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martes, octubre 1, 2024
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Leyzaola: “Con Morena, sí”

Cuando a Julián Leyzaola se le pregunta si prefiere una candidatura, la tercera para competir por la alcaldía de Tijuana, o una posición en seguridad en el gobierno, primero dice que ya no está para una cuarta campaña, pero ya avanzado en la entrevista, dice que, si es con Morena, sí va.

Aunque con cautela, expresa que sólo la aceptaría si la alcaldesa Montserrat Caballero, de quien dice “tiene derecho a reelegirse”, no lo hiciera, y el otro gallo de la gobernadora Marina Ávila, Érik Morales Elvira, también se retirara. Lo que no quiere, es causar división.

También destaca que ya no está para acompañar a partidos pequeños: “Lo primero que aprendí es que si quiero volver a presentar una plataforma de campaña y a proponerle a la ciudadanía de Tijuana que pueda yo ser una solución a todo: política, económica y social, lo primero que haría es no volver a ir con un partido pequeño. Porque suceden dos cosas con un partido pequeño: o no tienen la cobertura de estructura electoral para hacer una defensa del voto posterior, o hacer la campaña y todo, porque hasta ahora lo único que ha sucedido es que tanto el PES como el PRD, yo andaba cargando a todos. Yo cargaba el partido, a los candidatos, yo era el que andaba ahí con la piedra encima. Y en el caso del PRD, cargando también con el peso de la fama que tiene el PRD, que no es muy buena”.

Por eso sentencia:

“Si no voy en una coalición con Morena, yo no voy a la candidatura, porque no voy a levantar muertos”.

Se refiere a que, en las dos ocasiones anteriores, 2016 y 2019, tanto miembros del PES como del PRD, aprovecharon su figura y sus votos para agenciarse posiciones, regidurías, diputaciones, y él se quedó sin nada… con traiciones.

Explica: “En 2016 metí tres regidores y creo que dos diputados, y me quedé sin nada, ¡de veras! A los dos días de la elección, ya me había traicionado Luis Moreno, antes de que tomaran posesión Mónica Vega, el doctor Ampudia y el otro no me acuerdo quién era, ya ni siquiera me recibían las llamadas. Nadie, y yo los había puesto ahí. Luego, en 2019 meto cuatro regidores y dos diputados, ¡se me fueron!, todos se me voltearon. Quezada, la maestra Rosa, se me fueron, así”.

La política suele construirse a base de traiciones, pero el Teniente Coronel ya no lo toleraría, “no se vale; a qué voy otra vez, ¿a volver a meter tres o cuatro regidores? ¿Para qué? Hay que ser honestos. Un diputado, dos diputados, no van a cambiar el rumbo del Estado”, refiere. “Dos o tres regidores no van a cambiar el rumbo de la ciudad. Si realmente queremos hacer un cambio por lo menos en Tijuana, necesito entrar yo como presidente, porque los regidores no van a hacer nada, los callan, les dan la voz cuando les da su gana dársela, entonces, no vale la pena. Yo ya entendí que no vale la pena meter regidores o diputados. Si quieres realmente tener la posibilidad de un cambio real, tienes que ser tú. Y la única manera de llegar ahí, es por un partido o una coalición grande, porque ir otra vez con un pequeño, yo ya no, y se lo dije a Fuerza por México: si vas en coalición con Morena, aquí estamos; si no vas, pues hay que sacar adelante el registro”.

Foto: Ramon Tomas Blanco Villalon

Hablando de partidos grandes, el ex secretario de Seguridad de Tijuana refiere que el Frente Amplio por México  lo buscó, de hecho,  platicó con Mario Osuna, el dirigente estatal del PAN, uno de los partidos del FAM, pero no iría con ellos, pues, “ahorita honestamente veo una oposición muy débil, muy, muy débil, con poco discurso, no enciende el discurso. Si voy al Frente, me van a utilizar como fachada para ellos, pues, para beneficio. No creo, honestamente, no me quiero meter en profundidades políticas, pero lo veo difícil que puedan sobreponerse, tal vez no es el tiempo todavía, la gente no se ha desencantado de lo que tiene hoy. Entonces, considero que es difícil todavía que ellos pudieran tener ventaja”.

