Cuestionan en su dramaturgia el actor y videoblogger Alan Estrada y el escritor y productor Salvador Suárez, el compromiso eterno de las relaciones de pareja, la colección de momentos y las emociones que produce el amor, en la obra musical “Siete veces adiós”, con más de 100 representaciones en México.
Los actores Paulette Hernández y Pierre Louis arribarán a Baja California para presentarla los días 19 y 20 de abril en Tijuana (CECUT) y el 22 en Mexicali (Teatro del Estado).
“Es un intermedio entre lo musical y el teatro, que funciona desde los músicos, actores, managers y los directores que tuvieron un gran ojo para juntar a personas tan increíbles con un texto muy honesto, que aprende a situaciones por el que toda persona ha pasado, como el amor, el cual se mezcla con las letras de la música. El resultado es que ya llevamos año y medio con esta representación”, expuso a ZETA Paulette Hernández.
Con Jannette Chao, Vince Miranda y Alan Estrada en la parte musical, “Siete veces adiós” plantea un diálogo coloquial mezclado con recursos narratúrgicos que comprometen a la historia a sobrellevar los cuestionamientos de la vida y el amor.
“La obra nos ha enseñado mucho, desde cerrar ciclos, aprender a soltar, encontrarse con uno mismo; una representación que te toca y transforma. Los pensamientos y emociones se ven proyectados en el escenario, y eso nos ha llevado a completar más de cien representaciones, con un texto que es profundo y personajes complejos, lo cual también es un reto como actriz y una exploración”, agregó la intérprete de “Cuna de lobos” (2019), quien se integró a la obra como “Ella” en julio de 2022 para el estreno de su segunda temporada.
Como un homenaje a las expresiones artísticas del amor, la travesía que encabezan ambos personajes los lleva a contemplar las relaciones en pleno Siglo XXI, acompañados por música y letras.
“Una historia llena de momentos, con el amor como eje central de las emociones que nos llevan a evolucionar gracias a sus momentos no gratos y buenos. En eso reflexiona la obra, la trascendencia más allá de las relaciones y su universalidad”, indicó Hernández, para quien “el teatro se ha movido y también las historias contadas en él, se ha vuelto un arte muy complejo, y llevar una obra que dure tantas temporadas se vuelve cada vez más difícil. Es un aprendizaje que me llevó a profundizar en su historia”. Respecto a la diversificación actoral y su evolución, “obviamente ha cambiado, ahora es muy hiperrealista y me encanta, porque te acerca a un mundo más contemporáneo; uno siempre trata de ser lo más verosímil, y en ese sentido nos toca llevar un personaje más allá de una interpretación, meternos en su mundo y reflejarlo, aprender a jugar con los lenguajes. Hay que tener un chip emocional estable para saber cambiar de personajes entre cada proyecto”, finalizó la actriz de 32 años.