En el deporte automovilístico de la Fórmula 1 lo que importa es ganar, a costa de lo que sea. Se dice que en la guerra y en el amor -y también en la Fórmula 1- lo que importa es ganar, por lo que, sin pretenderlo, han contratado perfiles individualistas con personalidad ególatra y conflictivas. Lo preferible es construir equipo que persiga el triunfo de conjunto, es decir con la fórmula ganar-ganar. La actitud, el liderazgo y motivación que ha demostrado Checo Pérez (CHP), así como el modelo de ganar-ganar, es la ideal y anhelada por todo empleador que busca al integrante mejor capacitado.
La escudería Red Bull es un ejemplo significativo que ha buscado por varios años a un coequipero para su piloto principal Max Versttapen (MV) para poder edificar un equipo competitivo. Por lo común, el perfil de los pilotos es egocéntrico, y Max es de por sí difícil; varios corredores con talento han fracasado en su oportunidad, tales como Daniel Ricciardo, Carlos Sainz, Pierre Gasly, Alex Albon. Aunado a lo anterior, la F1 es una actividad en la que los pilotos son preponderantemente de origen caucásico; el único latinoamericano que compite en la actualidad es CHP, por ello no es de sorprender que en ese entorno prevalezca la discriminación y desvalorización. Eso mismo han vivido muchos deportistas profesionales que han incursionado en especialidades donde los latinoamericanos no lo habían hecho en esas latitudes.
Recursos Humanos determina el perfil elemental de una determinada posición laboral, ya sea operativa, administrativa, gerencial, política o deportiva; no obstante, los hechos hablan más que mil palabras. CHP firmó un contrato con una misión primordial, que es apoyar a su piloto estrella para que alcance el triunfo y liderato de constructores, no así buscar ser campeón para sí mismo. CHP ha demostrado aptitudes de sobra y fue escalando en diferentes escuderías. En la última, fue eliminado por discriminación, hasta ubicarse en Red Bull (RB), que es un equipo competitivo. Actualmente, en su primer año posibilitó lograr el primer campeonato a MV, que no había podido consumar con otros coequiperos ni por sí solo. En estos años CHP ha evidenciado mucha capacidad de adaptación ante un talante de sobra evidenciado.
Christian Horner en algún momento comentó: “Compadezco a Checo por tener que estar todo el tiempo con Max”. Se adaptó a su nuevo equipo y modelo de coche, también ha demostrado buena actitud, orientado al logro del objetivo indicado por la empresa; asimismo, talento competitivo de liderazgo. Este año está ubicado en el segundo lugar de la tabla, es decir, aplicar la fórmula ganar-ganar, otorgándole a RB el 1-2 nunca logrado con otros compañeros; y adicionalmente facultado con un componente sustancial: es auto motivado; incluso a raíz del primer triunfo de MV lo ha motivado sin pretenderlo a perseguir más glorias. Es decir, ganar-ganar.
A consecuencia de un error que cualquiera puede cometer, CHP chocó y destruyó su coche; de ahí se ha hilado en competencias consecutivas con desaciertos. A base de un ansia de logro y de automotivación obtuvo en el Premio de Hungría el tercer lugar, a pesar de haber salido en noveno sitio. Al final de la carrera refirió sentirse insatisfecho por no alcanzar la segunda posición por lo menos.
En ese tipo de empresas donde se juegan millones de dólares en ganancia, no importa el giro, es frecuente de quien falla ser desechado a la brevedad sin contemplación; ya se esgrimía esa posibilidad con CHP, sin embargo falta camino por recorrer. Sergio ha demostrado de sobra facultades de poder ser campeón y ser el coequipero con el mejor perfil en la actualidad.
Lo único que falta es planeación de estrategia de RB enfocada al logro de equipo, es decir, ganar-ganar, no ganar individual para capitalizar las capacidades de ambos corredores que poseen perfil de ganador.
Atentamente,
Luis Rosas Oaxaca.
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