La versión de que Eduardo Pérez Verdugo el Pipiripau, de 30 años, señalado como operador de calle del Cártel Arellano Félix (CAF) en Tijuana, era una de las víctimas del quíntuple homicidio perpetrado el domingo 1 de octubre en las Dunas de Cantamar, área conocida como Los Arenales en Rosarito, se manejó al interior de la Mesa de Coordinación por la Paz y Seguridad del Baja California “antes de que las páginas manejadas por servidores del crimen organizado lo publicaran con fotografías facilitadas por policías e investigadores”, puntualizó un titular de seguridad.
De acuerdo a la información de inteligencia del Grupo Coordinación, se investiga como autores del ataque a la célula de los hermanos Alfonso y René Arzate, del Cártel de Sinaloa, grupo criminal que actualmente tiene el control del área que abarca la zona de Santa Fe (Tijuana) y Rosarito, y el presunto operador a cargo del narcomenudeo y homicidios es Sergio Vidal Gordián Díaz el Gerber (Se presume inocente, mientras no se declare su responsabilidad por la autoridad judicial. Art.13, CNPP).
Un segundo dato, arrojado del rastreo hecho en calle por las áreas de inteligencia, fue que este sujeto no era el objetivo principal del ataque. La víctima objetivo habría sido la mujer Jazmín Irasema Rodríguez Castro, también de 30 años, con residencia en El Pípila y Mariano Matamoros, sin antecedentes delictivos.
Respecto al móvil, integrantes de grupos criminales en la zona “dijeron que se estaban metiendo a vender droga en zonas que no les correspondían”, pero no presentaron evidencia alguna para investigar.
La presunta pertenencia criminal de los sujetos antes mencionados y el móvil del ataque, no constan en la carpeta de investigación porque aún se está investigando.
Los avances contenidos hasta el jueves 4 de octubre eran dos:
1) La identificación de cuatro de las cinco víctimas, aunque los familiares no habían acudido a reclamar los cuerpos, “lo que resulta extraño porque los que huyeron del lugar debieron avisarles”.
2) El análisis balístico, del cual resultó que dos de las armas empleadas en el ataque se habían utilizado en un asesinato y en un intento de homicidio en la misma zona.
LAS VÍCTIMAS
La hipótesis basada en los pocos datos recabados es que se trató de un grupo numeroso, “más que los dos carros que quedaron en el lugar”.
Vistos de frente a la playa, los autos de las víctimas; la camioneta negra estaba a la izquierda y el Jeep rojo a la derecha.
-Al costado derecho y al frente del Jeep quedó viendo al cielo el cuerpo de Eduardo Pérez Verdugo, con direcciones en Villas del Sol y Villas del Real y numerosos antecedentes a partir de 2011 por robo de vehículo, robo con violencia y actos que inducen al vicio.
– De frente a las dos camionetas, también bocarriba, el joven pelirrojo de 21 años Luis Enrique Lara Chavarín, identificado como presunto escolta, pero no registraba antecedentes. Ningún arma se localizó en la escena.
– Del lado de camioneta negra, bocabajo, vestido con una chamarra negra con vivos en blanco, quedó el cuerpo de José Cuevas González, con antecedentes por robo con violencia en la colonia Libertad y por incumplimiento de obligaciones.
– Jazmín Rodríguez fue extraída por la ambulancia con vida, pero murió en el Hospital General.
Los cuatro mencionados murieron por heridas producidas por balas de rifle calibre 7.62×39, conocidas como cuerno de chivo.
– La cuarta víctima seguía como no identificado al cierre de edición, un hombre de entre 30 y 40 años, quien al momento del ataque vestía sudadera y pantalón negro; su cuerpo quedó a menos de 300 metros de la playa, lejos de la primera escena.
“Al parecer escuchó los balazos y manejó a toda velocidad hacia la zona del conflicto, y en el camino se impactó contra carrito racer todo terreno, y el choque fue tan fuerte que la llanta del auto quedó envuelta en las partes de la moto”, mencionó un agente.
Cabe mencionar que el vehículo racer tenía la serie alterada.
LAS BALAS
En la escena localizaron sólo un casquillo calibre .40, relacionado con el asesinato de un sujeto aún no identificado en Los Arenales el 26 de junio de 2022.
El resto de los casquillos, cuya cantidad no fue informada, pertenecían a dos cuernos de chivo, uno de los cuales resultó positivo en el intento de homicidio de Jonathan Jesús Molina Camarena, ex empleado de la Comisión Estatal de Servicios Públicos en el sexenio de Francisco Vega de Lamadrid, auditor en el Ayuntamiento de Rosarito de Mirna Rincón entre 2016 y 2017, y actualmente dedicado al negocio de bienes raíces propiedad de su familia.
Trataron de matarlo el 30 de agosto de 2022 cuando circulaba en su Jeep Rubicon sobre la Carretera Libre Ensenada-Tijuana, en dirección Norte a Sur, frente al establecimiento Charly´s Place en Playas de Rosarito; fueron interceptados por sujetos que se bajaron de tres vehículos. Huyó lesionado en sentido contrario de la zona y salvó la vida.
NADIE VIO NADA
“Se investiga la posibilidad de que la Policía les abrió el paso a los criminales”, expuso un investigador e integrante de la Mesa de Seguridad.
De acuerdo al informe de la Policía de Rosarito, la balacera no fue denunciada por llamadas anónimas y ni cuenta se dieron del ataque:
Al llegar las patrullas encontraron a los cuatro hombres muertos, a la mujer herida y nada más. Durante cuatro días, investigadores de la Fiscalía General del Estado barrieron la zona, la única respuesta que encontraron fue que nadie vio, ni escuchó nada.