Después de ser operado de la próstata en un hospital de Toluca, el narcotraficante Rafael Caro Quintero obtuvo la suspensión de un juicio de amparo para no ser retornado al penal de máxima seguridad Altiplano hasta que sea dado de alta médica.
El capo también presentó una demanda de amparo en contra de actos de incomunicación, señalando como autoridades responsables al titular de la Secretaría de Marina, entre otras.
Los dos juicios de garantías son conocidos por diversos Juzgados de Distrito en Materias de Amparo y Juicios Federales en el Estado de México.
El abogado Juan Manuel González Gómez, defensor particular de Rafael Caro Quintero, presentó el primero de los escritos en contra de actos de la Dirección del Centro Federal de Readaptación Social Número Uno “Altiplano” en Almoloya de Juárez y otras autoridades.
El acto reclamado consistió en la orden de traslado del quejoso del Centro Médico Adolfo López Mateos al Centro Federal de Readaptación Social número1 “Altiplano”, en Almoloya de Juárez, sin que se haya restablecido de la cirugía urológica de la cual convalece”.
A petición de la defensa del exlíder del Cártel de Guadalajara y valorando los riesgos, el juzgador concedió la suspensión de plano y de oficio “para el efecto de que no se realice el traslado del quejoso hasta en tanto el área médica del Hospital Adolfo López Mateos así lo autorice”.
El traslado podría realizarse “conforme a los datos que se obtengan de su expediente médico, así como de los padecimientos y condición del aquí quejoso; quedando bajo la estricta responsabilidad de las autoridades responsables, la integridad física del mismo”, determinó el juez.
Sin embargo, la insistencia de trasladar al recluso de nuevo al penal federal de máxima seguridad motivo el segundo de los juicios de amparo en contra de la autoridad que lo custodia durante su remisión e internamiento hospitalario: la Secretaría de Marina, por el acto de incomunicación.
Hasta este momento se desconoce si Rafael Caro Quintero ya fue trasladado de nueva cuenta a la prisión del “Altiplano”.
Caro Quintero purga una sentencia de 40 años de cárcel por el secuestro, homicidio calificado e inhumación clandestina del agente de la DEA Enrique Camarena Salazar y el piloto mexicano Alfredo Zavala Avelar, y enfrenta un procedimiento de extradición internacional.
