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lunes, septiembre 30, 2024
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Energía más cara para los sudcalifornianos

La crisis energética de Baja California Sur no sólo se analiza desde el punto de los problemas que representa para la ciudadanía el enfrentar apagones constantes durante el verano, sino que a esto se suma la llegada de recibos de luz que, desde la perspectiva de la población, terminan siendo un abuso en comparación con el servicio que reciben.

“Nos cobraron los apagones”, se lee en redes sociales mientras habitantes de la entidad comparten sus impresiones al tener que pagar los recibos más altos en sus vidas, según sus expresiones.

Y es que los muros en Facebook y espacios de Twitter sirvieron de desahogo para personas que se cuestionan cómo harán para pagar recibos de hasta 12 mil pesos, cuando en sus hogares tienen exactamente los mismos aparatos que el año pasado y, aseguran, el consumo de energía no ha cambiado.

De acuerdo con la documentación de casos, el aumento entre el pago de este bimestre en comparación del mismo periodo del 2022 es de entre un 30 y hasta un 200 por ciento en algunos casos.

Hay casos de ciudadanos que mencionan que no están todo el día en sus viviendas, que sólo usan aire acondicionado por la noche, y aun así tendrán que pagar más de cuatro mil pesos en este bimestre.

“Sabemos en casa que en el verano pues llega más alto el recibo, pero no nos esperábamos esto”, comentó María Arvizu, ciudadana de La Paz.

El principal tema en los hogares es la solicitud de una explicación ante el incremento en comparación con el año pasado, ya que se trata de un duro golpe para la economía de las familias sudcalifornianas.

Los hogares sufren la embestida de recibos “impagables” y el regreso a clases

Cabe recordar que hace unos meses, la oposición y asociaciones civiles  abrieron debate sobre la importancia de que  la Comisión Federal de Electricidad (CFE) incluyera a Baja California Sur en la tarifa de subsidios más alta  para el verano, que es la 1-F.

Actualmente la Media Península recibe un subsidio en la tarifa 1-E, que está un escalón debajo de la 1-F en el tabulador de la CFE, esto explicado por la asociación Centro de Energía Renovable y Calidad Ambiental (CERCA).

Hay casos en la delegación de Todos Santos en donde habitantes refieren no usar ni aires acondicionados en sus casas y aun así tendrán que pagar más de seis mil pesos por el servicio.

Es en estas comunidades donde el mayor subsidio surtiría un efecto positivo para la economía de los hogares, señalan activistas y diputados del Partido Acción Nacional (PAN).

En este escenario, el gobernador del Estado, Víctor Castro Cosío, argumentó que la CFE y autoridades federales no pueden incluir a Baja California Sur en el subsidio más alto porque la temperatura promedio de la entidad no se compara con la de otros lugares del país, como Mexicali.

En respuesta, sociedad civil y la oposición pidieron al mandatario que tomara en cuenta que la temperatura de determinadas poblaciones sí rebasa el promedio; por esa misma razón, los aparatos como el aire acondicionado son de alta necesidad para sobrevivir la situación extrema del verano.

HOGARES AFECTADOS

Mientras se dan los debates, análisis y discusiones que abren los frentes políticos y de investigación en la materia, en los hogares sudcalifornianos existen preocupaciones económicas que los recibos de la luz de este bimestre han venido a agravar.

Es que no sólo se trata de cubrir el gasto de un servicio energético que es calificado como “abusivo”, sino también de surfear una de las épocas más complicadas para quienes son  padres y madres de familia: el regreso a clases.

Para ejemplo la situación de Luisa María González, que, junto con su esposo, tiene que cubrir los gastos de útiles y uniformes escolares de dos hijos y además pagar un recibo de tres mil pesos en la misma semana.

En su contexto, en su vivienda tiene un aire acondicionado, y al igual que cientos de ciudadanos refiere no haber cambiado sus hábitos de consumo en comparación al verano del 2022.

“Sí fue mucho el gasto porque realmente fue mil pesos más que el año pasado en la misma fecha; sí fue más caro y se puede decir que en mi trabajo ahorita es la temporada baja de alumnos… y sí fue demasiado lo que se aumentó”, compartió.

“Si le sumas el regreso a clases, también me dejaría inestable económicamente. Sí me afectó demasiado”, agregó.

Desde su perspectiva, coincide en que las autoridades tienen que buscar mecanismos para cambiar la situación.

Los sudcalifornianos han recalcado que en los últimos años se ha encarecido “exageradamente” la vida en la entidad sin que eso se vea reflejado en los sueldos, sólo en los precios de los productos y servicios de primera necesidad, sin que alguien intervenga efectivamente.

¿APAGONES ENCARECEN LOS RECIBOS?

Desde junio de este año, la CFE anunció cambios en las tarifas que dejarían a Baja California Sur con un precio de 5.922 pesos por kilowatt-hora (kWh), lo que refleja un aumento de 1.3 pesos por kWh en este año.

 En entrevista para ZETA, la directora de CERCA, Jaqueline Valenzuela, reiteró que esto se trata de un ajuste inflacional y que no debería haber una diferencia radical en el monto total de los recibos de la luz.

“No hay una postura de aumento de tarifas por parte de la Comisión Federal de Electricidad; si bien las tarifas pueden reflejar algún aumento, es sólo la parte inflacional y la determina la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Entonces digamos que de manera formal no hay un incremento, a excepción de lo inflacional”, explicó.

