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martes, octubre 1, 2024
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Elecciones amañadas

Viejito va a votar. Luego de emitir su sufragio, se acerca al personal a cargo de la casilla y tímidamente pregunta:

Disculpen, ¿alguno de ustedes puede decirme si mi esposa ya votó?

“¿Cómo se llama su esposa?”.

María Rosa Pérez Castillo.

“Efectivamente, ya votó, pero… ¿ustedes no viven juntos?”.

No. Ella murió hace 15 años, pero como en cada elección viene a votar, ¡quisiera verla!

Autor: Anónimo de Morena.

Retrasado

Señor Presidente, tiene usted un retraso mental notable.

“¿Notable? ¡Vaya, eso sí es noticia! Y todo el mundo pensando que hago todo a propósito…”.

Autor: Otro anónimo de Morena.

Confesiones políticas

Padre, confieso que he pecado. Ayer le pegué a un político.

“Querida, estoy aquí para escuchar tus pecados, ¡no tus servicios a la comunidad!”.

Autor: Un ciudadano común.

Deducción lógica

Dos amigos se encuentran por la calle, uno de ellos es matemático, quien le pregunta otro:

Oye, Pepe, ¿qué es eso de la lógica?

“A ver, por ejemplo, Mariano. ¿Tú tienes una pecera en casa?”.

Sí.

“Entonces, es lógico que te gustan los peces”.

Ajá.

“Entonces, lógicamente, te gustan los animales”.

Claro.

“Por lo tanto, te gusta el más bello de los animales: la mujer”.

¡Claro!

Al cabo de unos días, Mariano se encuentra con otro amigo suyo, y le pregunta:

Oye, Luís, ¿tú tienes una pecera en casa?

“No”.

Entonces eres gay…

Autor: Un homofóbico.

La postura del pez

Dos amigos conversan:

Pues la postura favorita de mi mujer en la cama es la del pez.

“¿La del pez? Esa no la conozco”.

Sí, se da la vuelta y ¡nada!

Autora: La ex mujer.

El único que ladra

¿Cuál es el único pez que ladra?
El lenguau.

Autor: Un pescador.

Dos ladrones

Dos ladrones están robando en un almacén de pescado. Un policía ve que cae una lata del tejado y exclama:

“¡¿Quién está ahí?!”.

El primer ladrón responde:

“¡Miau!”.
El policía piensa para sí:

“Ah, es un tonto gato”.

Al cabo de un rato cae otra lata de pescado y el agente vuelve a preguntar:

“¿Quién anda ahí?”.

Y el segundo ladrón, un verdadero tonto, contesta:

“¡Soy otro gato!”.

Autor: Un ratero.

Breves y ebrios

— ¿De dónde vienes?

“Del salón de belleza”

— Y qué, ¿no había luz?

***

— Papá, ¿tienes preferencias entre mi hermano y yo?

“Estás loco, muchachito; para mí son absolutamente iguales, tú y mi campeón”.

***

Eres lo último en lo que pienso cuando me duermo y lo primero que pasa por mi cabeza cuando me despierto. Te amo, mi hermoso celular.

***

— ¿Cómo es tu amor por mí?

“Cuenta las estrellas del cielo”.

Ah, ¿es infinito?

“No, ¡una pérdida de tiempo!”.

***

— Mamá ¿ya viste la camioneta de mi novio?

“Pero ¡es el camión de la basura!”.

Mamá, ¡SIEMPRE LE BUSCAS DEFECTOS A MIS NOVIOS!

***

— Cantinero, deme otra copa.

“Señor, ¿no ha bebido ya suficiente?”.

— ¡No! Y deme una copa de Suficiente para probar.

***

— Amor, te tengo una noticia.

“Yo también te quiero decir algo…”.

— Gané la lotería, ¡somos millonarios!

“Term… ¡Qué bien, mi amor!”.

***

Vieja, tu cara me es familiar…

“Cállate, tonto. ¡Soy tu madre y estás borracho!

***

“Cada vez que bebo, me vuelvo más guapo. Llego a mi casa y mi mujer me dice ¡Ay, qué lindo!”.

***
Un borracho abre la puerta de su casa con un supositorio, un vecino lo ve y le advierte:

Oiga, está tratando de abrir la puerta con un supositorio.

“No puede ser, ¿dónde habré metido la llave?”.

***

Un borracho llega a casa y enfrenta a su mujer:

Cariño, te tengo dos noticias: una buena y otra mala.

“A ver…”.

Dejé la bebida, ¡pero no sé dónde!

***
Un borracho lleva una botella de ron a su esposa.

Toma, cariño, este regalo es para ti.

“Sabes que no tomo esa basura”.

Sólo quiero que le des una probadita.

“¡Ay, qué asquerosidad!”.

Ya lo probaste. ¿Ves el sacrificio que tengo que hacer para tomar?

***
Dos amigos en un bar:

Cuando mi mujer se dé cuenta por mi aliento que he bebido otra vez, me mata.

“Haz como yo: para que no te huela el aliento, cuando te pregunte, ¡contéstale con la boca cerrada!”.

***

La esposa enojada:

Dime, desgraciado, ¿qué ganas tomando?

“Nada. ¡Yo tomo sin fines de lucro!”.

***

Un borracho llega a su casa manchado de lápiz labial y su mujer lo increpa:

¿Qué es esto?

“No me vas a creer, ¡me asaltó un payaso!”.

***

Otra esposa reclama al marido borracho:

Cuando nos casamos, prometiste que no volverías a beber nunca y que serías otro hombre.

“Es verdad, pero es que al nuevo hombre ¡le gusta la bebida más que al anterior!”.

Autor: Reside en Playas de Tijuana.

Autor(a)

Gabriela Olivares
Gabriela Olivares
gabriela@zeta.com
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