Un rompecabezas de testimonios de familiares de víctimas, médicos, maestros, militares, policías, estudiantes, amas de casa, panteoneros, periodistas, empresarios, choferes, comerciantes, fragmentos de expedientes y otras pruebas que recrean o reconstruyen las desapariciones y asesinatos a mano de la organización criminal conocida como Los Zetas en San Fernando, Tamaulipas en 2011, es lo que Marcela Turati entrega en su libro “San Fernando: última parada”, editado este año por el sello Aguilar de Penguin Random House.
Con el subtítulo “Viaje al crimen autorizado en Tamaulipas”, su libro “San Fernando: última parada” es el trabajo de investigación ganador del Premio de Periodismo Javier Valdez Cárdenas 2021, que tuvo como Jurado a Griselda Inés Triana López, viuda de Javier Valdez; además de Carmen Aristegui y el editor Ariel Rosales.
“En un proyecto implacable la investigación de Marcela Turati sobre San Fernando, Tamaulipas, ilustra cómo se teje la red de complicidades del gobierno con el narco, y a pesar de tanto dolor y de la implacable violencia, existe gente que dice basta a la indolencia de las autoridades, basta a la muerte de inocentes que sólo buscan una vida mejor”, emitió en su momento Penguin Random House.
“Me siento súper honrada por que sea un libro que lleva el nombre de Javier Valdez, alguien tan querido, tan extrañado y guía de muchos periodistas”, expresó en entrevista para ZETA Marcela Turati, a la vez que contó algunos pormenores de su imprescindible investigación que documenta la hecatombe y el horror transexenal que no tiene fin.
UNA DICTADURA CRIMINAL
En “San Fernando: última parada”, Marcela Turati comparte un libro coral que narra el horror que vivió San Fernando cuando fueron descubiertos 193 cuerpos entre marzo y abril de 2011, después de que en 2010 fueron asesinados también 72 migrantes.
— En alguna parte mencionas que tu libro es “un relato fragmentado porque esta historia está incompleta, le faltan piezas, porque mucha gente no tiene permiso para hablar y porque existe una intención de las autoridades de ocultar la verdad”. Es decir, ¿en realidad nunca sabremos la verdad? En todo caso, ¿cuál es tu objetivo al armar este rompecabezas de historias y versiones?, cuestionó ZETA a la autora.
“Me gustaría y uno de los objetivos, una de las ideas o de los sueños que tengo es que hagamos una Comisión de la Verdad sobre lo que ocurrió en San Fernando. Para mí es emblemático lo que pasó en San Fernando porque no sólo murieron y fueron desaparecidos o asesinados muchos jóvenes locales, de ahí y de otros municipios de Tamaulipas; también porque ha sido desde hace mucho como uno de los epicentros de la violencia, donde la violencia, se repite y se repite, pero también ha sido lugar de desaparición, de reclutamiento forzado, de asesinatos y masacres de muchos jóvenes de muchas partes del país, muchos de ellos jornaleros migrantes, inmigrantes centroamericanos”, refirió Marcela Turati en entrevista para este Semanario.
“Siento yo que toda la historia de los sucesos habla de responsabilidades de muchos niveles de gobierno, como que está, para mí, muy claro que hay responsabilidades de autoridades municipales, estatales y federales; también incluso, diría yo, tenemos que investigar el papel de Estados Unidos y cómo juegan geopolíticamente los recursos naturales, el gas, el petróleo y la cercanía que tiene con el Golfo de México y con la frontera.
“Esta historia, además, tiene como muchos diferentes capítulos que no es nada nomás que no se previnieron esos asesinatos, sino que se fueron repitiendo muchos asesinatos en carreteras, en caminos, sólo por pasar por San Fernando. La población vivía bajo una dictadura criminal como en muchas partes del país”.
Turati advirtió sobre su propuesta editorial: “No quiero ser yo la que prejuzgue, no decirle al lector lo que tiene que pensar, sino que vea este caleidoscopio. O sea, como coleccionista fui coleccionando piezas, y algunas de estas piezas con el tiempo resultaron más esclarecedoras que otras”.
