima-Guadalajara e indicó que la reanudación del servicio “incrementará la movilidad de la población desde las principales ciudades de México hasta la frontera norte”.
De la lucha revolucionaria, el presidente resaltó que “un día como hoy” Francisco I. Madero instó al pueblo de México a alzarse en armas para derrocar el régimen de Porfirio Díaz, en el que, según recalcó López Obrador, la paz no descansaba en el derecho “sino en la fuerza”, en tanto que la prosperidad sólo beneficiaba “a una minoría”.
Destacó que con la revolución maderista “en solo 6 meses a partir del 20 de noviembre de 1910 se consumó el derrocamiento de Porfirio Díaz”.
Señaló que en esa primera etapa fallecieron “14 mil hombres” en el campo de la revolución.
“Este saldo resultaría menor al que se registró en las etapas posteriores de mucha mayor violencia”, atajó.
López Obrador también se refirió al asesinato del presidente Francisco I. Madero y del vicepresidente José María Pino Suárez, como producto de un golpe de Estado perpetrado en febrero de 1913.
“Pero su sacrificio y el de un millón de personas”, observó el mandatario. “Luego de su asesinato se aprobó la Constitución de 1917”, remarcó y sostuvo que la Carta Magna trajo el derecho de los campesinos a la tierra, la jornada laboral de 8 horas, el salario mínimo, la educación pública, el dominio de la nación de los bienes públicos y de los recursos naturales, lo mismo que el rescate de la riqueza petrolera.
Subrayó que con el llamado de Venustiano Carranza para derrocar el régimen de Victoriano Huerta (quien cometió el golpe de Estado contra Madero) nació el Ejército Mexicano.
“No debe extrañarnos que en eta nueva etapa, en esta revolución pacífica pero profunda y humanista que estamos llevando a cabo desde abajo, no debe de extrañar que nos estén ayudando tanto las fuerzas armadas. General Crescencio Sandoval dio a conocer lo aportado por las fuerzas armadas muchas obras en todo el país en beneficio de los mexicanos, otro tanto ha hecho la secretaría de Marina. Por eso es un timbre de orgullo un aniversario más de la revolución de 1910”, aseveró el presidente.
Durante el acto conmemorativo tuvo lugar un desfile cívico militar cuyos contingentes rodearon parte de Palacio Nacional para adentrarse a la explanada, pasar frente al presídium y saludar al presidente.
A la vanguardia del desfile se ubicó el comandante de columna, a caballo y enarbolando la bandera de México.
El despliegue se integró por cuatro escoltas de estandarte y un contingente de banderas, así como más de 40 contingentes más en buena parte alusivos a distintos personajes y pasajes emblemáticos de la Revolución.
El último contingente se compuso de agrupaciones representativas de los estados de Chihuahua, Coahuila, Durango, Estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Michoacán, Morelos, Puebla, Querétaro, Tabasco, Tlaxcala, Zacatecas.
Una vez entonado el himno nacional como número final del programa del día, el presidente abandonó el presídium acompañado de los secretarios de Defensa y Marina.