Inicialmente tuvo comunicación política electoral con Diego Arregui, dirigente de Fuerza por México, “he platicado con él, y él me dice que si en algún momento puedo ir como candidato de Fuerza por México. Yo le dije, ¿sabes qué?, se me hace difícil todavía. No hemos platicado a profundidad eso, pero definitivamente yo le dije: ¿Sabes qué? Se me hace muy difícil, y cuando me dijo él: ‘Oiga, pero tenemos la intención de ir en coalición con Morena’. Ah, caray, pues ahí ya cambió la situación. Entonces, puede ser, Fuerza por México en coalición con Morena me parece una buena opción, le dije; si puedes lograr la coalición con Morena, entonces platicamos”.  

En una alianza sí, está convencido el Teniente, podría “arrasar”:

“Si en algún momento se logra la coalición con Fuerza por México y podemos llegar a ser candidatura, reviso mis intervenciones anteriores, cuando fue con El Patas me quedé a 900 votos de ser presidente municipal, digo, es lo que se dice. Después de lo que pasó en el Distrito 14 me queda claro que no es cierto, pero bien, en 2019 Morena contra mí fueron 3 mil votos. Después vienen los aliados, pero Morena conmigo, quedamos a 3 mil votos de distancia, y eso que estamos hablando de 2019, cuando López Obrador estaba en la cúspide. Hoy hay un desgaste, un deterioro político y de digamos aceptación social por el propio gobierno, es lo que sucede, pero creo que mantengo en Tijuana esa aceptación de la gente, porque ahora en la última elección de 2021 no estuve, ni siquiera aparecí en la boleta y saqué más de 60 mil votos, sin estar. Entonces, considero que sí hay probabilidades de ir en este esquema, Fuerza por México-Morena, creo que sí podríamos no sólo ganar, sino arrasar”.

EL MEME DE LA GOBERNADORA

Recientemente el Teniente Coronel Julián Leyzaola se convirtió en un meme. De manera profusa fue compartido un video en mensajería celular y redes sociales. En la primera parte, Leyzaola criticando a Marina Ávila cuando era candidata al Gobierno del Estado, “no hizo nada”, justificó entre otras cosas. En la segunda parte, un Leyzaola muy solícito, acompañado de la gobernadora Ávila, resaltándole sus capacidades e incluso una belleza física.

El también ex secretario de Seguridad de Ciudad Juárez justifica:

“Primero, soy una persona que tiene valores morales, tengo lealtad, ética. Mi formación así es. Cuando salí huyendo de Baja California, estaba en Torreón, Coahuila cuando el gobernador Bonilla se me fue con todo, o sea, yo estaba protegiéndome de él, y veía al Gobierno del Estado, a Morena, a todo el aparato de Morena, como grilla para mí. Alejado de aquí, yo no conocía cómo se movía la política aquí, yo estaba allá, resguardado.

“Cuando entran a la campaña y todo, me abastecen de información donde yo estaba, entonces, con base a la información que me estaban abasteciendo, me dicen: ‘que yo apoyara con videos’, mi hija era candidata, entonces dice: ‘Oye, necesitamos un video de esto, de…’. Ellos me pedían un video a cambio de esto, de aquello, y me mandaron información para apoyar, y pues con la información que me llegó, lo dije, no constatado por Marina, lo mandaron para allá. Entonces yo le dije ‘pasó esto y esto, y creo que lo que le hace falta o está utilizando al esposo’, pues sí lo dije, error de mi parte por no ser… tal vez por no tener la certeza de lo que estaba hablando”.

Es decir, que dijo lo que dijo sin tener sustento.

