Juan Enrique Bautista, titular de la Secretaria de Desarrollo Territorial, Urbano y Ambiental (SDTUA) del XXIV Ayuntamiento de Tijuana, informó que a las 15 casas con engomado rojo, que se vieron afectadas por el derrumbe de un talud en Colinas del Rey, se les levantará el sello hasta que ya no haya movimientos de tierra.
La noche del 27 de julio, familias del fraccionamiento Colinas del Rey perdieron sus patrimonios, tras el deslave de un talud que dañó 15 casas, y que ahora esperan que autoridades les den alguna solución.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 10 de la noche del jueves; al lugar acudió personal de Protección Civil, quien determinó que cinco casas de la calle Colinas del Sol, y a la mañana siguiente otras 10, debían tener engomado rojo, por estar en zona de alto riesgo.
El titular de la SDUTA dijo en conferencia de prensa, el lunes 31 de julio, que la estructura que está siendo afectada directamente, es un muro de contención en la parte medial alta de un predio ubicado en la calle Colinas del Sol.
“Abarca dos predios principalmente, que son alrededor de cuatro hectáreas en conjunto, en la parte de abajo resultaron afectados, por seguridad y por salvaguardar la vida de los habitantes, 15 viviendas que se engomaron en rojo”, dijo.
El funcionario municipal agregó que son 27 mil metros cuadrados de tierra, y hasta el lunes 31 de julio había un desfase de 13 metros de altura de la parte alta donde se encuentra la separación o grieta.
“Está siendo monitoreado todos los días y a todas horas por Protección Civil, así como el área de Daños de la DAU y por parte del Colegio de Ingenieros, se le hizo de conocimiento a la Cespt en esos momentos”, dijo.
Bautista agregó que están solicitando la atención por parte del Gobierno del Estado, para hacer mesas de trabajo.
“Afortunadamente, repito, no hay ninguna vivienda afectada, pero estamos monitoreando que la zona, una vez que sea estabilizada, que eso sería lo ideal, estaríamos pensando en levantar esos sellos. Mientras tanto, mientras siga el movimiento y no se asiente la ladera, estas casas serán solicitadas para que no sean habitadas”, explicó.
Por otro lado, señaló que parte del predio que se está viniendo abajo es de Gobierno del Estado y no de un particular, por lo que se solicitó la mesa de trabajo.
Sin embargo, vecinos afectados comentaron que días antes se registró una fuga de agua potable por parte de la Cespt, así como la construcción de edificios en zonas más altas, que desde que empezaron las obras, han sentido movimientos de tierra.
Al respecto, Víctor Daniel Amador, titular de la paraestatal, acudió al lugar de los hechos y aseguró que la fuga de agua era mínima y requirió la reparación de una tubería de 4 pulgadas de diámetro, por lo que no pudo ser esa la causa del deslave, y recordó que hace 10 años hubo derrumbes y se detectaron fallas geológicas