Apenas eran las 11:37 horas del domingo 13 de agosto, cuando el cajero Luis Armando Reyes de 21 años se disponía a despachar durante su turno a un cliente extraño que entró arrebatadamente al local y se colocó por el acceso a las cajas, impidiendo el paso de los trabajadores. En eso le apuntó a su cintura y exigió a gritos que le entregaran el dinero de las dos cajas de la tienda Oxxo ubicada en Durango y Márquez de León en La Paz.
El cajero, asustado, colocó el dinero en una mochila junto con botellas de whisky y cigarros. El maleante salió corriendo del lugar. Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, el promedio de los primeros cinco meses del año es de 10.4 robos con violencia a negocio; sin embargo, junio tuvo 23, lo que indica un aumento del 121 por ciento en este delito.
“Llegó un sujeto acelerado a un costado de él, pidiéndole el dinero de las dos cajas, y que se lo echara en la mochila, (así como) botellas de whisky, diciéndole que dónde tenía la caja de la mercancía, de la cual toma dos cajas de cigarros, por lo que salió sin rumbo”, indicó Juan Carlos González, Policía Tercero de La Paz.
Pero no es la primera vez que esto sucede. En este mismo Oxxo, el pasado sábado 5 de agosto un sospechoso de complexión robusta, que vestía sudadera oscura con gorro, una mochila del Partido Verde Ecologista de México y empuñando un cuchillo del tipo militar, amenazó al cajero, de nombre José Brandon, de 19 años, con dañarlo si no hacía lo que le pedía.
El asaltante le exigió el dinero de la venta (desconociendo cuánto) y se metió al mostrador y sacó dos botellas de alcohol de las marcas Absolut y Black & White; seguido a esto tomó múltiples cajetillas de cigarros de diferentes marcas. Después huyó a bordo de una motocicleta, según quedó establecido en la carpeta LPZ/5538/2023/NUC.
Y los asaltos no terminan. A las 8:30 p.m. del 4 de agosto, en el local de Oxxo ubicado en Gilito Arreola y Rodolfo Martínez del Fraccionamiento Mezquitito, de nuevo atacó el asaltante, sólo que en esta ocasión la cajera, de nombre Reyna Araceli de 24 años, brindó mayores datos sobre el asaltante.
Recuerda la cajera que le entregó el dinero de la venta (que eran entre 8 y 10 mil pesos), el asaltante toma tres cajetillas de cigarros y sale huyendo.
Reyna pudo observar que el individuo, de una estatura aproximada 1.75 metros, vestía playera negra, pasamontañas de camuflaje, cabello con corte de honguito; se le acercó al área de cajas y le dijo “que se calmara y que sacara todo y lo echara a una bolsa de plástico transparente”, datos importantes para los investigadores.
Policías de La Paz atendieron el reporte de “una persona del sexo masculino con una actitud sumamente agresiva”, el domingo 13 de agosto a las 5:45 de la mañana en las inmediaciones de la gasolinera del Parque Industrial; al llegar se entrevistaron con Guillermo “N”, asegurando que la persona armada estaba detrás de las instalaciones, que había tratado de asaltar a sus compañeros.
Allí pudieron ubicar a Jorge Luis Hoyos Polanco, una persona de estatura media, complexión robusta, de piel blanca, cabello negro, barba y bigote, sin camisa y pantalón café; en la cintura llevaba un objeto similar a un cuchillo con empuñadura blanca y comenzó a gritar a los oficiales “hijo de tu puta madre, me pelas la verga”. Al tratar de acercarse sacó el cuchillo e hirió al agente municipal Néstor Alejandro en el brazo derecho, brotando la sangre.
El individuo fue detenido y puesto a disposición por ultrajes a la autoridad; por este asunta quedó enmarcado en la carpeta LPZ/5705/2023/NUC.
PERCEPCIÓN DE INSEGURIDAD
En 10 días, se ha sabido de tres tiendas Oxxo que de manera pública sufrieron de asaltos violentos y que no se ha logrado detener al responsable; se cuenta con los testimonios y las imágenes del asaltante, pero no hay mayores pistas. Todos los cajeros asaltados son jóvenes y comparten que no lograron ver mucho.
