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martes, octubre 1, 2024
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Huracán “Norma” madrugó a gobiernos

Por cuarta ocasión, el huracán “Norma” puso a prueba a los gobiernos morenistas y de nuevo la contingencia “les tomó desprevenidos” con protocolos tardíos, mala logística y una pésima organización para prevenir una catástrofe mayor.

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) en su aviso No. 068-23 de las 22 horas (hora del centro) fue claro: “‘Norma’ se intensifica y se dirige hacia Baja California Sur”, pero los gobiernos de Baja California Sur y el de La Paz no actuaron en consecuencia.

“La incapacidad, la falta de planeación y la negligencia queda en evidencia cuando los que gobiernan llegaron sólo por el gusto de ser y no por hacer. Aceptar un cargo para el que se está preparado y desempeñarlo con incapacidad también es corrupción”, denunció el regidor de La Paz, Abimael Ibarra Abundez.

Eran las nueve de la noche del miércoles 18 de octubre hora local, y “Norma” se localizaba a 750 km al sur-sureste de Cabo San Lucas con desplazamiento hacia el norte a 13 km/h, con dirección hacia Baja California Sur. Con esa velocidad y su distancia en cálculos, se sumaban casi 57 horas para el impacto.

El día jueves por la tarde, Óscar Leggs Castro, alcalde de Los Cabos, llamó al Consejo Municipal de Protección Civil a suspender las clases el viernes en ambos turnos, con el objetivo de preparar adecuadamente las escuelas que fungen dentro del Plan A de refugios temporales Dijo que era mejor “pecar de precavidos”.

“Atender e iniciar las labores de evacuación: ya están las brigadas de perifoneo, estamos listos para iniciar, ya se puso a través de los grupos de chat que tenemos. Ya se está informando de lo que va a suceder para que estén pendiente para que se acerquen a los lugares donde recogemos a la gente”, previno Leggs.

Pese a ser una medida de prevención ante la cercanía de “Norma” como huracán categoría 3, el gobernador del Estado Víctor Castro Cosío, expresó su inconformidad de suspender las clases en el turno matutino, pues indicó que los primeros efectos de la tormenta tropical, como lluvias y rachas de viento, se sentirían hasta el mediodía y tarde del viernes, por lo cual veía necesaria la suspensión de labores.

“No alarmemos, alertemos; no alarmemos, no seamos nosotros los que exageremos más de la cuenta. Se pueden habilitar los albergues mientras los chamacos están trabajando en las escuelas, no es necesario suspender desde temprano”, lanzó el gobernador Víctor Castro en la sesión del Consejo en Los Cabos.

Así fue que Los Cabos determinó la suspensión de labores en todos los niveles para activar los 45 refugios temporales, mientras que La Paz confirmó que no era necesaria la suspensión, siguiendo la instrucción de Víctor Castro.

A Milena Quiroga Romero, alcaldesa de La Paz, el fenómeno natural anunciado le tomó por sorpresa, por lo que la atención a la contingencia fue un total caos. A las nueve de la noche del viernes 20 de octubre, ya con los efectos de lluvias y vientos, se emitió un comunicado cargado de total ignorancia.

“Esta noche el huracán ‘Norma’ continúa su trayectoria por el Pacífico Mexicano a 15 kilómetros por hora, los primeros efectos ya se presentan en nuestro municipio a través de lluvias moderadas y ligeras. Mañana a partir del mediodía serán abiertos los refugios temporales”, anunciaron.

Puente Agua Escondida con severos daños estructurales, la obra fue entregada por el Gobierno de Amlo en 2019, Foto: Antonio Cervantes

GOBIERNOS OMISOS ANTE LA TORMENTA ANUNCIADA

Amaneció el sábado 21 de octubre, y “Norma” tomó desprevenidos a los gobernantes, quienes habían trasladado toda la fuerza para Los Cabos porque -según ellos- allá sería el impacto. Pero el fenómeno entró por Todos Santos y El Pescadero, al sur de La Paz. Durante la madrugada los estragos eran evidentes, con lluvias torrenciales y arroyos corriendo con toda su fuerza desde las 5 am; a esa hora hubo cortes de energía eléctrica porque el huracán categoría 2 estaba encima.

