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martes, febrero 20, 2024
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Gobierno de Mexicali: pifia tras pifia

Dibujar en un debate presupuestal, celebrar aplastando botes de cerveza, intentar prohibir narcocorridos, permitir corrupción “en abonos chiquitos” y proponer a un cuasi cuarentón en IMJUVEM, son algunas ocurrencias de Norma Bustamante

Un día sí y otro también, la alcaldesa Norma Alicia Bustamante Martínez se mete en problemas innecesarios, pero en algunas ocasiones termina siendo involuntariamente chistoso -y preocupante- el manejo de la administración.


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Un diálogo de una serie infantil que se ha vuelto famoso en redes sociales podría describir toda la administración municipal, pues el gobierno resulta “Gracioso. Pero no gracioso de risa; gracioso de raro”, pues ha focalizado la agenda pública en temas prosaicos, y aun así, termina en problemas… o incluso, en el ridículo.

La más reciente puntada se dio a conocer en la última “mañanera” realizada el 11 de abril, donde Bustamante Martínez anunció que habría cambios en diversas direcciones, una de ellas, el Instituto Municipal de la Juventud de Mexicali (IMJUVEM), nombrando a un asesor suyo que ya se considera un artista alineado a la 4T.

Gustavo Siono fue anunciado por Norma Bustamante para dirigir el IMJUVEM, pero resulta que este “joven”, quien es integrante del grupo local Califunkers, tiene 37 años de edad. Es decir, no creo que tenga ya tanto colágeno en su organismo como para ser considerado parte de este grupo etario, después de todo, de acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas, se considera a una persona joven cuando está entre los 15 y 24 años de edad.


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Mientras el Gobierno de México considera “joven” a todo aquel que se encuentre entre 12 y 29 años, además de que la Ley de Juventudes -en su Artículo 91- establece que el director debe tener 29 años el día de su nombramiento, por lo que estaría imposibilitado para ostentar el puesto, aun así, Siono fue presumido en la “mañanera” del gobierno de Mexicali.

A esta pifia se suma que, en días pasados, el Ayuntamiento de Mexicali llegó a un acuerdo reparatorio con Jesús Enrique Gutiérrez Díaz, ex funcionario de la Dirección Desarrollo Social (hoy Bienestar Social), acusado de desviar 3 millones de pesos de las cuentas municipales a particulares y posteriormente “perder” el dinero.

El caso se originó días después de que Marina del Pilar Ávila Olmeda asumiera como alcaldesa de Mexicali, en octubre de 2019, y desde ese entonces se llevó a cabo un proceso judicial.

Pues resulta que Bustamante Martínez anunció que se había llegado a un acuerdo para que se devolviera el dinero en “abonos chiquitos”, pues se distribuyó la “deuda” en 36 mensualidades, evitando así que el imputado pise la cárcel.

Octavio Sandoval López, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), hizo una ecuación básica y explicó en una conferencia de prensa para aclarar que los 3 millones de pesos no tenían el mismo valor en 2019 y 2023; y que haciendo un análisis en inflación y tasas de interés, se debieron cobrar 1.8 millones de pesos más.

El esquema planteado por el gobierno municipal termina por oficializar la corrupción, pues prácticamente se le dio un financiamiento de pago sin intereses, el cual Gutiérrez pudo usar el dinero a su antojo -incluso invertirlo y generar aún más dinero- y después devolverlo sin consecuencia alguna, con todas las facilidades.

A esto se puede sumar una serie de pifias cometidas desde diciembre de 2021, cuando la alcaldesa Bustamante fue captada por un servidor dibujando rostros femeninos en una hoja de papel, durante la sesión de Cabildo de Mexicali, donde se revisaban los detalles finos del Presupuesto de Egresos. 

Pero no ha sido lo único, pues en épocas recientes se metió en un problema al hacer un evento público en las instalaciones del FEX, para aplastar alrededor de 80 mil cervezas caducas que tenían resguardadas desde la administración de Marina del Pilar.

O cuando emprendió una intensa campaña para prohibir los narcocorridos, pues -según ella- hacen apología del delito. Lo único que nunca se entendió es que el origen de su preocupación se dio porque un cantante de música urbana llamado Santa Fe Klan, fumó marihuana y bebió tequila en el escenario. Sí bien esto puede considerarse inapropiado, nadie entendió cómo pasó de cuestionar conductas de un rapero, a prohibir la música norteña que habla sobre el narco.

Que alguien ayude a la alcaldesa, porque los problemas de Mexicali son demasiado grandes como para que se enfoque en banalidades… y aun así le salgan mal.

Autor(a)

Eduardo Villa
Eduardo Villa
Periodista desde 2011 y corresponsal en Mexicali del Semanario Zeta. Participante del Border Hub del International Center for Journalists y coautor del libro “Periodismo de Investigación en el ámbito local: transparencia, Acceso a la Información y Libertad de Expresión”
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