Sin probar nada a nadie, y siendo su propio juez, el cantante y productor Adán Jodorowsky, retoma su esencia en “The Fool”, álbum con el que trae de vuelta a su alter ego Adanowsky acercándose a una exploración más libre, misma que compartirá este 7 de septiembre cuando lleve a cabo su presentación en Black Box, de Avenida Revolución.
“Quiero disfrutar lo que escucho, no solamente hacer canciones para sacarlas, sencillos o sean un éxito, más bien estar orgulloso. Es lo que pasa con los años, cuando escuchas tus discos hay unos que odias, otros con los que estás orgullosos, otros que dicen la verdad, con más pureza, los puedo defender y hablar de ellos con mucha alegría, siempre hay que crear con autenticidad”, mencionó a ZETA vía Zoom Adán Jodorowsky.
Sin sentirse ausente en la música, el productor de Natalia Lafourcade y Bunbury señala regresar a sus raíces.
“Son como un recuerdo (mis canciones), pero tengo que evolucionar, no me puedo quedar en lo mismo. Es inevitable y hay que avanzar, pero lo que si ha cambiado a mi regreso es la velocidad del consumo. Antes la gente escuchaba un disco y lo volvía a escuchar durante semanas. Ahora lo oyen durante cuatro días y pasan a otras canciones”, precisó.
“Todo el mundo es sincero en lo que hace, pero simplemente hay conductos e intenciones diferentes con su música, hay unos que quieren vender boletos, otros que quieren hacer su show, sencillos, y otros como yo que se quieren dar un gusto. Todas las formas de creatividad son válidas, pero es cierto que me cansé del formato guion, verso, coro, llevo varios discos así y tengo ganas de explorar cosas un poco más libres”, enfatiza el también director de cine.
Para Jodorowsky, la lectura de tarot ha permeado en su última producción, entrelazando la lectura y el conocimiento.
“Te vuelves más consciente, más solo, soy duro conmigo mismo cuando grabo, pero en realidad, soy yo, simplemente me pongo un nombre artístico y cuando regreso a casa soy Adán Jodorowsky. Estoy de vuelta después de una década y me hace bien regresar así”, apuntó el músico de “El ídolo”, quien sobre su espectáculo en la región agregó:
“Amo Tijuana, estoy muy contento y la gente es muy abierta. Me gusta estar allá, sobre todo llegar con mi máquina de secuencias, toco el bajo, batería, teclado y armonías, estoy acompañado por mis secuencias, jugando con el público, es divertido, estoy solo, pero tengo a cuatro Adanes”, concluyó.