Fue hasta las 8:45 am del sábado 21 de octubre, que el Ayuntamiento de la Capital, que administra Milena Quiroga Romero, pidió desplegar al personal a los puntos críticos, pero era demasiado tarde: nadie se podía trasladar porque los arroyos corrían con toda su fuerza.

“Ahorita que terminemos el Consejo si me pueden actualizar quiénes van a ser los enlaces para podernos desplegar”, expresó Milena Quiroga cuatro horas después de los embates de “Norma’”.

Pasadas las seis de la mañana apenas empezaron a cargar los paquetes de suministros, contra todo pronóstico, atrasados.

Eran las 8:50 de la mañana y acababan de enviar los insumos para los albergues de Los Barriles, Todos Santos y El Pescadero, comunidades que estaban ya bajo los efectos del ciclón tropical; a esa hora también estaban incomunicados en la comunidad de San Antonio, que no pudieron abrir el albergue por falta de insumos. La misma situación fue en la comunidad de El Centenario, que quedó incomunicada y no llegó la ayuda a pesar de estar a cinco minutos del Ayuntamiento de La Paz.

“Nos estamos poniendo de acuerdo para entregar los suministros; hasta el momento hemos podido entregar a San Antonio, pero ya en San Antonio el arroyo creció y ya no pudimos entregar más allá, los bueno es que en Los Barriles son pocos los albergados. Donde hay más necesidad es en El Carrizal, La Matanza, Melitón Albañez, entonces ahí vamos a entregar los suministros”, explicó la mandataria a las 8:31 a.m., dando instrucción de entregar insumos a los albergues.

Quienes ya estaban trabajando desde la noche -y al parecer eran los únicos- fueron los miembros del cuerpo de Bomberos, quienes durante la madrugada ya habían rescatado a ocho personas de los arroyos,  apagado incendios en viviendas por cortocircuito y brindado un primer informe de los estragos de “Norma”.

“Tenemos en Los Barriles dos máquinas extintoras y seis elementos allá, durante la noche estuvieron trabajando bajo situaciones de clima muy fuertes; ha caído demasiado agua, se tuvieron que romper diques de concreto, hay reportes de carros arrastrados por el agua también”, indicó el representante de Bomberos.

Ya eran las 8:57 de la mañana cuando Milena Quiroga le pidió al director local de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Julio Villarreal, que le diera el pronóstico porque no lo había escuchado del todo bien, y les dijo que entre las nueve y diez de la mañana el ojo del huracán estaría en Plutarco Elías Calles y saldría por Los Barriles.

Julio Villarreal: “Tenemos registrados 600 mm de lluvia en La Palmilla de entre las 8 de la mañana de ayer y las 8 de la mañana de hoy”.

Milena Quiroga: “¿En dónde?”.

Julio Villarreal: “En La Palmillita”.

Milena Quiroga: “¿En dónde está esa?”

Julio Villarreal: “Cerca de Los Dolores” (municipio de La Paz).

Alrededor de las nueve de la mañana ya había inundaciones, lluvias, cortes de luz, vehículos arrastrados y familias que no pudieron salir de las zonas de riesgo. En el Consejo de Protección Civil ni siquiera estaban todas las dependencias involucradas.

“Veo varias dependencias del Estado que aquí están, y otras varias del Gobierno del Estado que no están, que también las vamos a citar, porque deben estar aquí también”, reconoció Homero Davis Castro, el entonces secretario general de Gobierno.

Ya sin mucho qué hacer, el Consejo Municipal de Protección Civil decretó el cierre de restaurantes y bares.

“Ya estamos con el huracán encima, los arroyos se encuentran crecidos”, dedujo la alcaldesa.

