Guadalajara, Jalisco.- Entre vítores y aplausos prologados tanto para Raúl Padilla López (1954-2023), como para Mario Vargas Llosa y la Orquesta Solistas de América, transcurrió el recital en memoria del fundador de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), el sábado 27 de mayo por la tarde, en una abarrotada Sala Plácido Domingo del Conjunto Santander de Artes Escénicas.
Autoridades universitarias como el rector de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva Lomelí, así como la directora general de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) y del Nobel Mario Vargas Llosa, acudieron puntuales para atestiguar un concierto memorable en honor de Raúl Padilla López, cuya imagen luctuosa en blanco y negro resaltaba junto a la Orquesta Solistas de América.
Antes de que los músicos de la Orquesta Solitas de América compartieran su virtuosismo, tanto el rector de la UdeG como el Premio Nobel de Literatura 2010 dirigieron sendos mensajes a la concurrencia:
“Este concierto se celebra en el marco de la V Bienal de Novela Mario Vargas Llosa organizada para exponer y expresar un profundo reconocimiento al fundador del Conjunto Santander y gran promotor de la cultura, las artes y las humanidades de nuestro estado, país y del mundo entero”, expresó Ricardo Villanueva Lomelí, rector de la Universidad de Guadalajara.
“Raúl Padilla López siempre expresó su amor y compromiso con libros, la música el cine y las expresiones culturales; asimismo, es reconocido por haber sido un importante promotor y visionario de proyectos que han impulsado las industrias editoriales, musical, cinematográfica, cultural de Jalisco y de México”, advirtió el rector.
Posteriormente, ataviado con camisa blanca sin corbata y traje gris, Mario Vargas Llosa reveló que fue el propio Raúl Padilla López quien tuvo la idea de ofrecer un concierto de música clásica durante la Bienal Mario Vargas Llosa:
“El destino ha querido que dediquemos este concierto a la memoria de Raúl, pero lo cierto es que se habría celebrado aun si las trágicas circunstancias que todos conocemos no nos hubieran privado de su presencia; porque fue idea suya que la Bienal ofreciera un concierto de música clásica como parte de las jornadas literarias que nos reúnen esta semana en Guadalajara, con esa visión amplia que lo caracterizaba. Él pensaba que entre las mesas redondas dedicadas al debate literario y cultural y las deliberaciones intensas del jurado, había lugar para la música y que un concierto como éste enriquecería estas jornadas. Por eso, y por lo mucho que le debemos, hemos dedicado en su memoria el concierto de Tchaikovsky y de Beethoven que vamos a escuchar esta tarde”, narró el Nobel.
Posteriormente, el autor de “La ciudad y los perros” confirmó su reconocimiento al fundador de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL): “Raúl Padilla, como lo dice anteayer en la inauguración, fue uno de los grandes promotores culturales del ámbito de nuestra lengua y del mundo; reunía características que rara vez van juntas: una enorme sensibilidad por la cultura en general y la literatura en particular; una visión, a la vez tapatía jalisciense, mexicana, latinoamericana y universal; la vocación de soñar proyectos ambiciosos y la capacidad empresarial de ejecutarlos; una fuerza persuasiva capaz de convencer a cualquiera de que esta ciudad era una de las capitales culturales del mundo, y que aquí debían realizarse grandes ferias y festivales literarios, cinematográficos y artísticos, y un olfato para convocar a los mejores como lo prueba, por ejemplo, el trabajo extraordinario que ha hecho Marisol Schulz como directora de la Feria Internacional del Libro que el propio Padilla fundó y presidió. Su relación con la Universidad de Guadalajara es casi legendaria, pues transformó esa gran casa de estudios descentralizándola, aumentando su rigor académico y su prestigio, y vinculándola a la economía productiva a partir de una visión moderna de lo que debe ser una universidad; gracias a ello pudo hacer de la Universidad de Guadalajara y de la Fundación que lleva su nombre una plataforma cultural influyente más allá de las fronteras de Guadalajara, Jalisco y México”, disertó el Nobel.
Finalmente, Vargas Llosa advirtió que “Su legado (de Raúl Padilla) es pues enorme y lo sobrevivirá. Hemos querido simbolizar nuestro reconocimiento a su figura dedicando a su memoria el concierto que ahora vamos a escuchar y que como tantas otras iniciativas felices él mismo propuso; muchas gracias”.
Tras las palabras del Premio Nobel de Literatura, bajo la batuta del maestro Iván López Reynoso, la Orquesta Solistas de América compartió la “Sinfonía No. 6 en Si Menor, Op. 74” (Patètica), el “IV movimiento” (final, adagio lamentoso) y “Variaciones sobre un tema Rococó, Op. 33” de Tchaikovsky (1840-1893); y después del intermedio, la Orquesta Solistas de América deleitó al público con “Sinfonía No. 5 en Do menor, Op. 67” de Beethoven, para concluir con aplausos prolongados la inolvidable gala en memoria de Raúl Padilla López.