Las comunidades indígenas deberían contar con su propia representación popular ante el Congreso del Estado y los cabildos municipales, ya que actualmente en Baja California hay un descontento por el desarrollo de consultas a los pueblos originarios por parte de la Cámara local.
Supuestamente cada comunidad indígena debería elegir a sus representantes ante la toma de decisiones del gobierno y así tener representatividad en la cámara de diputados y entre los regidores municipales, recomendó Miguel Ángel Ordaz García, presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos Para los Pueblos Originarios de Baja California.
“Debo empezar por aclarar que en Baja California no existe ningún distrito que se considere un distrito indígena a diferencia de otras partes de la República. En otras partes sí hay distritos indígenas en donde sus representantes son indígenas. En Baja California, independientemente de las etnias originarias, también están las asentadas y no existe un padrón que con certeza nos puedan decir cuántas personas hay de qué orígenes. Calculamos, así arbitrariamente, que andamos en el cuarto de millón de habitantes”, explicó Ordaz.
El experto en derechos humanos reconoce que reconfigurar los distritos locales para que al menos uno sea considerado indígena podría ser un reto a largo plazo considerando que Baja California carece de un padrón confiable de las comunidades originarias que se complica con la migración de otras poblaciones que llegan por temporada.
“Que se respeten las leyes, no solo locales, nacionales e internacionales, porque esto debe ser un gobierno no solo democrático, también representativo. Hablar de representatividad es incluir a los grupos vulnerables. Que se comience a ver bajo una óptica con voluntad política con consciencia social y respeto a las tradiciones históricas para que no se vea esto con carácter exclusivamente político”, dijo.