“No deberíamos estar resintiendo grandes diferencias en las facturaciones respecto al año pasado”, agregó la especialista en energía.

Señaló que cuando se quiere comparar si hay un incremento o disminución en el recibo, es necesario que se revise el consumo de  kWh de este bimestre con el mismo mes del año pasado.

Es en este escenario en que la directora infiere que los apagones sí pudieran estar causando un incremento en el consumo de energía, basándose en elementos de análisis de los recibos.

“Podríamos inferir que sí, depende del caso particular, y entonces decir ‘si yo el año pasado consumí tal cantidad de kilowatt-hora en el mismo mes, con los mismos aparatos y no ha cambiado prácticamente nada, habría de investigar a qué se debe esa diferencia en el consumo’, si es que la hay”, expuso.

“Otro indicador: si no hay una gran diferencia y el consumo es prácticamente el mismo al del año pasado, entonces sí hay una diferencia tarifaria; que, como ya lo mencionamos, no debería de haberlo, porque es un juste inflacionario y no debería ser representativo”, insistió.

En este sentido, comentó que habrá que hacerse un análisis  para determinar si los apagones masivos, que se registraron durante julio y agosto, se están reflejando en un mayor consumo de electricidad  y no necesariamente en un mayor uso de horas.

Lo que es un hecho que la crisis energética que llevó a la CFE a tandear cortes del servicio por colonias para evitar un colapso de la red, ahora es un factor nuevo que se está poniendo sobre la mesa y que puede tener un impacto en las facturaciones del último bimestre.

“Atrás de nuestro recibo ahí viene el histórico en meses y viene el histórico; ahí es donde nosotros podemos comparar la diferencia en consumo respecto al año pasado. ¿Cuáles son las diferencias con el año pasado a este? Pues la cantidad de cortes en el suministro que hemos sufrido hasta la fecha”, prosiguió.

“Si checamos el recibo en el mes de julio, donde ya se presentaron más fuertes y cuando cerremos agosto, recordemos que la facturación, por lo menos en la parte doméstica, es bimestral. Ahí necesitaríamos ir a nuestro recibo y compararlo por bimestre y ver si efectivamente hay una diferencia significativa en el consumo de kilowatt-hora que está registrando nuestro hogar a partir de estos diversos cortes en el suministro”, explicó.

Por otra parte, también mencionó que en algunas ocasiones el estado de las instalaciones eléctricas no siempre es el mejor y es un rubro en el que no hay mucha atención si se compara con otros gastos prioritarios que absorbe la manutención de una vivienda.

En ese escenario pudiera entrar el factor de la falta de mantenimiento y del equipo en casa; sin embargo, lo que sí se puede analizar de manera puntual es el consumo de kilowatts.

La directora de CERCA señala que debe analizarse el factor de los apagones en los altos montos de los recibos, Foto: Gilberto Santisteban

SIN SOLUCIONES EFECTIVAS

Baja California Sur sufrió por quinto año consecutivo la insuficiencia energética, siendo este verano el más grave en cuanto a la crisis, según asociaciones civiles.  

Aunque los reportes de apagones son esporádicos desde mediados de agosto y ya no se registran de forma masiva, continuaron más allá de las fechas prometidas por autoridades de la CFE y del Gobierno del Estado.

A finales de julio, el gobernador Víctor Castro Cosío, anunció que las autoridades federales instalarían tres plantas generadoras de energía para resolver la problemática en la entidad: una de ellas del 29 de ese mes y otras dos el 15 de agosto.

Sin embargo, las fechas llegaron y no se instalaron las tres plantas, según  información proporcionada por directivos de CFE en el Consejo Estatal de Protección Civil durante la contingencia por el huracán “Hilary”.

Para el 16 de agosto, la Federación sólo había instalado dos maquinarias y el inicio de operaciones  de la tercera se estaba postergando para finales de ese mes, sin ninguna garantía.

“Se han presentado estas interrupciones ahí en la generación intermitente que se tiene de la parte solar y la parte eólica; cuando se nos presenta alguna nubosidad que provoca que la generación intermitente solar no pueda aportar esa energía, entran nuestras plantas de generación”, argumentó reveló el representante de CFE en la sesiones.

“Pero, por el incremento de la demanda, en algunos casos es insuficiente y eso nos ha provocado tener que realizar esa rotación de interrupciones o que conocemos como giros de carga”, finalizó.

La oposición y organizaciones de la sociedad civil han señalada que estas plantas sólo son una “curita” para finalizar el verano y que no representan una estrategia adecuada para la dimensión de la crisis energética en Baja California Sur.

Por lo que, señalan, si el Gobierno Federal y Estatal no actúan en consecuencia y seriedad, los apagones sólo se postergarán hasta que inicie la época de temperaturas extremas del año que entra y quizás más recibos de luz “impagables”.

Autor(a)

Gilberto Santiesteban
Gilberto Santiesteban
Reportero sudcaliforniano, egresado de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS). Me dedico sobre todo a dar voz y cobertura a las causas ciudadanas en mi estado. Ante todo creo en la libertad de expresión y la libertad de prensa, incluyendo las responsabilidades y retribuciones que estas conllevan.
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