Algunos integrantes de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) alertaron que la ampliación del déficit de 5.4% del Producto Interno Bruto (PIB) propuesto por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público en el Paquete Económico 2024 podría generar “presiones inflacionarias”.
La mayoría estimó que la restricción monetaria (altas tasas de interés) permanecerá más tiempo de lo previsto ante un panorama inflacionario que “sigue siendo complejo”, y en el que se estima que la inflación converja a la meta (3% +/- un punto porcentual) en el segundo trimestre de 2025; es decir, que el descenso será “más gradual”.
Un miembro señaló la falta de sincronización entre la política fiscal expansiva (mayor gasto) y una política monetaria restrictiva que implica estar atentos a una mayor demanda agregada y a verificar que la postura fiscal sea más duradera que lo anticipado, “si la reducción del balance proyectado para 2025 no es de la magnitud prevista”.
En la minuta de la decisión de política monetaria del 28 de septiembre, en la que por unanimidad los integrantes de la Junta de Gobierno dejaron sin cambios la tasa de interés de referencia en 11.25%, algunos de ellos indicaron que si bien la inflación general ha ido disminuyéndose al ubicarse en 4.44% en la primera quincena de septiembre, “aún se mantiene en niveles elevados”.
Respecto a la inflación subyacente, la mayoría señaló que ésta continuó descendiendo para situarse en 5.78% en la primera quincena de septiembre; sin embargo, se mantiene en niveles elevados, en tanto, un miembro alertó que parece comenzar a revertir la tendencia descendente mostrada durante 2023.
Los integrantes de la Junta de Gobierno del Banxico identificaron que la gradualidad en la reducción de la inflación subyacente se debe al comportamiento persistente de la inflación de servicios, en los que el traspaso de los mayores costos provocados por la pandemia de COVID-19 ha sido “lento y con rezagos”, aunado a la guerra en Ucrania. “La recuperación de la demanda por servicios les está permitiendo ahora traspasar, en mayor medida, los costos acumulados”, subrayaron. Por otro lado, algunos integrantes de la Junta de Gobierno destacaron que el financiamiento interno también continuó creciendo. Uno de ellos resaltó que el crédito de la banca comercial siguió expandiéndose, particularmente el dirigido a las empresas. Para algunos, el dinamismo del crédito refleja la fortaleza del mercado laboral, aunque uno observó el “reciente aumento marginal” en las tasas de morosidad de tarjetas de crédito y créditos de nómina.
