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lunes, septiembre 30, 2024
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El Conde

Pablo Larraín es un brillante director chileno, aunque no siempre sus películas son agradables. Son buenísimas, pero a la vez incómodas, sobre todo porque no aborda el lado amable de sus personajes, más bien lo atrapan las flaquezas, los vicios, los demonios internos, ya sea de una Jacqueline Kennedy en “Jackie”, o de la princesa Diana en “Spencer”. Sin embargo, la calidad ahí está.

A la fecha su mejor película como director es “El Club”, una joya del cine latinoamericano cuya historia se desarrolla en una casa del retiro para sacerdotes que la Iglesia Católica ha enviado prácticamente al destierro por pecados más que mortales que cometieron. Vaya manera de evadir la justicia del hombre.

Como productor, lo vemos en “Gloria” y “Una mujer fantástica”, esta última, ganadora del Oscar en la 90 entrega de los premios.

Ahora, vía streaming tenemos “El Conde”, un híbrido entre la comedia y el horror filmado en blanco y negro, donde Augusto Pinochet (Jaime Vadell) aparece como un vampiro que habita una mansión en ruinas y está harto de la vida eterna. Su visión antidemocrática persiste porque es una parte intrínseca de su historia, la de Claude Pinoche, joven soldado de Luis XVI que atestiguó la sangrienta revolución francesa y terminó con la cabeza de María Antonieta bajo el brazo, además de los colmillos bien afilados, pues ya había desarrollado sus habilidades vampirescas. Lógicamente ese es el origen de Pinochet y sus atrocidades.

Ahora, ya senil, el dictador no quiere seguir en un país que lo odia, según cree, por ladrón. Por eso está listo para decir adiós a este mundo, y es aquí cuando el karma lo golpea. Su familia es tan terrible como él, sus hijos llegan en busca de la herencia, su esposa lo engaña con el mayordomo, y sus últimas fuerzas debe canalizarlas a combatir su propio mal.

La cinta es burda, sí, y, claro, con una poderosísima actuación de Vadell, el resentimiento de Larraín a flor de piel por lo que fue el régimen de este General asesino se siente más válido que nunca. Por eso, aunque sea desagradable, vale la pena elegir este ambicioso título en el catálogo de Netflix. *** y media.

Punto final. – Sí, es serie, pero qué pasa con Ahsoka y Anakin…

Autor(a)

Gabriela Olivares
Gabriela Olivares
gabriela@zeta.com
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