La alcaldesa de Mexicali, Norma Bustamante, inicia segundo año de gestión sin un solo proyecto o plan, y un círculo que la aísla de los problemas de la administración pública
Nadie podría asegurar que la alcaldesa de Mexicali, Norma Alicia Bustamante, tiene intenciones negativas o corruptas como jefa comunal, puesto que su nombre no ha sido señalado directamente en ningún acto de abuso, tráfico de influencias o en algo que la vuelva un perfil deleznable dentro de Morena; tampoco ha signado contratos cuestionables con empresas de dudosa procedencia.
Esto no quiere decir que su actuación durante este primer año haya sido destacada. Por el contrario, la administración de Norma Alicia Bustamante no sólo ha sido gris, sino omisa en las problemáticas severas, ha solapado la corrupción de sus funcionarios -como en el caso del FEX- y permitido que varias personas gobiernen por encima de ella, desde sus hijos, su equipo cercano, hasta la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda. Todos meten mano en el gobierno morenista de la ex conductora de Canal 66.
No sólo eso. Varios integrantes de la administración sostienen un franco enfrentamiento que complica el desarrollo de una administración que -en teoría- debería ser tersa, ya que todos emanan del mismo partido.
El síndico Héctor Israel Ceseña continúa sus ataques en contra del director de la Policía Municipal, Pedro Ariel Mendívil; los regidores que tienen mayor liderazgo dentro de Morena, como Suhey Rocha Corrales y José Ramón López Hernández, han tenido varios episodios tensos y de jaloneos, debido a la defensa de sus intereses de grupo; algunos directivos responden más a Francisco Pérez Tejada, ex alcalde de Mexicali, que a la propia presidenta municipal; y finalmente, todos se “cuadran” ante el llamado de atención de la gobernadora.
No conforme con ello, Bustamante no tiene un plan o proyecto que pretenda dejar como sello de su administración. De hecho, durante su primer año presumió que su principal resultado fue elegir un buen equipo de trabajo, lo que confirmó que no tiene nada que presumir en su naciente gestión. No hay obras de infraestructura vial ni de fomento al deporte; no existe una promoción intensa de la cultura -su fuerte-; no hay un manejo diferente de las finanzas ni una inversión destacada en beneficio de la seguridad pública. El Cabildo no sesiona ni atiende temas trascendentes, su única presunción ha sido pagar la deuda de Issstecali, lo cual sólo beneficia a las finanzas de su jefa, Marina del Pilar Ávila Olmeda.
Norma Alicia Bustamante puede no tener malas intenciones, pero ha dirigido la administración como si contara los días para su conclusión. Pese a ello, disfruta que le endulcen el oído con una posible reelección, espacio que tendría ganado y podría frustrar las intenciones de sus rivales: el diputado Manuel Guerrero Luna y el secretario de Bienestar, Netzahualcóyotl “8000” Jáuregui Santillán, cuyo nombre ha sido barajado como candidato natural por su cercanía con la gobernadora y el enorme recurso que recibe para la entrega de apoyos sociales.
REFILÓN
¡Aguas! con el diputado Víctor Hugo Navarro -encargado de la Comisión de Administración del Congreso del Estado-, pues ha manejado en total oscurantismo los recursos del Poder Legislativo. Su Comisión no sólo sesiona muy poco, sino que cada vez que lo hace, “olvida” hacer transmisiones en vivo, lo que es una franca violación a la Ley, pues están obligados a transmitir y dejar plasmado todo su actuar en las comisiones.
El “Loco” Navarro lleva tres años ocultando el manejo de recursos del Congreso, realizando ampliaciones y transferencias presupuestales, manejando el dinero a su antojo y ocultando la evidencia. Nada de eso es saludable, pero tiene muy buenos cómplices en el resto de los diputados de la Comisión… prácticamente todos de la 4T.
