Pese al esfuerzo del colectivo OCUPA por convertir una lucha genuina en un mítin político donde aparecieron personajes políticos y empresariales de oposición, y donde hubo hasta acarreo con camiones, el reclamo de familiares de personas ausentes retumbó en el epicentro de los desaparecidos en Mexicali, y donde durante un año desaparecieron 10 personas.
Por encima de todo, el mensaje de las familias se impuso a las agendas políticas y aprovecharon un escenario con maestro de ceremonias, pantallas y hasta barricadas que impedían que los asistentes subieran las escaleras del monumento a Benito Juárez, en la Zona de Antros de Mexicali.
En punto de las 07:30 de la tarde, integrantes de los colectivos Buscando a Paola y los desaparecidos, Madres Unidas y Fuertes, Unidos por nuestros desaparecidos, la Célula de Búsqueda de Personas Desaparecidas, entre otros, acudieron a la manifestación organizada por la agrupación OCUPA -de corte empresarial- la cual contrató a un conductor de radio como maestro de ceremonias de un evento que fue estructurado como un mítin político -evidentemente- de oposición al actual gobierno.
Poco a poco comenzaron a llegar asistentes -muchos de ellos a través de camiones- y otros tantos por su propio pie. La división era evidente pues un gran sector acudió con gorras rojas y camisetas blancas con el nombre de la agrupación, mientras que otros -los genuinos- acudían con imágenes de sus familiares desaparecidos.
El momento crucial de la protesta se dio cuando los testimonios cimbraron la Zona de Antros.
Soraya Ana Villarreal, madre de Kevin Moreno, desaparecido en la Zona de Antros de Mexicali, fue la primera en subir al escenario y abrió su discurso con lo sigiuente:
“Kevin trabajaba aquí, en el Shots, UN 26 de marzo desapareció, hace un año 7 meses. Muchos dicen cosas sin sentido, yo se que en dos días trabajando ahí no hubiera podido organizar todo lo que organizó o hacía, se el amor que le tenía a su familia y ahora se que estuvo en el momento, lugar y hora equivocada. Sí en ese momento yo hubiera sabido todo lo que nos íbamos a enfrentar, ese último día que se despidió de mí, no lo hubiera soltado; no lo hubiera dejado salir”.
Recordó que su vida ha cambiado por completo, como el tener que pedirle a su hija menor que tenga que usar chaleco antibalas, cuando sube al vehículo para trasladarla a la escuela, debido a las constantes amenazas -e incluso atentados- que ha sufrido la familia en alguna ocasión.
Un discurso más agresivo fue el que dio Aleida Limón, madre de Jhosue Romo Limón, al acusar directamente al Fiscal Central Rafael Orozco Vargas, de indolente en su caso, cuando recibió una llamada donde le indicaban que por 20 mil dólares liberarían a su hijo, y que en vez de solicitar un operativo, le dijo que se fuera a su casa y que no creyera; esa fue la última información que tuvo sobre Jhosué
“Yo no le tengo miedo a la delincuencia o al crimen organizado, porque ellos son de palabra y lo han demostrado, el que la hace la paga. Yo le tengo miedo al gobierno, a este gobierno inepto, cómplice, a este gobierno que lo que le importa es el dinero que el narcotráfico le da”
Agregó lo siguiente:
“Con mi hijo no fue magia, a mi hijo se lo llevaron de ahí, de la mañosa, al salir en la madrugada, la cámara, la única que funcionó lo captó cuando él sale con su novia y un amigo, y estaba un carro que miraba la luz así como esa, el al caminar, creyó que eran otras que iban saliendo, lo encañonan y le dicen, mandó por ti tal persona, y el dice, me voy, no le hagas nada a ella, siéntame en la banquita que está ahí, la novia y el amigo, en un carro azul, Mazda, parece ser, se lo llevaron.En ese mismo momento me habla la novia por teléfono y al 911 y no fueron de inmediato, y no radiaron, y no buscaron”.
Gonzalo Moreno, cerró las manifestaciones solicitando a la ciudadanía una mayor intervención y empatía en estos casos, pues -poco a poco- estamos perdiendo a nuestra comunidad.
“Hemos encontrado a muchas de nuestros hijos e hijas en Miguel Alemán, donde tristemente que parece que Dios volteó a otro lado, a veces no salen tan fuertes las notas que salen ahí, pero son actos de terrorismo, deshumanismo total, y es lo que los colectivos enfrentan semanas y semanas de búsqueda.”
Agregó que ese olor a muerte que perciben cuando localizan un cuerpo en una fosa, los persigue por días, y que se han visto obligados a ingresar a los terrenos más peligrosos del narco para traer de vuelta a hijos de muchas personas, con la esperanza de darles paz a las familias.
También el colectivo Unidos por Nuestros Desaparecidos, conformado por -entre otros- Alma Díaz e Imelda López Bastidas, rindieron discursos desgarradores para visibilizar su realidad, una que viven desde hace 1, 5, 10 o hasta 20 años, que buscan a sus familiares.
Cabe mencionar que pese a que familiares de personas desaparecidas participaron y reclamaron la indolencia de la autoridad, quienes intentaron ocupar espacios protagónicos en la manifestación fueron integrantes del Frente Amplio, representantes populares como Alejandrina Corral, Gina Cruz; o políticos como Alberto Reza, Víctor Hermosillo y Celada; pero también representantes empresariales como Gustavo de Hoyos Walther.
