Le das una patada a una piedra y sale un tonto que se lo toma todo literalmente… nunca he visto un tonto debajo de una piedra.
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Adoro los mensajes de voz. Yo los detesto. Sí, esos también enfadan.
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— Doctor, me duele aquí.
“Pues póngase allí”.
— Doctor, me sigue doliendo…
“Doliendo, ¡deje de seguir al paciente!”.
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— Doctor, tengo un problema. ¡Siempre veo el lado más negativo a las cosas!
“No se preocupe, en una semana, con el tratamiento que le prescribiré, ¡eso se va a pasar!”.
— ¡Eso, si no me atropella un carro antes!
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En el restaurante:
— Buenas noches, ¿qué me recomienda?
“¡Que no venga cuando estamos a punto de cerrar!
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— Mesero, por favor tráigame una tortilla de verduras.
“¿Tortilla española o francesa?”.
— Da lo mismo, ¡no la quiero para hablar con ella!
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— Estoy tratando de olvidarte, necesito tiempo. Por favor, no me llames más.
“Pero, ¡si tú fuiste quien me llamó!”.
— Entonces, ¡por favor no contestes!
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— Esos que son asesinos de perritos para divertirse son malos. Son lastres…
“¿Las tres? ¡Dios mío, me tengo que ir!”.
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— Hay cosas que deberían durar para siempre.
“¿Como el amor?”.
— No, ¡como un lunes festivo!
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— Benito, ¿qué comen en tu casa?
“Carne de langosta, profesora”.
— Se supone que la carne de langosta alimenta, y tú cada vez luces más flaco y demacrado.
“No entiende, profesora. Comemos carne de la angosta, porque si fuera de la gruesa ¡no alcanzaría para todos!”.
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— ¡Oye! Dame tu teléfono.
“Claro. Apunta: 655…”.
— ¿Qué parte de la navaja y el pasamontañas no entiendes? ¡Dame ya el teléfono!
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— Papi, ¿por qué mi hermana se llama Rosa?
“Porque la hicimos en el jardín”.
— ¿Y por qué a mí no me hicieron en el jardín?
“¡No quiero reclamos, Chevrolet!”.
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— Amor, ¿no te vas a afeitar hoy?
“Hoy es domingo, mujer, no viene visita”.
— Mi mamá viene hoy, así que ¡aféitate!
“¿Para qué?, ¡si tu mamá no se afeita cuando viene!”.
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— ¿Cómo te llamas?
“Gumersindo”.
— ¿Y qué significa tu nombre?
“Significa que mis papás no me querían”.
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— Hola. ¿Está Blanca?
“No, ¡estoy negra del calor!”.
Autor: Un lento.
Qué rateros
La esposa comenta a su marido:
— ¡Qué ladrones los González!
“¿Por qué dices eso, cariño?”.
— ¡Imagínate! El otro día, en el asado, ¡se robaron los cubiertos que nos habíamos llevado del hotel!
Autora: Una recamarera.
Colmos de un pelón
– Tener ideas descabelladas
– Perder por un pelo
– Encontrar un pelo en la sopa
– Que le anden tomando el pelo.
Autor: Anónimo de esta redacción.
Gallegos… siempre los gallegos
— Oye, Pablo, no hay nada como llevar a la cama un desayuno saludable a tu esposa.
“No creo, Venancio. A la mía le llevo desayuno saludable con huevos, leche, jugo, fruta, mermelada, caldo… y aun así, ¡sigue diciendo que vive insatisfecha en la cama!”.
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— Oye, Manolo, ¿te enteraste que murió Paco?
“¡No me lo creo! ¿Qué le pasó?”.
— Fue a tirar el cigarrillo por el balcón ¡y olvidó soltarlo!
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¿Por qué un gallego lleva un hacha en el auto?
Para cortar camino.
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¿Cómo identificar a un gallego en un submarino?
Es el que lleva paracaídas puesto.
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¿Cómo purifican el agua los gallegos?
La tiran del tercer piso para que se mueran los microbios.
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¿Cómo sacar a un gallego de una bañera?
Poniéndole agua.
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Un letrero en un parque gallego:
“Favor de no pisar el pasto; el que no sepa leer, que pregunte. Gracias”.
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Un letrero en el jardín de un parque gallego:
“Se consignará a la persona que se sorprenda tirando basura aquí. A la que no, NO”.
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A Manolo le dijeron que su mujer lo estaba engañando con su mejor amigo… entonces fue a casa y peleó con el perro.
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De último momento: Policía gallego con doble personalidad muere en defensa propia.
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Gemelo suicida gallego mata a su hermano por equivocación.
Autor: Pues dicen que un español…