FUNCIONARIOS SE CAMBIAN A LA 4T
Una de las advertencias que comparte Marcela Turati en “San Fernando: última parada” es cómo los propios funcionarios en la procuración de justicia que fungían en el sexenio de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, ahora despachan desde la llamada Cuarta Transformación que encabeza el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
— “Los perpetradores de estos crímenes autorizados no se han ido, ‘siguen ahí’, -como dice en San Fernando mucha gente-, entre las sombras, o cambiaron de rol y hoy son más visibles o influyentes”, señalas en “San Fernando: última parada”. ¿Te refieres a que funcionarios involucrados durante los sexenios de Calderón y Peña Nieto continúan desde la función pública en la actual administración de López Obrador, ya sea en los gobiernos local, estatal o federal?
“Mira, el presidente municipal de San Fernando (Tomás Gloria Requema) de ese año (alcalde de San Fernando, Tamaulipas, del 1 de enero de 2011 al 30 de septiembre de 2013), que dijo que él no sabía a pesar de que todo ocurría a diez cuadras de la Presidencia Municipal -y hay acusaciones de la gente que trabajaba con él y de los policías-, él es secretario de Gobierno en Tamaulipas hoy”, refirió Marcela Turati en alusión al diputado por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) con licencia, Tomás Gloria Requena, actual subsecretario general del Gobierno de Tamaulipas que titula Américo Villarreal Anaya, quien ganó la elección gubernamental para el período 2022-2028 representando a la 4T en la coalición “Juntos Hacemos Historia por Tamaulipas”, integrada por Morena, Partido del Trabajo y PVEM.
Turati también se refirió a Gustavo Rómulo Salas Chávez, titular de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos Contra Periodistas (FEADP) durante el sexenio de Felipe Calderón (Partido Acción Nacional); titular de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) de la Procuraduría General de la República (PGR) en la administración de Enrique Peña Nieto (Partido Revolucionario Institucional) y actual fiscal general del Estado de Sonora, cuyo gobierno estatal encabeza Alfonso Durazo, bajo la coalición Morena, PT, PVEM y Nueva Alianza para el sexenio 2021-2027.
“Quien nos abrió la carpeta de investigación a mí, a Mimi Doretti, al Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) y a Ana Lorena Delgadillo, directora de Fundación para la Justicia -porque a nosotras nos metieron a la investigación de las fosas y como sospechosas de delincuencia organizada y secuestro; a mí me espiaron como ocho meses mis comunicaciones, dónde estuve y quién me dio información-, el titular (Gustavo Rómulo Salas Chávez) de SEIDO que estuvo en ese año, en 2015, ahora es fiscal en Sonora”, refirió Marcela Turati.
Y complementó con más ejemplos:
“Toda la gente de la Fiscalía General de la República que participó en esos hechos y después en Ayotzinapa sigue en SEIDO, hoy FEMDO (Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada), y algunos todavía están en la Unidad de Servicios Periciales de la FGR, donde siguen haciendo lo mismo con otras fosas y con otras masacres, y algunos están involucrados en el Caso Ayotzinapa. De hecho, los ministerios públicos parece que son los mismos. O sea, quienes están en la cárcel son por el caso Ayotzinapa y ahorita apenas han sido detenidos, pero no es que haya habido una limpia, una depuración, una investigación; por eso digo que esto es fragmentado, porque las autoridades quieren que así sea, todavía se empeñan en ocultar la verdad, porque en muchos de estos casos se notan las huellas dactilares de los crímenes cometidos por los funcionarios públicos en su no investigar los hechos, en su no atender llamadas de auxilio, especialmente en no investigar las identidades de las víctimas, de personas asesinadas, sino en vez de eso, martirizar a sus familias con mentiras, amenazar gente, desaparecer los cuerpos, incinerarlos, mandarlos a fosa común”, advirtió.
“SI (AMLO) SE REÚNE CON LA MAMÁ DEL ‘CHAPO’, ¿POR QUÉ NO SE PUEDE REUNIR CON LAS MADRES BUSCADORAS?”
Durante la entrevista para ZETA, Marcela Turati lamentó el nulo interés de Andrés Manuel López Obrador para reunirse con víctimas de familiares desaparecidos y asesinados.
— “Aún nadie ha sido condenado por estas atrocidades”, señalas en tu libro. “En este país, la política de Estado es la impunidad, la simulación, el ocultamiento”, adviertes en otra parte. ¿Continúa esta política de Estado de impunidad, simulación, ocultamiento, en el sexenio de AMLO, luego de los sucesos ocurridos en San Fernando durante el sexenio de Felipe Caderón y las nulas investigaciones en el sexenio de Peña Nieto?
