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jueves, octubre 3, 2024
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Vecinos dispuestos a hacer justicia

Ante los mediocres resultados de la autoridad, inseguros y amenazados por criminales, ciudadanos toman la justicia en sus manos  

Frente a gobiernos que no mantienen el orden, no garantizan la protección de los ciudadanos, con la impartición de justicia en crisis y policías a las que acusan de responder tarde a los llamados de emergencia o ni siquiera aparecerse, la frustración ciudadana se acumula.

El sábado 16 de septiembre a las 08:08 horas, fue denunciado a los números de Emergencia el hallazgo de una manta colgada en el cerco de la Escuela Leona Vicario y/o Felipe Carrillo en la calle Guayanas de la colonia Lomitas, en el municipio de Ensenada: “Esto le va a pasar a todos los ratas. Atte. Insan FF” (sic).

Al igual que en el resto del país, en Baja California los miembros del crimen organizado acostumbran colgar impunemente mensajes de este tipo, todos los meses en todo el territorio; apenas el 23 de julio, el Cártel Arellano Félix dejó uno en el Valle de Guadalupe, y este septiembre que culmina, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) utilizó varios de esos lienzos para amenazar al cantante conocido como Peso Pluma, quien canceló su concierto programado para el 14 de octubre en Tijuana.

En ese contexto, de inicio se pensó que los responsables de la manta del 16 de septiembre en Ensenada eran narcotraficantes, aunque no quedaba claro de quién contra cuál.

Llevadas las primeras indagatorias, resultó que la principal línea de investigación apunta a que vecinos de la colonia tomaron el riesgo de ser los autores del mensaje. Residentes que están hartos de los altos niveles de inseguridad y de ser víctimas cautivas de los ladrones ya conocidos, identificados y denunciados en la zona, quienes no son detenidos, procesados ni encarcelados.

No es la primera vez que, ante los mediocres resultados de la autoridad, residentes de los distintos municipios bajacalifornianos ejecutan actividades de autoprotección.

En su momento, todos han manifestado que se siente inseguros, amenazados por personas que han denunciado, les han dicho a las autoridades donde viven, incluso a veces el lugar en el que venden lo robado, y no ha sido suficiente. Han cerrado calles e instalado plumas en fraccionamientos para crear zonas blindadas, pero en la mayoría de las ocasiones, son obligados a abrir el paso.

También han colocado otras mantas a la entrada de poblados, ejidos o colonias, advirtiendo a los delincuentes -comúnmente ladrones- que serán agredidos por los residentes; de igual manera, se ha hecho común la colocación de carteles avisando que hay cámaras y vecinos vigilantes en la zona.

Se ha convertido en algo usual la organización y participación en bloqueos o marchas estatales y municipales contra la inseguridad. Igual realizan manifestaciones en lugares fijos para reclamar los deficientes resultados en investigaciones de homicidios específicos y desapariciones. En casos extremos, han tomado la justicia en sus manos, arriesgando su libertad y linchando a los presuntos delincuentes.

En lo nacional, la primera semana de agosto, residentes de la colonia Santiago en Valle de Chalco capturaron a otro ladrón de auto, lo golpearon, le quitaron la camiseta y lo amarraron a un poste, acusándolo de ladrón y homicida mientras rogaba por su vida.

Durante junio circuló un video en el que cuatro vecinos golpearon y sometieron a un sujeto que robaba autopartes en las inmediaciones del Hospital de Rehabilitación, entre las estaciones del Tren Ligero Periférico y Xomali, en el Estado de México.

Y en mayo, en Nuevo León, habitantes del municipio de Ciénega de Flores, Colonia Villas de Alcalá, detuvieron a un presunto ladrón, lo envolvieron en plástico atado a un poste para exhibirlo en redes sociales y advertir que ya tenían a otro ratero en la mira.

Los tres escarmientos públicos se exhibieron a través de redes sociales, a manera de advertencia para el resto de los delincuentes.

El problema para los ciudadanos desesperados, es que el hecho de que un grupo exaltado de ciudadanos se tome la justicia en mano propia, es un delito tipificado, porque el linchamiento atenta contra el derecho a la vida e integridad de la víctima y su derecho a la presunción de inocencia. Y es muy probable que el ciudadano sí sea detenido, contrario al delincuente, además del evidente riesgo de que el delincuente puede resultar muerto en medio de la conmoción. Como sucedió en el pasado a vecinos de una colonia en la Zona Este de Tijuana, quienes fueron vinculados por matar a golpes a un presunto violador que resultó inocente.

Mientras los gobiernos presumen estabilidad y pequeñas mejoras en la incidencia criminal, los niveles de violencia en robos y otros delitos cometidos contra la ciudadanía aumentan, lo mismo que la desesperación de la sociedad ante la incompetencia de sus autoridades.

Así que valdría la pena que gobernadores, alcaldes y sus jefes policiacos, usen esos mapas de calor con los que identifican zonas de mayor incidencia criminal para organizarse con vecinos en las zonas afectadas, escucharlos de verdad y rendirles cuentas, antes de que los ciudadanos honestos se metan en problemas y que esas colonias se conviertan en espacios inhabitables en los que las patrullas ni siquiera pueden entrar. Como ya existen varios en Baja California.

Autor(a)

Rosario Mosso Castro
Rosario Mosso Castro
Editora de Semanario ZETA.
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