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martes, octubre 1, 2024
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Sin desmantelar, planta de Constellation Brands; incertidumbre sobre el retiro

Cuando en 2015, el entonces gobernador Francisco Vega de Lamadrid anunció la multimillonaria inversión de la planta cervecera Constellation Brands en el Valle de Mexicali, nadie se imaginaba que casi ocho años después, la planta no sólo no estaría construida, sino que además se viera involucrada en un conflicto político-jurídico-social.

El proyecto de la planta Constellation Brands, que pretendía ocupar entre 20 y 30 millones de metros cúbicos de agua al año -según diversas manifestaciones de impacto ambiental- a instalarse en los alrededores del poblado El Choropo, ubicado en el Kilómetro 7 de la carretera Mexicali-San Felipe, continúa siendo tema dentro de los colectivos, el gobierno y la propia empresa, misma que tenía previsto iniciar operaciones en 2021.

Como es sabido, la construcción de la planta tuvo un final anticipado e inesperado, cuando el 21 y 22 de marzo de 2020, mediante una consulta popular carente de los mínimos estándares para garantizar un ejercicio democrático, una abrumadora mayoría votó en favor de que se suspendiera y que Constellation Brands se fuera de Baja California, ofreciendo Veracruz y Tabasco como dos de las entidades con mayores posibilidades para recibir su inversión, y la posibilidad de ampliar sus operaciones en Ciudad Obregón, Sonora, donde cuenta con una enorme planta cervecera.

De 36 mil 781 personas que acudieron a sufragar, 27 mil 973 pidieron que no se instalara, y aunque el ejercicio era carente de sustento legal, los directivos de la empresa y el Gobierno de México llegaron a un acuerdo para no instalarse en BC, donde desde 2017 se declaró una sequía intensa, pero desde hace más de 20 años ha generado estragos. Sin mencionar que desde hace aproximadamente 50 años no se han otorgado nuevos permisos de agua, debido a que se cuenta con un estrés hídrico que es medianamente solventado por el agua proveniente del Río Colorado.

El compromiso indicaba que la planta cervecera se retiraría en dos años, pero en marzo de 2023 anunciaron que sería imposible desmantelar toda la obra en ese tiempo y solicitaron una prórroga de seis meses al Gobierno de México para revisar qué hacer con el equipo faltante.

Activistas que conformaron diversas agrupaciones que en su momento formaban parte del colectivo “Mexicali Resiste”, discrepan sobre si se desmantelará la planta o si los retrasos pretenden llegar al cambio de gobierno para negociar con un nuevo Presidente. Sin embargo, ambos coinciden en que existen muchas dudas que ni la empresa ni el Gobierno de México han podido responder, como el hecho de que los terrenos y permisos de agua pertenecen a Constellation Brands, pues ya fueron adquiridos.

ZETA tiene en su poder el calendario de desmantelamiento y el último informe presentado a la Comisión Especial que estructuró el plan de salida de la trasnacional, en el que se confirma que aún existe infraestructura dentro de la planta.

Sin embargo, para un grupo de los colectivos hay total certeza de que en estos momentos no existe equipo, maquinaria ni personal para producir cerveza, lo que -aseguran- coincide con los planes proyectados por el gobierno, la empresa y los colectivos.


LA SALIDA DE CONSTELLATION

Luego de una serie de negociaciones a partir de la consulta popular, el 25 de febrero de 2021, se llevó a cabo -por primera vez- la reunión para determinar la salida ordenada de la cervecera, donde participaron funcionarios federales de primer nivel, estatales y directivos de la empresa.

El 8 de marzo se dio la primera reunión formal y, diez días después, se conformó la Comisión Especial que daría seguimiento puntual a cada punto y avance de la salida ordenada, donde representantes de colectivos, de la empresa y de los tres niveles de gobierno, fueron incluidos para la revisión meticulosa.

De febrero de 2021 a marzo de 2023 se llevaron a cabo -según documentos oficiales de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Semarnat- 36 reuniones donde se incluyen informes de avances, peticiones, propuestas para visitas físicas y las propias visitas a la planta.

En el último informe, Constellation Brands reconoció que aún le faltaba retirar el siguiente material y equipo, lo cual se haría en tres fases:

– Cuatro vehículos Polaris

– Ocho torres de energía eléctrica

– Dos módulos sanitarios

– Un tanque Daw

– Equipo de oficina con el que serán necesarios de cinco a siete camiones de mudanza

– Cuatro casetas móviles

– Dieciséis tanques de almacenamiento de 10 metros, seis tanques de 3.9 metros, cuatro tanques de 6.4 metros y otros 21 tanques de 10 metros ubicados en otra parte de la propiedad.

Además, la trasnacional confirma que existen dos zonas llamadas “de cocimiento” y el sistema de limpieza, que aún no han sido removidos. 