Meses después, tuvo en encuentro con la gobernadora, y para él, la situación cambió: “Cuando ya regreso después de acercamientos al final tengo una reunión directa con ella, antes de eso, ella ya me había abierto los Juzgados para que me recibieran mis oficios, para poder pelear por mis casos, mis dos asuntos que tengo todavía. Pero ella me abrió las puertas totalmente, no sólo eso; me abrió las puertas de mi casa ella también, porque yo salí huyendo de aquí de Tijuana, me fui y no podía regresar a mi casa. Entonces, pude volver a mi casa. Le tengo agradecimiento a Marina del Pilar, le agradezco que no haya seguido con la misma idea del gobernador (Bonilla)”.

ASESOR DE ÁVILA, REUNIÓN CON SHEINBAUM

A la fecha, ha sostenido dos reuniones con la gobernadora Ávila, y de su posición, refiere, “digamos que soy asesor”, pero aún no le paga, “ella tiene la intención de que yo pueda colaborar con ella en la especialidad que yo tengo: en seguridad para aprovechar la experiencia que tengo”.

Incluso, con el mismo tema de seguridad, el domingo 22 de octubre, previo a la reunión pública que la virtual candidata de Morena a la Presidencia de la República, Claudia Sheinbaum, tuvo con empresarios en Ensenada, el Teniente Leyzaola se encontró con ella en privado:

“Tuve una reunión muy rápida con ella antes del evento en Ensenada, se enfocó principalmente al modelo de seguridad que se aplicó en Tijuana y Ciudad Juárez, está muy interesada en eso. Me dijo cómo le hice, si era cierto que se obtuvieron los resultados que se dicen, y ya le dije, no, pues sí, Tijuana se bajó arriba del 70 por ciento y en Ciudad Juárez fue más efectivo, se bajó en 86 por ciento. Y me dice: ‘Pero ¿cómo le hizo?’. Y le dije, no lo hice yo, estaba ahí una coordinación. La realidad es que nunca he visto otra coordinación como la que se hizo acá, es que todos dicen que el Ejército tomó el mando y se hizo. Y no es cierto.

“Aquí en Tijuana, recuerdo que quien tomó la batuta del tema de seguridad fue el gobernador Osuna Millán, recuerdo cada mes teníamos las reuniones de Coordinación donde él se presentaba, tomaba el mando y todos los que estábamos ahí, Ejército, Policía Federal, las presidencias municipales, todos con su secretario de Seguridad Pública y todos presentábamos los resultados y el proyecto y el plan para el siguiente mes. Y así era como estuvo avanzando, no fue… Yo estoy cierto que no fue mi trabajo. Mi trabajo fue la parte de la corporación municipal”.

Foto: Ramon Tomas Blanco Villalon

LA TRAICIÓN DE HUERTA

Más allá de las jugarretas en política, si de alguien se siente traicionado Julián Leyzaola, es del Capitán Gustavo Huerta. En junio de 2020, previo a las elecciones de 2021 en las cuales el Teniente aspiraba a contender una vez más por la alcaldía de Tijuana, quien fuera su segundo de abordo, el Capitán Huerta, acudió a declarar en su contra, o, mejor dicho, en contra de los dos. Fue detenido.

Así explica el momento Leyzaola:

“Creo que no sólo traicionó a un colega o a un amigo, porque si a alguien ayudé yo en todos mis procesos, fue a Huerta. Cuando se retiró del Ejército, primero se retiró porque ya no podía ascender, porque las promociones para él fueron muy difíciles, y en el Ejército si no asciendes te van relegando. Se retiró porque ya no podía ir al siguiente grado. Cuando sale, él anduvo pidiendo apoyos, limosneando, decía yo, porque iba a un lugar y no le daban trabajo. Iba allá y andaba de escolta, ahí pidiendo apoyos. En ese tiempo yo ya estaba en Tijuana y le dije al director de la Academia que le diera oportunidad de trabajar en la Academia como docente. No, eso fue antes, cuando yo entro a Tijuana como secretario, le dije a Montero, que quedó en Rosarito: ‘Oye, sácate a Huerta de la Academia y tráetelo como director’. Entonces llega Huerta acá y, cuando ya empiezo a estabilizar Tijuana, me traigo a Huerta como director general, y empezamos a hacer el trabajo aquí. Yo le di todo el apoyo a Huerta aquí.

