Nomás no llega a Baja California la tan publicitada Cuarta Transformación de Andrés Manuel López Obrador. Se prometió una dignificación de la carrera de Maestros y Maestras, pero esto en la práctica no se ha dado.
Los aumentos salariales no son suficientes para sacar de ancestral pobreza a los Maestros y Maestras de nuestra gran nación. Imponen topes salariales que sólo permiten continuar con la mediocridad en la que viven nuestros jóvenes educadores.
Se pretenden implementar programas para acabar con los altos salarios que devengan algunos docentes que han dejado la “piel” y su juventud cursando diplomados, maestrías y doctorados. El salario de 10 UMAS como tope máximo a los pensionados y/o jubilados… ¿Qué sabe la 4T de los sendos sacrificios y estudios que tuvieron que cursar quienes rebasan ese tope, que ronda actualmente entre los 31 y 32 mil pesos?
Un amplio sector del Magisterio de Baja California rebasa esa cantidad, pero si lograron alcanzar ese salario después de 30 o 40 años de servicio, no se vale que de un “plumazo” legislativo les sean arrebatados sus logros obtenidos a lo largo de su vida laboral.
Si bien ya no existe la Carrera Magisterial, que permitió que así fuera, ¿por qué arrebatarles lo que consiguieron de manera legal y con arduo trabajo y estudio?
La situación de nuestros compañeros que recién ingresan a esta tan bella profesión es preocupante. No es posible que con un mísero salario pretenda el actual gobierno que desempeñen adecuadamente su función. Estamos hablando de ocho mil pesos quincenales (si estoy en un error, corrijan mis datos).
Se escatima en sueldos para nuestros jóvenes maestros y maestras, mientras diputados y senadores ganan cantidades que superan los 100 mil pesos.
Y qué decir de los maestros interinos que no les pagan después de 3, 6 o hasta 12 meses, y algunas veces los tramposos sindicatos les birlan su salario.
Y no pasa nada en Baja California. Hablemos y apoyemos a nuestros compañeros y compañeras interinos, que sudan la “gota gorda” para dar clases a los grupos que dejamos los jubilados.
La lucha del magisterio tiene tres frentes: activos, interinos y jubilados. De lo contrario, seríamos un gremio que olvida sus raíces. Si los líderes sindicales han perdido el rumbo, exijamos que lo retomen y no se vendan al patrón-gobierno.
Atentamente,
Profr. Francisco Heredia Guzmán.
Tijuana, B.C.