El común denominador en las calles es un masculino con pantalón, suéter y pasamontañas, alto y robusto como características físicas; al parecer usa manga larga porque puede tener tatuajes.
Este es el perfil que lleva atacando tiendas de autoservicio desde finales del 2022 y no han logrado detener. En el establecimiento ubicado en Zapote esquina con Misioneros Combonianos o Dátil, de la colonia Indeco de nueva cuenta fue visto el asaltante, con la misma descripción y con imágenes y testigos. Nada se ha conseguido.
“Por más increíble que parezca, La Paz tuvo un descenso en la percepción de inseguridad. Yo quisiera preguntarle a cualquier persona en la calle: ¿De verdad que esto es real o hay un fallo en las estadísticas? Porque hoy tenemos más levantones, tenemos más asaltos a mano armada y más hechos violentos contra las mujeres en la vía pública, intentos de homicidio o de violación en las calles”, lanzó uno de los representantes del Consejo Ciudadano de Atención a Víctimas del Delito.
La situación tiene una discrepancia según el Consejo Ciudadano. La Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), pues afirma que en La Paz se tiene una percepción de inseguridad del 26.8 por ciento, a comparación del trimestre pasado, que era de 33 por ciento, y contra junio del año pasado, de 42.7 por ciento.
En junio, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública encontró el doble de casos de robo con violencia a negocio, lo que es un indicador que se incrementó un 100 por ciento esta modalidad a mitad de año en Baja California Sur.
“Hay un patrón en los últimos asaltos, y ya es muy conocido: sale un asaltante del CERESO y es el que viene cometiendo todos estos delitos. Ahorita en La Paz ya está plenamente identificado. De hecho, en los últimos atracos llega desesperado y cada vez se queda menos tiempo, porque ya sabe que es irremediable su situación jurídica, es cuestión de tiempo para que pueda ser ubicado y detenido”, reconoció la Agencia Estatal de Investigación Criminal.
BAJA PERCEPCIÓN DE INSEGURIDAD
Según la dirección de Seguridad Pública, Policía Preventiva y Tránsito de La Paz, la incidencia ha disminuido, pero aún siguen existiendo cuadrantes de cuidado con ciertos delitos. Por ejemplo, la Zona Centro continúa en riesgo de robo a negocio y de vehículo.
“A los comandantes se les explica constantemente en las reuniones de la Mesa de Seguridad cuáles son las zonas, mediante mapas de calor con los días, horarios y tipos de delitos, porque cada sector tiene sus particularidades: el sector 4, 5 y 9 al sur de la ciudad son los que presentaban en el primer trimestre el robo a casa habitación; el caso de la zona centro presenta el robo a comercio, el robo a vehículo”, expresó Rut de la Fuente, directora general de Seguridad Pública, Policía Preventiva y Tránsito Municipal de La Paz.
La estrategia de seguridad ha dado resultados, pero los asaltos siguen presentándose, y lo que mencionan los habitantes es que sigue faltando el recorrido constante de las patrullas; en muchos casos manifiestan que no hay policías en las inmediaciones.
Pese a lo que ocurre en las calles, la percepción de inseguridad sigue a la baja.
“En esta encuesta del mes de junio que acabamos de tener la emisión del segundo trimestre del año nos fue muy bien, figuramos entre los 10 municipios más seguros del país y la verdad es que son muy buenas noticias. A partir de este año la incidencia ha tenido muy buenos resultados y me refiero a que ha disminuido y eso nos permite posicionarnos dentro de los primeros 10 lugares”, celebró la directora general de Seguridad Pública, Policía Preventiva y Tránsito Municipal de La Paz.
La Paz consiguió disminuir con respecto al primer trimestre de este año de 33 a 26.8 por ciento, lo que significa que entre menor sea el número es mejor la percepción de seguridad que tienen los ciudadanos.
Para el Consejo Ciudadano de Atención a Víctimas del Delito, la percepción tiene muchas variables; afirman que hay que conocer si los encuestados son los mismos de siempre, en qué zona habitan y si ocurrieron los hechos cerca de su trabajo o su hogar, ya que cambia mucho la percepción según sus experiencias.