En su visita a Baja California Sur, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador fue cuestionado sobre el uso de agua potable que pudiera estar en manos de concesiones mineras en la zona Pacífico Norte de la entidad.
Específicamente respondió sobre la situación de la minera El Arco de Grupo México, que se ubica en el límite de división de Baja California y Baja California Sur.
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Habitantes de Mulegé refieren que el acuífero de Vizcaíno se dividió en dos, perdiendo 9 millones de metros cúbicos que se destinan a un segundo manto denominado “Llanos de Berrendo”, sin embargo, advierten que esta es la cantidad de agua que requiere la minera en cuestión para operar.
Ante la solicitud de revisión, el mandatario enfatizó que revisarán la situación y que la prioridad es cuidar el recurso hídrico para uso de la población.
“La prioridad es el agua para la gente para consumo doméstico, esa es la prioridad, sí nos importa el desarrollo, pero nos importa la alimentación, el abasto de agua y la salud del pueblo por encima de todo”, dijo.
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Recordó que en lo que va de su gestión no han entregado nuevas concesiones mineras, salvo con una excepción en Santa Rosalía donde otorgaron una ampliación a El Boleo para continuar la explotación de cobre.
En este tema en particular realizaron una consulta ciudadana para permitir esta ampliación de hectáreas.
Mencionó que en administraciones pasadas entregaron más de 120 millones de hectáreas del territorio nacional en concesiones mineras, mismas que han venido recuperando en su mandato porque no se explotaban.
“Esa política ya cambió y como no pagaban impuestos podían mantener la concesión especulando, ahora ya tienen que pagar un impuesto y muchos están devolviendo las concesiones que les entregaron durante el periodo neoliberal”, subrayó.
