Al cierre de la precampaña de Morena a la candidatura presidencial, en BC la gobernadora pidió cerrar filas, sabiendo que Adán Augusto López, su gallo, está abajo en las encuestas
El domingo 27 de agosto, la plana mayor de Morena se reunió en las instalaciones del salón de eventos 7 Ríos, ubicado en la colonia ProHogar de Mexicali. Recién terminaba el proceso de precampaña inventado por Morena para designar al próximo coordinador de la defensa de la Cuarta Transformación y candidato a la Presidencia de México.
Como es sabido, el brazo derecho de Marina del Pilar Ávila Olmeda, Netzahualcóyotl Jáuregui Santillán, secretario del Bienestar, fue muy evidente en su respaldo a Adán Augusto López Hernández, por lo que todo el poder de la estructura morenista se cargó en beneficio del amigo más cercano al mandatario Andrés Manuel López Obrador.
Pese a que una de sus colaboradoras más cercanas, Valeria Oseguera, fue exhibida extorsionando a un líder de colonia para que ofreciera su apoyo a Adán Augusto, o de lo contrario no se le entregarían apoyos sociales, el tema no estuvo en la mesa; la simulación política reinó entre todos los visitantes, a quienes les retiraron sus respectivos teléfonos celulares para que no pudieran grabar conversación alguna.
Pese a los discursos de la gobernadora Marina del Pilar que hacen referencia a que no hay dados cargados, era más que evidente que su ala más cercana dentro de Morena apoyaba a Adán López y utilizaban todos los recursos a su alcance para respaldarlo, mientras los morenistas fundadores decantaron por Claudia Sheinbaum.
Luego de todas las zancadillas y la falta de entrega de apoyos a morenistas que no estaban con Adán, Ávila Olmeda solicitó una reunión de civilidad política y pidió respaldar a cualquiera que sea el candidato, a sabiendas que Adán Augusto parece no estar bien en las encuestas.
Frente a la plana mayor conformada principalmente por representantes populares como los alcaldes de Ensenada, Armando Ayala Robles; Norma Alicia Bustamante, de Mexicali; Araceli Brown Figueredo, de Rosarito; Darío Benítez, de Tecate; José Luis Dagnino, de San Felipe (la alcaldesa de Tijuana, Montserrat Caballero, no acudió, por ser cumpleaños de su hijo); diputados como Juan Manuel Molina, Evelyn Sánchez, Dunnia Monserrat Murillo, Julia Andrea González, Araceli Geraldo, Manuel Guerrero, Víctor Hugo Navarro, Gloria Arcelia Miramontes, Román Cota, Alejandra Ang, entre otros locales y federales -con excepción de las diputadas Michel Sánchez Allende y Julieta Ramírez Padilla-; así como otros funcionarios como Catalino Zavala, Armando Samaniego, Netzahualcóyotl Jáuregui y Juan Meléndrez, además de los dirigentes César Castro Ponce e Ismael Burgueño, la mandataria estatal les pidió que cesaran, que ya no era momento para dividirse y no hay respaldo para un aspirante en específico, sino para el ganador.
Este movimiento es un intento por minimizar y borrar todo lo que su equipo más cercano hizo en contra de los morenistas que apoyaron a Claudia Sheinbaum y que se mantuvieron firmes pese a la presión.
Por cierto, Valeria Oseguera Herrera, hoy considerada la morenista -ex panista- más repudiada del Estado, integró la fórmula con Ismael Burgueño -dirigente estatal del partido- para la movilización y votación como consejeros estatales celebrada el año pasado, y aunque se benefició de la movilización de Valeria, parece que no se preocupa de que las investigaciones pudieran alcanzarlo.
Refilón
Darío Benítez decidió salirse de la reunión de forma inmediata y sin mediar palabras, bajo el argumento de que tenía un malestar físico. Sin embargo, la realidad es que se sabe un exiliado del círculo morenista, sobre todo porque la gobernadora ve con buenos ojos un perfil más fresco para la alcaldía de Tecate, como el ex priista Román Cota Muñoz.