Habitantes de la colonia Márquez de León trataron de huir de sus hogares para irse al albergue, sintieron el agua en los tobillos y trataron de llegar al refugio temporal en la Cárdenas, pero ya estaban atrapados por el arroyo.

“Nadie nos avisó que nos iba a pegar a nosotros, no nos dijeron que salieron de nuestras casas, como siempre ocurre; mi abuela y mi mamá me dijeron ‘vámonos’ cuando ya teníamos el agua en los tobillos, llegó el agua y empezamos a guardar lo más importante. La presidenta dijo que iba a pegar en Los Cabos, no aquí”, reveló Mercedes Marcial, habitante de la Márquez de León.

Desde temprano, trabajadores municipales pedían a gritos ayuda en la subdelegación de El Centenario estaban sin suministros. A pesar de la cercanía al Palacio Municipal, la ayuda nunca llegó ni se habilitó el albergue.

“Por favor compañeros, acá el albergue de El Centenario está solicitando insumos; la gente que tenemos resguardada en el albergue está ocupando cobijas, está ocupando impermeables, ya que está toda mojada la gente. Por favorcito, comandante Valenzuela, para que nos hagan llegar víveres e insumos”, expresó uno de los elementos asignados al refugio.

Más de 100 carros fueron rescatados de entre el agua de los arroyos, muchos de ellos con familias completas en su interior que trataron de huir de las inundaciones. Al menos una decena de autos quedaron sepultados por la arena.

EL RECUENTO DE LOS DAÑOS

Hasta el cierre de esta edición, el Gobierno del Estado se resistía en dar una cifra estimada de daños ocasionados por el huracán “Norma”, lo único que se sabe es lo que se puede ver, 15 postes de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) tirados, tramos carreteros y de avenidas destrozadas, miles de viviendas con daños estructurales, escuelas bajo el agua, el puente Agua Escondida clausurado por daños y riesgo de caerse.

Al menos 25 embarcaciones fueron hundidas por los efectos del oleaje y lluvias del huracán “Norma”. Muchos de los barcos fueron desanclados de las marinas Cortez y Costa Baja y llevados hasta el Malecón de La Paz, donde se hundieron; además hay decenas de pangas de pescadores que no han sido localizadas.

Los Gobiernos Morenistas no tienen un fondo de contingencia, por el contrario van a quitarles un día de salario a los trabajadores para sacar recursos, dijeron, Fotos: Antonio Cervantes

“Estamos viendo qué es lo que podemos rescatar. En nuestro caso el velero de nosotros sufrió rasguños y ahorita estamos evaluando cómo regresarlo al mar, pero hay otros que sí son pérdidas totales; más de 25 veleros contabilizamos que están en pérdida total, hundidos”, apuntó Edgar Flores, uno de los afectados.

Muchas de las naves significaban el hogar para muchos turistas o habitantes de la Bahía de La Paz, los costos varían entre embarcaciones medianas a grandes de entre los 50 y 70 mil dólares, mientras que las pequeñas oscilan entre los 10 y 20 mil dólares. Lamentablemente el 90 por ciento de las naves afectadas no tenían un seguro contra desastres naturales.

Elementos de la Marina encontraron al extranjero identificado como Robert “N” de 85 años muerto en el interior de su velero. La nave encalló a la altura de Legaspy y Topete, donde acudieron las unidades de emergencia, pero ya nada pudieron hacer.

Además, según la Comisión Federal de Electricidad (CFE), 217 mil 871 usuarios fueron afectados en el servicio eléctrico en Baja California Sur. Al cierre de esta edición, había familias que tenían más de cinco días sin luz. Habitantes de decenas de colonias comenzaron a publicar en redes sociales que aún no contaban con el servicio eléctrico, otras tantas que tenían servicio, pero que era intermitente y con hasta 30 apagones al día.

“Sigo sin luz desde el sábado. Hasta este mismo instante, no hay luz en las calles Constitución entre Josefa Ortiz y Primo Verdad de la colonia Centro; así también tengo familia en Los Cabos y amigos, la gran mayoría en la misma situación, no sé cuál es el interés de mentir sobre la situación”, expresó Raúl, uno de los afectados.