“Cuando va a terminar la administración de Jorge Ramos, fui el que apeló para que, si no podía yo, por lo menos alguien que conociera el sistema le diera continuidad. Y el que conocía el sistema era el Capitán Huerta. Tuve que hablar con el General Duarte, con el gobernador, con Daniel de la Rosa para cabildear y que por lo menos dejaran que continuara alguien de nosotros, y se quedó Huerta. Yo estuve en el Estado, fui subsecretario como tres meses y luego me mandaron a Juárez. Huerta aquí duró como diez meses, creo.

“De ahí (la subsecretaría) llegué a Juárez, empecé a trabajar, mi trabajo como es, limpiar a la Policía, capacitar a todos y prepararlos, las coordinaciones, las corporaciones con el Ejército… todo lo que se generó en Tijuana, lo quise volver a hacer en Juárez, y resultó también allá. Pero en cuanto salió Huerta de acá, que lo corrieron a los diez meses, saliendo de aquí no le volvieron a dar trabajo en ningún lugar. ¿Por qué?, no lo sé, pero empezaron las llamadas a Juárez. ‘Oiga, por favor, ándele, mire que aquí, que yo…’. Ya después dije, órale, y lo mandé de director de la Academia.

“Digamos, yo lo consideré mi amigo, pues, cuando empieza el problema… no, no es cierto. En la campaña Jorge Ramos agarra a Huerta como símbolo de la seguridad y empieza a sacar videos donde dice que Huerta es el bueno y yo nada más era la fachada, pero que el bueno era Huerta. Y yo le hablé a Jorge: Jorge, ¿qué te pasa? Tú sabes que no es cierto eso. ‘Bueno, es que es la campaña’. ¿Y Huerta se presta a eso también? Bueno, ya ni la haces, ¡Huerta, no es posible! Porque Huerta también diciéndole, y dije, no es cierto. O sea, de un político lo puedo entender, pero nosotros no, Huerta y yo no, porque estamos formados diferente, pero bueno.

“Ya cuando vienen las órdenes de aprehensión y todo, Huerta le habla, como él también tenía las órdenes de aprehensión, le dijeron que si me acusaba le iban a dar las órdenes de aprehensión. Y claro, aceptó inmediatamente, fue y se plantó ahí y dijo: ‘No, sí, yo lo vi, hizo esto, y lo otro, todo’, en su dicho. Qué fue lo que hizo: al decir que era yo, que voy yo, lo mismo que él estaba ahí, no sabía que su intelecto no llega a tanto y se estaba embarcando solo. Al querer hundirme ahí, se hundía conmigo, el tonto. Y eso fue lo que pasó, como traición definitiva no sólo al Teniente Coronel; traicionó a su amigo y su moral, sus convicciones. Traicionó a la institución donde le vimos nosotros, porque no se trata de protegernos; se trata de tener esa calidad institucional, nosotros no traicionamos. Y menos a un compañero”. 

AUTORIDADES “NO ESTAN HACIENDO FRENTE” CONTRA CRIMINALES

En materia de seguridad, el Teniente Leyzaola observa la situación en el Estado:

“Lo que me doy cuenta es que la pugna entre cárteles bajó de nivel, se acuerda del Teo, del Muletas, de La Perra o de los Arellano, que eran tipos, personajes que se hablaba de ellos y, bueno, en el medio, mucho respeto con esos personajes. No en el caso mío, ¿verdad?, para mí eran mugrosos, pero en el medio eran muy respetados ellos, como que controlaban bien, pues, las áreas. Hoy no. Me doy cuenta hoy que Tijuana está como Ciudad Juárez, el crimen organizado estaba muy desorganizado y eran grupillos que se movían tal vez medio organizados y golpeaban, que no traen a alguien con una idea de qué es lo que van a hacer como grupo, andan sueltos. Y eso lo veo aquí”. 