En el informe final presentado en marzo, la comitiva que ingresó a la planta, donde el representante ciudadano, ingeniero José Guadalupe González García -especialista en producción y procesamiento de cerveza-, quien trabajó para Cuauhtémoc-Moctezuma y forma parte del colectivo “Tecate en Pie de Lucha”, dijo lo siguiente sobre el “área de cocimiento”:

“En el áreaa los silos y las ollas de cocimiento encontré que en el espacio destinado a los silos sólo se encuentra su cimentación, pues los silos fueron retirados como parte del proceso de desmantelamiento, según explicó el Ing. Villanueva. En lo que respecta a las ollas de cocimiento, sólo existen dos de las tres necesarias para iniciar el proceso de producción de cerveza, pues desinstalaron una de manera completa. A las dos ollas restantes se le retiraron los agitadores. El Ing. Villanueva mencionó que no removieron las dos ollas, ya que fueron diseñadas para el proceso y condiciones específicas de esta planta”.

El especialista narró que de los 30 contenedores localizados dentro de la planta, sólo pudieron retirarse seis, el resto fue instalado con específicaciones exclusivas para la planta de Mexicali, por lo que sus dimensiones y modo de operación, no son compatibles para otras plantas. Es decir, fueron hechas sólo para la construcción en Mexicali.

Los 24 tanques restantes visibles en los exteriores del predio, están totalmente inactivos. No fue posible retirarlos por la incapacidad de maniobra de la grúa y porque están recubiertos con poliuretano, el cual se endurece como el cemento. Para retirarlos se tendrían que demoler”, refirió en su informe.

También aseguró que el Departamento de Fuerza Motriz, el corazón de la planta, se encuentra totalmente inhabilitado, que el área de almacenamiento no cuenta siquiera con piso y prácticamente quedó en obra negra la construcción de 500×100 metros y 20 de altura, donde pretendía resguardarse el producto terminado.


TERRENO Y DERECHOS DE AGUA, PENDIENTE PARA CB

El especialista Iván Martínez Zazueta, quien también forma parte de la Comisión Especial, comentó que durante el proceso de desmantelamiento se enviaron varias cartas a la Presidencia de la República, para solicitar respuestas sobre los avances del desmantelamiento, pues partiendo de visitas al exterior, como de visualizaciones satelitales, pudieron constatar que aún quedaba equipo dentro de la planta.

Tras una revisión del caso, directivos de Constellation Brands confirmaron que aún tenían equipo dentro de la planta, pero que el compromiso con el Gobierno de México ya había concluido.

Ante esa situación, se plantearon nuevas reuniones de trabajo en las que colectivos solicitaron que se retirara el equipo mayor, que se realizaran visitas físicas y brindaran un informe sobre los permisos de uso de agua.

Los primeros dos puntos se encuentran en proceso, pero el tercero sigue sin ser claro para los colectivos.

Según lo expresado en la Comisión Especial, la cervecera pretendía un año para desinstalar todo el equipo, pero el Gobierno de México sólo dio seis meses, con la exigencia de que en la mitad del periodo se llevara a cabo una revisión física de las instalaciones.

Martínez Zazueta indicó que si esa ampliación parte de sus exigencias, es mucho mejor a que la empresa dijera que ya concluyó cuando todavía existía el equipo ahí. Mientras tanto, directivos de Constellation Brands revisarán si algo de la infraestructura les es todavía útil, pero en ese momento lo veían poco probable.

Además, según el último informe a la Bolsa de Valores, Constellation Brands abría la posibilidad para poner los activos en venta, incluyendo el propio terreno, lo que les sugiere que ya no tienen interés en construir la planta.

Sin embargo, el abogado Armando Salinas discrepa con esta opinión y asegura no descansarán hasta que todo el equipo sea retirado, ya que temen que se trate de una simulación.

Reunión de Semarnat con grupos de la Resistencia, previo a salida de Constellation, Foto: Cristian Torres

Agregó que no todos los colectivos fueron invitados para conocer detalles del desmantelamiento, el cual debería ser público y de consulta accesible, pero no es así.

Salinas coincidió en que no se cuenta con información sobre qué pasará con el terreno y los permisos de agua propiedad de Constellation Brands, mismos que ha litigado ante la justicia federal.

El abogado, quien forma parte del colectivo Artículo 39, opinó que el Presidente Andrés Manuel López Obrador debe expropiar los terrenos y pagar lo correspondiente a la empresa, con el objetivo de construir un hospital o algún inmueble de interés y beneficio común. No obstante, por el momento consideran que el mandatario federal no cumplió con los compromisos pactados.

ZETA solicitó información al enlace de Comunicación de Constellation Brands, pero hasta el cierre de edición, no hubo respuesta.

Autor(a)

Eduardo Villa
Eduardo Villa
Periodista desde 2011 y corresponsal en Mexicali del Semanario Zeta. Participante del Border Hub del International Center for Journalists y coautor del libro “Periodismo de Investigación en el ámbito local: transparencia, Acceso a la Información y Libertad de Expresión”
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