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viernes, febrero 16, 2024
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“Poesía es lenguaje que se mira a sí mismo”: Elisa Díaz Castelo

“La escritura también es una conversación”, expresó a ZETA la autora de “El reino de lo no lineal”, poemario con el que ganó el Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes 2020

La muerte y la vida, lo cotidiano y la intimidad -o lo personal como mujer que cuestiona la sociedad tradicional-, merodean en el poemario “El reino de lo no lineal” de la poeta mexicana Elisa Díaz Castelo (Ciudad de México, 6 de octubre de 1986), con el que ganó el Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes 2020.


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“Se trata de un texto original, unitario, coherente, con buen manejo del verso y emotivo; asimismo, a lo largo del texto destaca el humor relacionado con el tema central que es la vida y la muerte”, de acuerdo con el Jurado del Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes 2020, que estuvo integrado por Lucía Rivadeneyra, Balam Rodrigo y Eduardo Casar, mismo que decidió por unanimidad.

“Sin duda, este Premio ha sido un parteaguas porque creo que ha permitido que mis poemas lleguen a muchas más personas, y por eso siempre voy a estar agradecida; sin embargo, en lugar de sentir que sea como un honor, siento que es más para mí un incentivo para seguir escribiendo”, expresó a ZETA la joven poeta que también compartió algunos detalles de su laureada obra.

ENTRE “LÁZAROS”


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El inframundo y la resurrección como una suerte de celebración de la vida, permean en “El reino de lo no lineal”. De hecho, Díaz Castelo reconoció como “Lázaros” los poemas alusivos al renacimiento tras merodear por el inframundo:

“Empecé a escribir este libro en 2015, se me ocurrió a partir de un poema de Lázaro, el personaje bíblico, y pensé que sería muy interesante un coro de ‘Lázaros’ inspirados en testimonios de personas que estuvieron clínicamente muertas y volvieron a la vida; entonces, ahí empecé a escribirlo, en 2015”, expresó a ZETA Elisa Díaz Castelo, que en 2016 obtuvo el premio de la revista Poetry International y en 2018 ganó el XV Premio Nacional de Poesía Alonso Vidal por “Principia”.

A propósito del origen de “El reino de lo no lineal”, la autora reconoció su relación con la muerte:

“Creo que de inicio hubo una experiencia germen que tuvo que ver con estar muy cerca de morir, estar en peligro directo de muerte; pero curiosamente no escribí sobre esa experiencia, en cambio escribí todas esas experiencias un poco imaginarias; pero sí, en efecto proviene de una experiencia que tuve hace muchos años, donde estuve cerca de morir”.

Hablar de la muerte supone también discurrir sobre la vida. ¿Podrías hablarnos de la dualidad vida-muerte?

“Cuando ya tenía la primera versión de este libro pensé que giraba demasiado en torno a la muerte, pensaba que eso podía ser un poco extraño, y entonces escribí los fragmentos de vida. Más adelante los lectores me han dicho que encuentran también vida en el acto mismo de escribir. Incluso, aquellos poemas que giran en torno a la muerte, que están atravesados por la preocupación por la muerte, también son vitales en el sentido de que existen, de que hubo una energía vital que quiso escribirlos y verter esas ideas en lenguaje”.

Al ir y venir por la vida y la muerte, pareciera que algunos poemas provienen de los sueños…

“No directamente, pero a mí me interesa mucho la vida onírica y el absurdo, me interesa la lógica alternativa que sigue la poesía, que se distingue de la lógica tradicional que estudiamos en la escuela y que, de hecho, me parece que está más emparentada con la vida onírica y con los sueños. Entonces, sí, en este libro hay elementos muy grandes de lo absurdo, y creo que estoy ahí un poco canalizando la vida onírica”.

