El arzobispo Francisco Moreno Barrón se reincorporó a sus actividades pastorales el sábado 20 de mayo, luego de haber sido operado en la Ciudad de México por un padecimiento de cáncer.
El arzobispo había acudido a la capital del país en busca de alternativas para tratarse. “Al llegar a México no pude atender esto de mi cáncer porque llegué con unos dolores tremendos en mi cuerpo que a los dos días me llevaron al hospital, era algo inesperado, tuvieron que operarme, de un absceso y justamente permanecí unos 9 días hospitalizado”, indicó.
Dijo haber estado “en peligro de muerte inmediato” y que los médicos que lo atendieron “coincidieron en que la situación fue extremamente grave”. Finalmente, “Dios me concedió la salud y ahora me ha dado la oportunidad de iniciar este tratamiento que yo fui buscando a la Ciudad de México”.
De su enfermedad refirió que se trata de “un cáncer maligno” que derivó de “la cercanía y el contacto con el asbesto (grupo de minerales fibrosos)”.
El día de ayer, Moreno Barrón regresó a Tijuana y participó en el Primer Congreso Diocesano de Laicos, celebrado en el Seminario Menor y al que según expuso, acudieron alrededor de 2 mil personas.
Como parte de esa actividad, luego de haber sido recibido por los asistentes al Congreso y de haberles compartido “una pequeña reflexión”, el arzobispo celebró misa, según comentó.
“De manera que ese fue el reencuentro con mi diócesis y ahora siendo domingo no voy a dejar de venir aquí a mi catedral, catedral en construcción de Nuestra Señora de Guadalupe para dar gracias”, expuso el prelado.
Previo a la celebración de la Santa Misa de este domingo, Moreno Barrón, quien oficiaría en conjunto con el obispo emérito Salvador Rangel Mendoza de Chilpancingo-Chilapa, Guerrero, afirmó que durante su ausencia no estuvo desconectado de las actividades pastorales de la arquidiócesis.
“A través de los medios digitales traté de dar seguimiento a mis deberes, aquí en Tijuana tengo sacerdotes, gentes, laicos, religiosas, colaboradores muy fieles, muy capaces y gracias a ellos no se ha detenido el ritmo pastoral, entonces ahora cuando yo esté aquí estaré retomando de manera presencial en lo que pueda sin descuidar mi salud”, expuso.
De la capital del estado dijo tener “colaboradores extraordinarios allá que van adelante siempre”. Opinó que “un obispo ahí presente impulsará esta hermosa y gran diócesis de Mexicali, que es parte de esta provincia eclesiástica de la Baja California”.
Informó que desde el 1 de noviembre se emprendió una nueva etapa en el proceso de construcción de la catedral metropolitana. “Todo va de acuerdo en el tiempo como estaba proyectado”. De la fecha de conclusión de la obra detalló: “No podemos decirlo porque depende de los recursos que podamos ir haciendo llegar y al mismo tiempo es una obra muy extensa”. Reveló que, entre otras medidas, aún se debe instalar el piso de lo que va a ser el atrio interior y que a un costado de éste se encontrará el bautisterio y al otro la capilla abierta al Santísimo. (Eduardo Andrade Uribe)