Los siete hombres cuyos restos fueron localizados en un pick-up Ford F150 modelo 1997 en las inmediaciones entre una gasolinera y una tienda Oxxo, fueron estrangulados. Todos. En sus caras se aprecian, sin embargo, huellas de tortura, golpes, moretones, narices fracturadas.
El hallazgo para la Policía Municipal de Tijuana fue de terror. Eran las 04:30 horas del lunes 12 de junio en el Ejido Chilpancingo, cuando en la caja del vehículo. debajo de una lona sobre la que acomodaron tres llantas, estaban apilados los cuerpos de seis hombres muertos.
Los oficiales municipales, primeros respondientes, explicarían cómo descubrieron el vehículo en que transportaban los cuerpos:
Los delincuentes iban en marcha cuando alcanzaron a ver un retén de la Policía Municipal unos metros adelante. Temerosos de ser descubiertos, decidieron -advierten los policías ante la siguiente movida- dar vuelta en U para evitar el filtro de revisión, acción que alertó a los oficiales hacia la sospecha y a perseguir el pick-up Ford F150 inscrito en una denuncia de robo con violencia en junio de 2022.
En la persecución, los dos tripulantes del vehículo detienen la marcha, lo abandonan en el perímetro de una gasolinera y emprenden la rápida huida corriendo. Ágiles, por lo que se aprecian jóvenes, fueron captados en su escape por tres cámaras de seguridad de tres distintas empresas, las cuales proporcionaron los videos inmediatamente a los investigadores.
En las grabaciones se observa a personas de complexión delgada, jóvenes por sus movimientos, huir a toda velocidad uno tras de otro hasta perderse fuera del alcance de las cámaras. No tenían en absoluto ni una sola característica similar a las dos personas aprehendidas por la Policía Municipal en el lugar donde se abandonó el vehículo con los cuerpos y que posteriormente fueron liberadas, por no ligárseles al hecho criminal, por la Fiscalía General del Estado (FGE).
Cuando los oficiales municipales revisaron el pick-up no con cierta pericia, pues las únicas huellas localizadas en la escena correspondían a un policía que acordonó el área, encontraron seis cuerpos bajo llantas en la caja del vehículo, otro más en el piso del asiento posterior, envuelto en una cobija. Los restos en el área de carga del vehículo estaban cubiertos por una lona y tres neumáticos en evidente desuso.
En el mismo contendor, los municipales localizaron un bidón de gasolina, lo que les hace presumir que el destino final de los cadáveres era la incineración.
Seis de las siete personas asesinadas han sido identificados, todos varones, y relacionados por nexos familiares. Se trata de los hermanos Fermín Antonio (24 años) y Flavio Iván (30) Pietro Pietro; los también consanguíneos Gerardo (30) y Ricardo (35) Limón Olmos; y los que identifican como parientes también, Antonio Pérez Soto (23) y Ángel Pérez Olmos (50).
De entre los hasta el momento identificados, sólo dos tenían antecedentes delictivos:
1. Ricardo Limón Olmos, alias José Luis Limón Olmos y/o El Riky. Tijuanense de nacimiento, procesado y encarcelado en la Penitenciaría de Tijuana en 2012 por delitos contra la salud en materia de enervantes y Ley de Armas y Explosivos.
Además, había sido vinculado a la comisión de otros delitos, como robo sin violencia en casa habitación en 2006, delitos contra la salud en 2011, portación de arma de fuego en 2012 y delitos contra la salud de nueva cuenta en 2014.
La última ocasión que fue investigado, fue en 2021. De hecho, tenía orden de aprehensión vigente por homicidio.
2. Gerardo Limón Olmos, oriundo de Tijuana. Se le giró una orden de aprehensión en 2014 por portación de armas prohibidas, y en 2022 fue vinculado en un Informe Policial Homologado por delitos contra la salud.
Ambos hermanos tenían un historial de venta de droga, además de ser El Riky, el más notorio en la comisión de delitos, y junto con el resto, dedicarse a actividades criminales en la colonia 10 de Mayo, donde no sólo ejercían el narcomenudeo, sino que se dedicaban al robo y asalto, según relató a ZETA uno de los elementos en la investigación de los hechos.
De acuerdo a los investigadores, las seis personas hasta el momento identificadas, fueron privadas de su libertad un día antes, el domingo 11 de junio por la tarde, ya por entrar la noche. Uno de los familiares de los asesinados declaró:
YA HABÍAN SOBREVIVIDO UN ATENTADO
De acuerdo a los investigadores del multihomicidio, de los hermanos Limón Olmos ubican particularmente a Ricardo como el más visible de la célula que, hasta el momento, ha sido ubicada como de asaltantes a mano armada.
El Riky sobrevivió a un atentado en su contra en 2021, a manos, según señaló él mismo en ese entonces, a un líder de célula del Cártel Jalisco Nueva Generación.
Durante una aprehensión por portación de arma de fuego, un sobrino del Riky, Carlos Enrique Limón González, relató:
Debido a esta declaración, los investigadores establecieron su primera hipótesis: que se trató de un ajuste de cuentas del Cártel Jalisco Nueva Generación, ya que los asaltantes, aun con residencia algunos en Los Pinos, delinquían en la colonia 10 de Mayo, o por lo menos lo hicieron hasta 2021.
Cuando Ricardo Limón Olmos sobrevivió al atentado en su contra en el que resultó lesionado, en su declaración, efectivamente acusó a criminales a los que identificó liderados por uno de apodo el Jalisco, quienes servirían delincuencialmente al Cártel Jalisco Nueva Generación.
En el año en que fue herido, declaró luego de ser detenido por portación de arma de fuego:
El móvil del multihomicidio, refirió uno de los investigadores a ZETA, sería que el grupo de asaltantes estarían delinquiendo en una zona dominada por criminales al servicio de Jalisco Nueva Generación, quienes habrían asesinado al grupo por “calentar la plaza”.
La segunda hipótesis, es que los asaltantes muertos, por las zonas en que delinquían, podrían haber sido privados de la libertad primero y asesinados después, por una célula del Cártel Arellano Félix que encabeza James Bryant Corona el Apache, a quien ubican con dominancia criminal en Otay, área geográfica donde se ubica la zona de acción criminal que utilizaban los asaltantes Limón Olmos, la colonia 10 de Mayo.
Sin embargo, investigadores estatales no descartan que se trate de un grupo de asaltantes a mano armada que actuaban de forma independiente a las células de los cárteles con presencia criminal en Tijuana, y por tal motivo, fueron ultimados.
A pesar de los tres videos donde se aprecia la huida de quienes tripulaban el pick-up en el que fueron encontrados los cuerpos, en la FGE no han logrado la identificación de ninguno de ellos. Las investigaciones para identificarlos, así como a los autores, cárteles y células criminales inmiscuidas, apenas inician.