Desde esa perspectiva, considera que resulta “más fácil” golpear al crimen desorganizado: “Y desaparecerlo… Desaparecerlo es sacarlo de la ciudad, no hablo de otra cosa. Quitarlo es más fácil. Recuerdo en aquel tiempo el Cártel de Sinaloa como estaba organizado acá, era gerencial, tipo gerencial, con sus departamentos y todo, bien diseñado. Me tardé como un año en desmenuzarlo para ver cómo llegarle, porque era muy difícil, agarraba usted uno y hasta ahí se cortaba la línea, no había para dónde seguir. Agarraba otro de acá de los sicarios, y a ver, jálale, y no, se corta, porque no tenía nexos con aquel o no conocían al de arriba. Y se cortaba todo ahí. Era muy difícil la investigación, estaban muy bien compartimentados ellos, por eso digo que el día de hoy, estos que están aquí pues no son tan”. 

¿Qué es lo que falla actualmente en Baja California para combatir al crimen? El Teniente responde: “Pues no están haciendo frente. Hablan de la Policía, están dejándole toda la responsabilidad del combate a la delincuencia, integral, a una sola corporación. La Guardia Nacional. O sea, toda la actividad criminal de la ciudad recae en una sola corporación, porque la Policía Municipal simplemente decidió que no era su responsabilidad y porque las autoridades municipales no quieren tomar su parte de responsabilidad porque tenemos mandos municipales que no tienen ni experiencia, ni la presencia que deben tener como mandos. Y no influyen en la situación criminal de la ciudad, para nada. Simplemente administran el problema, no hay un combate a la delincuencia.

Foto: Ramon Tomas Blanco Villalon

“Creo que el Estado debe ser rector y establecer la política criminal, y los demás, los subordinados, que los secretarios y directores municipales son subordinados del secretario de Seguridad Pública, porque acuérdese que el titular de Seguridad aquí, es el gobernador o la gobernadora. Y con toda la autoridad, puede ordenarle a un secretario de Seguridad Pública ‘venga y siéntese aquí’. No porque yo estoy en contra o enojado con el Gobierno del Estado, no me voy a ir a sentar a una mesa de coordinación”.

Aun así, con el asesoramiento que dice proveer a la gobernadora, Leyzaola no quiere ser secretario de seguridad, prefiere la presidencia municipal:

“Voy a decirle algo: todo lo que hice en Tijuana, bueno, la parte que me tocó hacer, en cuanto me fui, se diluyó. ¿Por qué? Porque considero que tiene que ser como titular, como presidente, porque puede tener más influencia y que las acciones en materia de seguridad no se disuelvan cuando usted deje de ser, porque puede dejarlo en el Congreso, en el Cabildo, pues, puede legislar o reglamentar la actividad policiaca. Como secretario no lo puede hacer, porque es subordinado”.

Entonces, prefiere ser candidato:

“Desde luego. Si usted quiere cambiar realmente las cosas y que perduren más allá de su administración, tiene que ser así. Porque ya lo hice aquí en Tijuana y los que siguieron, le dieron en la torre a todo lo que hice. Me fui a Ciudad Juárez, estuvo mejor allá, pero el siguiente presidente municipal acabó con todo inmediatamente. Parece que es una instrucción, parece que les molesta no tener un problema de seguridad. Como que la seguridad la toman como una manera de control, y es malo eso”. 

Autor(a)

Eduardo Andrade Uribe
Eduardo Andrade Uribe
Licenciado en Comunicación por la Universidad Iberoamericana Ciudad de México; con certificado de terminación de la maestría en Cultura Escrita otorgado por el Centro de Estudios Sor Juana. Activo en semanario ZETA dese 2005.
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