Tras monitoreos y recorridos de supervisión en la bahía de La Paz, La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) confirmó la suspensión de actividades en el Refugio del Tiburón Ballena, al encontrar únicamente dos ejemplares en la zona, por lo que según lo establecido en el plan de manejo, se deben evitar servicios de turismo náutico como el nado y el avistamiento de la especie.
El Plan de Manejo de las autoridades federales recalca que en caso de encontrarse 5 ejemplares o menos de tiburón ballena en la denominada Zona I, la CONANP está obligada a suspender actividades de aprovechamiento no extractivo hasta nuevo aviso.
Con base en este reglamento, la CONANP notificó a prestadores de servicios de turismo náutico que a partir del 3 de febrero no se puede ingresar con embarcaciones en el Área de Refugio.
Quienes se dedican a esta actividad turística señalan que se trata de un hecho inusual: aunque no se ha confirmado el motivo de la baja presencia de ejemplares, presumen que se debe a la disminución de temperaturas y el alto oleaje en la bahía.
Sin embargo, es necesario que las autoridades ambientales, así como investigadores y especialistas, determinen con exactitud la causa de este fenómeno para confirmarlo ante la opinión pública.
En este contexto, prestadores de servicios comentan que ya reportan pérdidas económicas considerables por la suspensión de actividades debido a que tuvieron que cancelar reservaciones y tours que ya estaban programados.
De acuerdo con prestadores de servicios, el nado y avistamiento con el tiburón ballena tiene un precio de mil 200 pesos aproximadamente, desde inicios de mes se vieron obligados a ofrecer otros servicios, como viajes a la isla Espíritu Santo; sin embargo, miles de turistas viajan en este periodo del año a La Paz exclusivamente para encontrarse con el pez más grande del mundo.
Dependiendo del número de embarcaciones de cada empresa, estiman que las pérdidas económicas podrían alcanzar hasta el millón de pesos.
Por otra parte, aseguran haber encontrado alrededor de 80 ejemplares cerca de San Juan de la Costa a 54 kilómetros de la bahía de La Paz; sin embargo, no están dentro de un área permitida para desarrollar actividades turísticas con la especie.
Desde finales de 2022 denunciaron que se toparon con negligencias de las autoridades de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) que retrasaron el arranque de la temporada de avistamiento.
Aunque cada año se da un banderazo en octubre, en esta ocasión por la falta de permisos se iniciaron actividades hasta casi finales de noviembre.
Se trata de un nicho de aprovechamiento que se lleva a cabo durante seis meses y deja una derrama económica de alrededor de 60 millones de pesos.
Según datos de la asociación Empresas Hoteleras y Turísticas (Emprhotur), al año llegan a La Paz más de un millón de turistas; el 41 por ciento de ellos realiza alguna actividad en la naturaleza, es decir, alrededor de 400 mil.
Por otro lado, el Comité Representante de Permisionarios Turísticos del Tiburón Ballena señaló que en las próximas semanas continuarán con recorridos de censo.
“La suspensión de actividades de observación y nado con tiburón ballena, se prolongará hasta que en los recorridos de censo sean contados más de 6 tiburones ballena durante tres días, o llegue el término de temporada el 30 de abril 2023”, reiteró el Comité.
Reconocieron el descenso de especímenes y lo atribuyeron a la disminución de la temperatura superficial del agua que en diciembre mantuvo una media de 20.2 grados centígrados, mientras que en febrero bajó casi tres grados.
Dentro de las primeras pesquisas que llevaron a cabo, en zonas de mayor profundidad del Refugio detectaron parches de marea roja. Infieren que esto es un indicador de cambio en la composición del plancton, por ello cabe la posibilidad que no haya concentración suficiente de los componentes del zooplancton, que son predilectos para la alimentación del tiburón ballena.