El capo jalisciense Raúl Flores Hernández, alias “El Tío”, de 70 años de edad, se declaró culpable, el 8 de marzo de 2023, en Estados Unidos, de un cargo de conspiración para distribuir cinco kilogramos o más de cocaína, sabiendo y con la intención de importarla desde México a dicho país.
Según un comunicado del Departamento de Justicia de EE.UU., está programado para ser sentenciado el 14 de junio de 2023 y enfrenta una pena máxima de cadena perpetua. Sin embargo, un juez de un tribunal de distrito federal determinará cualquier sentencia contra “El Tío”, después de considerar las pautas de sentencia estadounidenses y otros factores legales.
Según documentos judiciales, citados por el Gobierno estadounidense, desde la década de 1980 hasta el 2017, “El Tío” dirigió una organización narcotraficante con sede en Jalisco, misma que traficaba cocaína de Sudamérica a México, para su posterior importación a Estados Unidos.
“Aprovechó sus conexiones comerciales para coordinar el transporte de cantidades sustanciales de cocaína desde Colombia, Perú y Bolivia a puertos en México, desde donde se transportaban por tierra hacia y a través de la frontera con Estados Unidos”, agregó el Departamento de Justicia de EE.UU.
Según el comunicado, el anuncio lo hicieron, en conjunto, el Fiscal General Adjunto, Kenneth A. Polite, Jr. de la División Criminal del Departamento de Justicia; así como el Fiscal Federal Randy Grossman, del Distrito Sur de California.
Además de Anne Milgram, directora de la Administración de Control de Drogas (DEA); y el director asistente, Luis Quesada, de la División de Investigación Criminal del Buró Federal de Investigaciones (FBI), ambas instituciones por sus siglas en inglés..
Asimismo, el Departamento de Justicia de EE.UU., señaló que el Grupo de Trabajo contra el Crimen Organizado y el Control de Drogas (OCDETF, por sus siglas en inglés), apoyó las investigaciones en dicho caso. Además de que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de San Diego, “brindó asistencia sustancial”.
Las divisiones de campo de la DEA en Los Ángeles y San Diego, la oficina de campo del FBI en Washington y la oficina de campo de HSI en San Diego estaban investigando el caso, señaló el mismo comunicado del Gobierno estadounidense.
“La jefa adjunta interina Katharine Wagner y la abogada litigante Melanie Alsworth de la Sección de Narcóticos y Drogas Peligrosas de la División Criminal y el fiscal federal adjunto Kyle Martin para el Distrito Sur de California están procesando el caso. La Oficina de Asuntos Internacionales del Departamento de Justicia brindó una asistencia significativa”, agregó el comunicado.
El Departamento de Justicia de EE.UU. agradeció a las autoridades mexicanas “por su ayuda para asegurar el arresto y la extradición” de Flores Hernández, que, el 7 de febrero de 2021, fue entregado por elementos de la a Fiscalía General de la República (FGR) a EE.UU., país donde la Corte Federal del Distrito de Columbia, en Washington, D.C., pretendía procesarlo por los delitos de asociación delictuosa y delitos contra la salud.
Según un comunicado de la FGR, la entrega de “El Tío” se hizo en el Aeropuerto Internacional de Toluca, en el Estado de México, a agentes estadounidenses que lo trasladaron a Washington D.C. Ello, luego de que el Gobierno de México concediera la extradición de Flores Hernández a su homólogo estadounidense.
El Gobierno de Estados Unidos acusa a “El Tío” de ser responsable de negociar y traficar grandes cantidades de cocaína para los cárteles Jalisco Nueva Generación (CJNG), al de Sinaloa, al de los Beltrán Leyva y al del Milenio, desde 1980 a 2017.
Asimismo, “El Tío” fue señalado por la Oficina de Control de Bienes de Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés), del Departamento del Tesoro de EE.UU., por usar al futbolista Rafael Márquez Álvarez y al cantante Julión Álvarez Montelongo -mejor conocido como “Julión”-, así como a 19 personas más y a 42 empresas, como prestanombres o testaferros, para lavar dinero del narcotráfico.
En total, la OFAC designó, el 9 de agosto de 2017, a Flores Hernández, más 21 de sus presuntos asociados criminales, así como a 42 empresas y otras entidades afiliadas a la presunta organización criminal, bajo la designación de Narcotraficantes Especialmente Designados (Kingpin Act, en inglés).
Como resultado de dicha acción, se congelaron todos los activos de las personas y entidades designadas que estaban bajo la jurisdicción de Estados Unidos o estaban bajo el control de personas de EE.UU.. Además de que se les cancelaron sus visas para entrar a territorio estadounidense.
Según un comunicado emitido por la Oficina de la Fiscal del Distrito Sur de California, Alana W. Robinson, la designación de Flores Hernández en el listado de la OFACE, fue el resultado de una investigación sobre narcotráfico, número 17CR680-JAH, iniciada el 17 de marzo de 2017, y devuelta sin sellar por la Corte, el 20 de julio de ese mismo año.
En la “extensa” investigación sobre la organización de Flores Hernández, participaron de forma conjunta a la Administración Antidrogas estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés); por la oficina del Departamento de Seguridad Interior (DHS, por sus siglas en inglés) en San Diego, y por la oficina de la DEA en Guadalajara.
En ese entonces, la OFAC señaló que Flores Hernández había “traficado cantidades significativas de drogas, principalmente cocaína, a Estados Unidos y ha estado involucrado en estas actividades desde fines de los años 70”.
“La OFAC destacó la relación de colaboración de Flores Hernández con el Cártel de Sinaloa y el Cártel de Jalisco Nueva Generación [CJNG], lo que ha llevado a Flores Hernández a acumular una gran riqueza que ha invertido en una extensa red de negocios, ubicada principalmente en Guadalajara, Jalisco, México”, señaló, por su parte, el Departamento del Tesoro estadounidense.
En octubre de 2020, Flores Hernández había detenido su extradición a Estados Unidos, tras conseguir la suspensión provisional en un recurso de amparo que promovió bajo el argumento de que ya había expirado el plazo para ser entregado a los agentes estadounidenses.
“El Tío” fue detenido el 20 de julio de 2017, por personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), de la ahora extinta Procuraduría General de la República (PGR), en Zapopan, Jalisco, y fue trasladado el 10 de agosto de ese mismo año, al Centro Federal de Readaptación Social (CEFERESO) No. 1, El Altiplano, ubicado en Villa de Almoloya de Juárez, Estado de México.
Antes, en 2013 Flores Hernández ingresó al CEFERESO número 4 del Noroeste, “El Rincón”, ubicado en el municipio de Tepic, en Nayarit, por su probable responsabilidad en los delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita. Sin embargo, obtuvo su libertad en 2015.
“El Tío” nació el 3 de octubre de 1952, en Jalisco, y era señalado como el presunto líder de la organización criminal “Los Flores”, la cual funciona desde la década de los 80 del Siglo pasado, en Guadalajara y en la Ciudad de México.
El grupo delictivo incluye a varios miembros de la familia Flores Hernández y asociados de confianza, quienes realizan actividades de tráfico de drogas, lavado de dinero y prestanombres, desde hace más de 30 años, según señalaron las autoridades estadounidenses en 2017.
Según altos funcionarios estadounidenses, Flores Hernández era el “gran capo que menos conocemos”, y las relaciones del presunto narcotraficante con proveedores de droga en Sudamérica, además de su habilidad para limpiar el dinero ilícito, lo habían hecho un valioso activo para organizaciones delictivas, que, a pesar de ser rivales, habían mantenido buenas relaciones con él.