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martes, octubre 1, 2024
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“El Tallador de Sueños” de Diana Cohn 

En San Antonio Arrazola, Oaxaca, se encuentra un taller familiar de “alebrijes”. Los alebrijes son criaturas fantásticas y coloridas, algunas de diminuto tamaño que caben en la palma de la mano y son talladas en madera. 

En los libros del Rincón de Lecturas para primaria se encuentra uno que tiene el título ”El Tallador de Sueños”. En este libro se cuenta la historia de un niño muy pobre que para ayudar a su familia colaboraba con la fabricación de juguetes de madera, que eran vendidos en las fiestas de su natal Monte Albán, Oaxaca. 

Este niño se llamaba Mateo y le dijo a su padre que él soñaba con extrañas criaturas y que algún día las tallaría como él las imaginaba en su sueño: cabras color bugambilia con manchas color verde, liebres con capas anaranjadas, gatos morados con manchas color amarillo como el elote. A lo cual se oponía su padre pues iba en contra de las tradiciones que él le había enseñado. Y la historia continúa… 

En mi recorrido por Oaxaca, en el mes de septiembre, visitamos un taller de alebrijes en el pueblo de San Antonio Arrazola. EL grupo en el que venía descendió de la van y se nos indicó que tomáramos asiento en un espacio abierto del taller. 

Un joven alto empezó a platicar la historia de los alebrijes y de cómo su abuelo había iniciado ese taller familiar hace ya muchos años. 

En su amena y emotiva charla nos contó la pobreza que vivió su abuelo durante su niñez y que gracias a que persiguió sus sueños con perseverancia y fe en sí mismo, pudo salir adelante de esa gran pobreza. 

El joven se llevó al grupo hacia un pequeño museo y continuó narrando la vida de su abuelo que, de ser un desconocido, se hizo famoso por todo el mundo por sus maravillosas creaciones: los alebrijes. 

Yo regresé al taller y ahí se encontraba tallando la madera un hombre a quien pedí permiso para sentarme a descansar un rato. Platicando me comentó que su padre era quien había iniciado el taller y que el continuó su obra. 

Le dije que resultaba increíble que me encontrara en ese lugar, pues en nuestras escuelas en Baja California, cientos de niños habían leído la historia del “Tallador de Sueños”, pues esa lectura se encontraba en el acervo del Rincón de Lecturas. Y que un servidor ni siquiera imaginaba que podría conocer al hijo y nieto del creador de los alebrijes: Manuel Jiménez Ramírez. 

Le hablo a mi esposa para tomarnos una foto con ellos y le pido apoyo a una compañera. A tomar la foto el señor nos empieza a recitar el inicio de “El Tallador de Sueños” con una excelente voz y emotividad que nos contagió, y sus tres escuchas: Elena, Rosalva y un servidor, terminamos dándole un afectuoso y emotivo abrazo. 

Nos dijo: “Están ustedes en la casa de Mateo, sean bienvenidos. Y esto merece que nos echemos un mezcal”, lo cual no se pudo pues solicitaban su presencia en el museo. 

Manuel Jiménez Ramírez era su padre, el Tallador de Sueños que convirtió en realidad a esos seres fantásticos que sólo existían en su imaginación de niño. Su historia escrita por Diana Cohn, ha maravillado a los niños de nuestras escuelas y de otras naciones del mundo. Mi esposa Rosalva agradeció el legado de su padre y que él continuara con lo que inició. 

Llegamos con curiosidad a este taller y salimos de él con una gran carga emotiva por conocer la casa de Mateo…. Una historia real y asombrosa.  

Esta historia tiene una gran moraleja: “Sigue tus sueños sin importar qué tan descabellados sean”. 

Atentamente, 

Francisco Heredia Guzmán 

Tijuana, B.C. 

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