“LA ESCRITURA TAMBIÉN ES UNA CONVERSACIÓN”

Por “El reino de lo no lineal” pululan diversos autores como Francisco de Quevedo, Paul Celan, Calderón de la Barca, Sharon Olds, Anne Carson, Rosario Castellanos, Emily Dickinson, por citar algunos. A propósito del diálogo con diversos autores -a través de la escritura- que reconoce como sus influencias, la autora argumentó a ZETA:

“Creo que muchas veces la escritura pareciera depender de un mito de lo original, de la originalidad, cuando en realidad todo el tiempo estamos rescribiendo, dialogando con otras voces; si fuéramos totalmente originales, nadie nos entendería, porque hablaríamos un idioma ajeno por completo. Entonces, en este libro me interesaba también traer a primer plano las influencias literarias que tenemos, como los diálogos que siempre estamos realizando con aquellos autores a quienes leemos; justo por eso hay bastantes citas, epígrafes. La idea es postular que la escritura también es una conversación, no un soliloquio, sino una conversación”.

Foto: Cortesía

Entonces reconoció a Anne Carson y Sharon Olds, que la guiaron a ese viaje por el inframundo:

“En este libro, en los epígrafes menciono por ejemplo a Paul Celan, Anne Carson y Sharon Olds, que son mis ‘Virgilios’ de la segunda parte que es una idea del inframundo, ellas son las que me guiaron a esa visita al inframundo; y en la primera parte hay muchas citas en los fragmentos de vida, menciono las citas y luego menciono el nombre, pero la idea es que sigan siendo del poema, que no queden afuera como un epígrafe, sino que se integren a la carne textual discursiva del poema”.

“POESÍA ES LENGUAJE QUE SE MIRA A SÍ MISMO”

La primera persona del singular persiste en “El reino de lo no lineal”: “Me sucedió de niña. Ahora soy años después. La muerte ha crecido conmigo. En mis huesos se expande con su médula de humo. La tengo zurcida al envés de mi vestido. Ya que morí de niña, no sé tomarme el pulso ni mirar mi soslayo en el espejo”.

¿Quién habla en tu poesía?

“Creo que en la poesía suele interpretarse que quien habla es necesariamente el o la poeta, como si hubiera una unión casi implícita entre la voz lírica y el individuo que escribe; pero en muchos de estos poemas yo quería poner un poco en tela de juicio esa noción y pensar que también pueden hablar personajes en los poemas, un poco como en la tradición del monólogo dramático que está muy presente en la literatura inglesa durante la época victoriana, pero que luego también llegó a la literatura hispánica y a Latinoamérica con autores como Borges, Rosario Castellanos o Gilberto Owen.

“Entonces, en algunos de estos poemas más bien hablan personajes que inventé; en otros, como en los fragmentos de vida, la idea es que no haya una identidad concreta que esté enunciándolos, sino que sea una recopilación de saberes populares, de dichos, de letras de canciones y de citas. En la parte de Orfelia (segunda parte del libro, titulada ‘Ida’), a pesar de que es un personaje Orfelia, es un desdoblamiento de mi propia identidad y es la parte más íntima del libro, donde realmente es mucho más cercano a mi vida, a lo que he experimentado”.

Finalmente, a Elisa Díaz Castelo se le cuestionó qué es poesía, y no dudó al compartir su aproximación:

“Me gusta decir que poesía es lenguaje que se mira a sí mismo en el espejo, como lenguaje que es consciente de serlo y que deja de ser transparente para volverse opaco, no sólo para señalar aquellas cosas que nombras, sino para también detenerse en el sonido y en la materia que es el lenguaje”.

Autor(a)

Enrique Mendoza
Enrique Mendoza
Estudió Comunicación en UABC Campus Tijuana. Premio Estatal de Literatura 2022-2023 en Baja California en la categoría de Periodismo Cultural. Autor del libro “Poetas de frontera. Anécdotas y otros diálogos con poetas tijuanenses nacidos en las décadas de 1940 y 1950”. Periodista cultural en Semanario ZETA de 2004 a la fecha.
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