Polo Polo apagó su comicidad. El grande del humor y maestro de la comedia dejó de respirar a los 78 años, partiendo de este plano rodeado de su núcleo familiar.
Ante la pérdida de quien en vida llevara por nombre Leopoldo Roberto García Peláez Benítez, la picardía mexicana está de luto. El “Rey de los Centros Nocturnos” contaría su última anécdota el lunes 23 de enero de 2023.
Oriundo de Guanajuato, el actor y comediante reconocido por sus siempre pintorescas referencias sexuales cargadas de albures, doble sentido y lenguaje explícito popular, emprendió el difícil acto de hacer reír a la edad adulta, descubriendo su vocación humorística encallada en rutinas de anecdotarios personales que lo convirtieron en el primer standupero mexicano.
En su haber, cintas como “Investigador privado… muy privado”, “Sólo para adúlteros”, “Los relajados”, “Duro y parejo en la casita del pecado” y “La lechería de Zacarías” quedan para la herencia audiovisual latinoameriana, parte de una época del cine mexicano que lo hicieron divertir y divertirse.
“A mí lo que me gusta es que a la gente le guste y lo disfrute; cuando se hace con cariño y ganas, la gente llega y te dice ‘Híjole, cómo me divertí’, y con eso estoy satisfecho”, reconocería a ZETA Polo Polo, quien, sin pena ni miedo a la censura, se consolidó como uno los comediantes más reconocidos de México. Demencia vascular fue una de las causas que mermaron su salud, ya que un accidente cerebrovascular irrumpió el flujo sanguíneo a su cerebro, por lo que desde hace casi siete años se despidió de los escenarios, dejando un legado en la comedia nacional. Descanse en Paz.