El sábado 21 de octubre a las 17 horas se tuvo una muy lamentable noticia en el municipio de Los Cabos. Un niño que caminaba entre el agua de lluvia, tocó una reja que había quedado electrificada, luego de que los vientos tumbaron el cableado y falleció.

El menor identificado como Gilberto “N”, de 14 años, perdió la vida en las calles Migriño y Buena Vista de la colonia El Rosarito. Según expresaron los expertos de la CFE, el menor hizo tierra y al tocar la reja se electrificó. La Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) aperturó la Carpeta SJC/3332/2023/NUC para llevar a cabo las diligencias.

“No murió por el cauce de un arroyo o algo, no es que nosotros estemos buscando sólo decir que tuvimos saldo blanco”, justificó el gobernador Víctor Castro.

Los aeropuertos vieron afectadas sus actividades desde el viernes 20 de octubre por la tarde-noche; tan sólo en Los Cabos más de 66 mil turistas se quedaron varados, mientras que en los albergues se atendieron a dos mil 212 civiles en los 45 refugios temporales. En La Paz sólo alcanzaron a abrir 15 albergues y se atendió a 263 personas.

Decenas de colonias quedaron bajo el agua, otras debajo de la arena y piedras que arrastró la corriente. Según la Conagua, de las siete de la mañana del sábado a las siete del domingo, la estación La Palmilla, en La Paz acumuló de 473 milímetros (mm); El Cajoncito 465 mm; San Bartolo con 401 milímetros; San Antonio con 383 mm; El Triunfo, 369 milímetros; El Ciruelito con 360 mm; San Antonio, con 359 milímetros; Los Divisaderos sumó 318 mm; y La Paz con 264 milímetros.

Para atender la contingencia el gobernador del Estado hizo la Declaratoria de Desastre Natural, aunque desconociendo los montos de afectación.

“Las carreteras, los socavones en la ciudad, donde es necesario pedir el respaldo de las instituciones. Por unanimidad se declara en el municipio de Los Cabos y de La Paz zona de desastres. Perdimos solamente a un jovencito en el marco de este huracán”, reconoció el Gobernador.

Era domingo, “Norma” apenas estaba en Sinaloa generando estragos y Víctor Castro ya estaba sesionando, pidiendo que los niños de Los Cabos regresaran a clases el lunes y el martes en La Paz. A pesar de las escuelas destrozadas, sin agua y sin luz, dijo que “aunque tomaran las clases debajo de un árbol, pero que se tenía que regularizar”.

El ejecutivo estatal también declaró ante medios de comunicación que pretende solicitar que se le quite un día de trabajo a los empleados del Gobierno Estatal, donando un día de su salario para atender la contingencia.

La Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y los Municipios prevé que es el Gobierno Estatal el que debe contar con un fondo de atención a desastres naturales, según el artículo noveno de dicha Ley:

Artículo 9.- El Presupuesto de Egresos de las Entidades Federativas deberá prever recursos para atender a la población afectada y los daños causados a la infraestructura pública estatal ocasionados por la ocurrencia de desastres naturales, así como para llevar a cabo acciones para prevenir y mitigar su impacto a las finanzas estatales. El monto de dichos recursos deberá estar determinado por cada Entidad Federativa, el cual como mínimo deberá corresponder al 10 por ciento de la aportación realizada por la Entidad Federativa para la reconstrucción de la infraestructura de la Entidad Federativa dañada que en promedio se registre durante los últimos cinco ejercicios, actualizados por el Índice Nacional de Precios al Consumidor, medido a través de las autorizaciones de recursos aprobadas por el Fondo de Desastres Naturales, y deberá ser aportado a un fideicomiso público que se constituya específicamente para dicho fin.

Autor(a)

Antonio Cervantes
Antonio Cervantes
Antonio Cervantes Antonio Cervantes Antonio T 42 antonio@zetatijuana.com
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