Antes del matrimonio:
Él: ¡Sí! Por fin. ¡Qué duro fue esperar!
Ella: ¿Quieres dejarme?
Él: ¡NO! Ni siquiera lo pienses.
Ella: ¿Tú me amas?
Él: Por supuesto, una y otra vez.
Ella: ¿Alguna vez me has sido infiel?
Él: ¡Nooo! ¿Cómo te atreves siquiera a preguntar eso?
Ella: ¿Me besarías?
Él: En cada oportunidad que tenga.
Ella: ¿Te atreverías a golpearme?
Él: ¿Estás loca? No soy ese tipo de persona.
Ella: ¿Puedo confiar en ti?
Él: Sí.
Ella: ¡Mi amor!
Después del matrimonio:
Lea de abajo a arriba.
Autor: Una pareja casada… por muchos años.
El barbero de la cuadra
Un hombre llega a la barbería con cara de preocupación. El barbero enseguida le pregunta:
— Pedro, ¿qué te pasa? Tú siempre tan bromista y estás con esa cara de preocupación.
Pedro le contesta:
— Es que tengo un dolor de cabeza desde ayer, entonces me fui a la casa y cuando llego, que me encuentro a mi mujer con otro.
El barbero muy asombrado, le pregunta:
— ¿Con otro hombre?
Y el hombre le responde:
— No amigo, con otro dolor de cabeza.
El barbero que es muy bromista, piensa que le va a decir eso a otro para tomarle el pelo. En ese momento entra un vecino, y el barbero pone cara de preocupación, a lo que el vecino le pregunta.
— ¿Qué te pasa? Tú eres siempre tan bromista y te veo tan pensativo.
El barbero le contesta:
— Es un terrible dolor de cabeza que tengo, fíjate que ayer tuve que cerrar la barbería por ese dolor de cabeza, y cuando llego a la casa encuentro a mi mujer con otro.
Entonces, inmediatamente el vecino le contesta:
— Bueno, por fin te das cuenta. Todos los vecinos sabíamos que apenas tú salías, ese hombre se metía a tu casa con tu mujer y salía en la tarde.
Autor: Un vecino chismoso.
La carrera
El año pasado participé en un maratón. La carrera comenzó e inmediatamente era el último de los corredores. Fue vergonzoso.
El tipo que estaba delante de mí, penúltimo, se burlaba. Él me decía:
— Oye amigo, ¿cómo se siente ser el último?
Yo respondí:
— ¿Realmente quieres saber?
Entonces me salí de la carrera.
Autor: Un maratonista.
El sargento y los soldados
Un Sargento les dice a los soldados:
— ¡SOLDADOS, PRESENTEN ARMAS!
Y los soldados dicen:
— Hola, mucho gusto, le presento a la pistola.
***
Estaban formados los soldados y en eso el general le pregunta a un soldado:
— Soldado Maclovio, ¿para usted qué es la patria?
— Para mí la patria es como si fuera mi madre, general.
— Muy bien, muchachito, muy bien.
— Soldado Cornelio, ¿y para usted qué es la patria?
El soldado Cornelio se queda pensando y dice:
— Para mí es como si fuera mi tía, general.
— ¿Y por qué?
— Porque aquí, el soldado Maclovio es mi primo.
***
Ingresan nuevos reclutas a la reserva militar, el coronel pide que se formen en fila y que se enumeren del 1 al 7. Del 1 a 6 los reclutas dicen con voz alta su número: 1, 2, 3, etc. El séptimo, con voz sexy, dice:
— ¡Siete!
El coronel frunce la frente y repite, algo enojado:
— Favor volver a decir sus números.
Y nuevamente 1, 2… y el séptimo, con voz sensual, dice:
— ¡Siete!
El coronel, muy enojado, se acerca al recluta y le dice con voz fuerte:
— A mí me gustan los hombres.
Y el siete contesta entusiasmado:
— ¡Qué bueno, a mí también!
Autor: Anónimo de la GN.
Tres deseos
Era una vez un gangoso que caminaba por la calle; de pronto que se encuentra una lámpara maravillosa, y le pide un deseo:
— Deseo que mis padres sean igual que yo.
Cuando llega a su casa su madre le dice:
— Hijjooo, ¿quieeerreess deee commerr?
Y el gangoso se dijo que su madre hablaba igual que él. En eso llega su padre y le dice:
— Hijo, ¿cómo te fue en la escuela?
Entonces el gangoso queda pensativo y se pregunta por qué su padre no hablaba igual que él. De repente, suena el timbre de su casa, y al abrir la puerta se encuentra con el aguador que le dice:
— ¿Nooo vaaa aa quuueeerrreer sus garraaafoonees?
Autor: Un plomero.
Cuidado con ese deseo
Cierto día un hombre encontró una botella, al destaparla se dio cuenta que tenía un genio.
Este le dijo:
— Te concederé tres deseos.
— Muy bien, mi primer deseo es tener mucha lana.
— Concedido —dijo el genio y lo convirtió en oveja.
Autor: Un greñudo.
Dos obreros
Estaban dos obreros platicando y uno le dice al otro:
— Fíjate que hay un hoyo en la carretera, ¿cómo lo tapamos?
Y el otro le contesta:
— Hacemos otro hoyo a la par y con la tierra que saquemos tapamos ese hoyo.
— ¿Y cómo hacemos para tapar ese hoyo?
— Hacemos otro hoyo a la par y con la tierra que saquemos tapamos ese hoyo y así nos vamos hasta sacarlo del pueblo.
Autor: Anónimo del programa de bacheo del Ayuntamiento de Tijuana.
En escena
Primera escena: Un enanito diciendo groserías.
Segunda escena: Un enanito diciendo groserías.
Tercera escena: El mismo enanito diciendo groserías.
¿Cómo se llama la obra?
BULGARCITO.
Autor: Un dramaturgo, dicen.