“Lo vemos, por ejemplo, en el último caso de Nuevo Laredo: el Ejército asesinando extrajudicialmente, fueron cinco jóvenes, los mataron a quemarropa y los presentan como sicarios muertos en combate, igual que en 2010, 2008. O sea, seguimos viendo lo mismo.
“Este sexenio empezó comprometiéndose con las víctimas, pero estos cinco años hemos tenido una Fiscalía General de la República que no se lleva bien con la Comisión Nacional de Búsqueda y se bloquean constantemente; entonces, culpándose entre las dos, a una le tocaba el registro nacional, la PGR estaba obligada a hacer el banco de datos genético nacional y lleva años arrastrando esta promesa, es una obligación y no lo termina de concluir, que con ese banco se podría abatir la crisis forense. No tenemos un registro todavía de los cuerpos no identificados en panteones, un registro nacional. Se crea un mecanismo extraordinario de identificación forense que terminó sin presupuesto y no pudo avanzar en nada, porque luego se creó al mismo tiempo un Centro Nacional de Identificación Humana que sigue sin operar. Se creó un panteón forense en San Fernando, el primero, y ya cerró porque estuvo mal construido. Y así la historia se repite, no hay presupuesto”.
Entonces lamentó: “La característica de este gobierno es que, salvo en el caso de los 43 estudiantes y sus familias de desaparecidos, Andrés Manuel López Obrador no ha recibido en ningún momento, siendo Presidente, a ninguna madre buscadora. Eso refleja la importancia que le están dando al tema. O sea, cada vez que se le plantea, el Presidente dice que quiere cuidar su investidura, ¿cuidarla de qué?, si se reúne con la mamá del ‘Chapo’ (Joaquín Guzmán Loera). ¿Por qué no se puede reunir con las madres buscadoras? Ésa es la gran pregunta en este sexenio: ¿Por qué ese desprecio?, ¿por qué no escucharlas? ¿Por qué le manda siempre a un tercero? ¿Por qué es incapaz de contestar las preguntas? Se las pasa siempre a (Alejandro) Encinas (subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración) en la mañanera, como que pareciera que no le tocara o hace como si no le tocara, y cuando le toca hablar al Ejército él habla, pero exculpándolos, justificando al Ejército”.
Turati sentenció: “Nos siguen debiendo las respuestas de las preguntas de qué pasó en San Fernando, por qué se permitió, quiénes son los involucrados, por qué los policías que estuvieron un año en la cárcel, por qué no les abrieron bien la investigación si todo mundo señala que estaban los policías, no todos, pero algunos”.
“EL PERIODISMO ES UNA ESPECIE DE COMISIÓN DE LA VERDAD EN TIEMPO REAL”
“En México cada día tenemos que sumar más gente a la lista de 115, 000 personas desaparecidas y de 55,000 cuerpos sin identificar en las morgues y fosas comunes”, escribe Marcela Turati en “San Fernando: última parada”.
— ¿Cómo ubicas tu trabajo al contar esta parte de la historia de México, a través de los desaparecidos y asesinados en San Fernando, con relación a todo el país en los últimos tres sexenios (Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador)? O en todo caso, ¿cuál consideras que es tu papel como periodista al contar una parte de la historia de México?
“En sociedades como las nuestras, donde la política de estado es la impunidad, donde no hay justicia, creo que el periodismo es una especie de Comisión de la Verdad en tiempo real, que nuestras notas periodísticas son importantes y en algún momento vamos a poder ver su efecto, su resultado. En algún momento, algún dato que vimos en alguna nota de un cuerpo no identificado que se fue a la fosa o la entrevista de una madre que buscaba un hijo con ciertas características, va a poder completar piezas de un rompecabezas, en algún momento va a servir para regresar identidades o para dar datos de qué pasó en ciertos momentos, en ciertos lugares”.
La ganadora del Premio de Periodismo Javier Valdez 2021 concluyó:
“Creo firmemente en este periodismo que busca verdades, que le da la voz a las víctimas, porque de alguna manera la gente tiene todo en contra. El gobierno, los gobiernos, siempre los están culpando de lo que les pasó, los revictimizan, los hacen ver como culpables a sus hijos. El periodismo es esa tribuna o ese espacio donde van a poder contar su verdad, que es la verdad que al gobierno no le gusta escuchar y que de alguna manera va a ser como una versión diferente a la oficial. Entonces, eso nos toca a nosotros investigar, juntar piezas, ayudar a los familiares desde ese lado, ayudarles a saber un poco más”.
