Hay niveles de frivolidad y lo que hizo el diputado Juan Manuel Molina García. Resulta que el legislador morenista y coordinador de la bancada en el Congreso del Estado, presumió en redes sociales un apoyo social que ofreció al Colectivo Madres Unidas y Fuertes de Mexicali, una de las agrupaciones más longevas y combativas de Baja California. El lunes 2 de octubre, fecha emblemática de la lucha social -con motivo de la matanza de Tlatelolco-, el legislador morenista abrió las puertas del Poder Legislativo para escuchar las necesidades del colectivo, lo cual es positivo y nadie puede cuestionarlo.
El colectivo comandado por la activista Irma Leyva, que arropa a varias mujeres que buscan a sus familiares ausentes, se presentó con sus características sudaderas amarillas y las fotos de familiares a los que siguen buscando. Lo relevante no es eso, sino que, al término de la atención, el morenista entregó como apoyo social -derivado de una gestión de las mismas representantes de colectivos- nada más y nada menos que palas y picos con los que facilitarán sus búsquedas en las zonas agrestes de Mexicali. “Estamos comprometidos con impulsar acciones que den puntual seguimiento a las necesidades de los Grupos de Búsqueda de Personas Desaparecidas en nuestro Estado, es por ello que esta tarde entregamos un importante apoyo al colectivo Madres Unidas y Fuertes, a quienes reiteramos nuestra solidaridad”, reza el breve mensaje emitido por el legislador morenista en su página de Facebook. En la imagen se observa a cuatro integrantes del colectivo posando con palas y picos, frente a una cámara; y en medio de ellas, el diputado vinotinto, orgulloso por el apoyo entregado. Este tipo de herramientas son de primera necesidad para los colectivos y no se cuestiona que en una gestión se entreguen, pero presumir públicamente y referir empatía o respaldo al colectivo mediante este tipo de apoyos es sumamente duro. Básicamente le está diciendo a las víctimas: tengan su pala, vayan a buscar el cadáver de su hijo, lo que demuestra una total falta de tacto por parte del legislador emanado de Morena. Hay que recordar que como representante popular tiene gran responsabilidad, y como ente público, existe una gran deuda hacia las familias que conforman a los colectivos, misma que no se va a borrar, no importa que Molina García les regale una retroexcavadora. Bueno, es de suponer que, con esas palas, el diputado ya tiene la conciencia tranquila.