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martes, octubre 1, 2024
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Persisten apagones en Tijuana

Tras la lluvia registrada  el lunes 16 de enero en Tijuana, con la que el suministro de energía eléctrica colapsó en distintos puntos de la ciudad, se siguieron presentando cortes a pesar de que el mal tiempo había menguado.

Según refirieron ciudadanos afectados, las precipitaciones no necesariamente son un factor para que en Tijuana se vaya la luz de manera recurrente.

Si bien la Comisión Federal de Electricidad (CFE) informó que “los efectos del frente frío número 24” conllevaron “afectaciones al suministro”, residentes de distintas circunscripciones acusan que la falta de mantenimiento a postes, cables y demás equipo también ocasiona apagones.

Posterior a la tempestad, que se extendió hasta el martes 17 en Playas de Tijuana, lo mismo que en las colonias Buena Vista, Del Río Parte baja y Cacho, se suscitaron cortes en distintas fechas, de acuerdo con usuarios del servicio.

En Playas y la colonia Del Río Parte baja, la luz ya se había ido, justo en el período en que tuvo lugar la tormenta. De modo que la falla en el servicio se volvió a padecer en esas demarcaciones.

Gabriela Guinea, residente de Playas, refirió que “a veces cuando llueve se va la luz” en su domicilio, en tanto que, otras ocasiones, igualmente se va. “Es ahí donde no entendemos qué está pasando, por qué se está yendo la luz si ni siquiera está lloviendo”, señaló.

Situación semejante sobrevino el 21 de enero; un corte que para la usuaria no tuvo explicación, al igual que otras interrupciones acontecidas en la vivienda: “Esto lo hemos experimentado en la casa y no te pudiera yo relacionar con ningún suceso, que te dijera ‘es que vi que se cayó un poste’, que cortaron alambres o se rompió un transformador, no; no me doy ni cuenta qué fue lo que pasó y de repente la luz se ha ido”.

Manifestó que el problema acaso obedezca a una “falta de mantenimiento en los cables”.

Con motivo de las construcciones que suelen llevarse a cabo en la delegación, constantemente transitan camiones de carga, lo que a su modo de ver, repercute en el cableado: “Todos los cables están llenos de tierra y la tierra es conductora, entonces con cualquier cosita” falla el servicio.

Otro habitante de la propiedad afirmó que el aislante que lleva el cableado no se limpia, lo que redunda en fugas de energía.

“De noche a veces se ven los aisladores chispando ahí, quiere decir, la corriente se está fugando al polvo de tierra que está encima y, si llega a la tierra, es una fuga de energía y eso causa problemas con los transformadores, que fallan más rápido y luego se va la luz”, describió.

Ambos entrevistados indicaron que, aunado a los problemas de suministro, en Playas padecen deficiencias atribuibles a la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana. “El agua se va todo el tiempo, se va dos y tres días y luego, otra vez, se vuelve a ir, y luego, otra vez”, reclamó Gabriela.

“Yo pienso que las dos cosas, tanto el agua como la luz, tienen que ver por la falta de recursos, los cables son viejos, luego en ocasiones ponen cables de aluminio (en lugar de los de cobre)”, opinó.

Otra usuaria radicada en Playas afirmó que en el fraccionamiento que lleva el mismo nombre, “aunque no haya lluvia” ha habido “problemas con el suministro de energía”. Adjudicó que “la capacidad de carga que tiene” el desarrollo “ya no da” para quienes actualmente viven ahí, amén de que “no están dando mantenimiento” al equipo con el que se ofrece el servicio.

En la colonia Del Río parte baja se suscitó un apagón más el 22 de enero, fecha en que no llovió ni corrió mucho aire. A decir de una usuaria, la falla ocurrió por la tarde y se extendió hasta la mañana del lunes 23. En esa demarcación “a todos” se les había ido la luz días atrás, en el curso de la tormenta. La residente consultada sostuvo que a ella le restablecieron el servicio “hasta el miércoles 18 a las 12 pm”.

Criticó que “cuando supuestamente” el restablecimiento estaba “al 99%”, varios de sus vecinos seguían sin luz.

El 17 de enero, la CFE informó que a las 12:00 del día el suministro eléctrico había quedado restablecido “a la normalidad” para “la totalidad de los usuarios afectados en el estado de Baja California (municipios de Tijuana y Tecate)”. Posterior a ello habría personal de la Comisión “en el área afectada haciendo reparaciones definitivas y atendiendo nuevos reportes que se pudieran presentar”.

La Comisión detalló que por el fenómeno natural, 102 mil 818 usuarios resultaron afectados, lo que representa “casi el 7%” de la clientela con que cuenta la empresa pública en BC.

Sobre los motivos de que el suministro se haya vuelto a interrumpir, días después de suscitarse la tormenta, la usuaria consultada comentó: “Como por mi casa los cables quedan colgando y algunos postes están ya casi para caerse, creo hacen falso contacto y eso provoca los cortes”. Aseveró que en otra época, en su casa se le reportaba a la CFE cualquier falla, “pero no venían a ver y por eso ya no lo hacemos”.

Andrés Sandoval, residente de la colonia Buena Vista, denunció un corte de luz en su domicilio después de las precipitaciones. En la cuadra donde se erige su vivienda, sobre Avenida de los Ángeles, entre calles Santa Martha y Santa Margarita, el año pasado hubo apagones frecuentes de hasta 15 horas y sólo en una semana el suministro se interrumpió en cuatro ocasiones.

El jueves 19, en un radio que al menos abarcó de la calle Durango al Bulevar Cuauhtémoc Norte, en la colonia Cacho, colapsó el servicio de electricidad alrededor del mediodía. A esa altura o por ese tramo, sobre el Bulevar Agua Caliente, los semáforos lucían apagados.

De acuerdo con un usuario de nombre Manuel y cuyo domicilio se ubica en Calle Guanajuato, el apagón se extendió por espacio de dos horas. Según se informó, la falla sobrevino en razón de que “tronó un transformador”.

Reprobó el servicio proveído por la CFE y atribuyó que la institución tiene su propia infraestructura “en el deterioro”, al igual que la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana, tratándose del sistema de agua potable y drenaje.

LÍNEAS DE DISTRIBUCIÓN RECIBEN MANTENIMIENTO: COMISIÓN

A consulta expresa de ZETA, una fuente de la CFE refirió que en zonas como Playas de Tijuana las interrupciones de energía suelen darse cuando el viento desprende palmas o ramas de diversas plantas, y esas hojas o ramificaciones van a dar a las líneas conductoras de energía.

Para podar las palmeras o los árboles que no se encuentran en predios particulares, la CFE cuenta con un programa cuya aplicación procede de manera regular. El entrevistado advirtió que el personal de la institución no tiene “obligación” de ingresar a propiedad privada a emprender labores de poda y, ante la posibilidad de brindar tal apoyo, “muchas veces los propietarios se niegan”.

Aclaró que no necesariamente los apagones ocurren por tales desprendimientos: “Pueden volar anuncios, espectaculares, sobre líneas, puede haber choques (automovilísticos) y todo suma a esas interrupciones, no es una situación específica (de Playas); en todas partes hay interrupciones por ene número de situaciones”.

Por último, negó que el equipo y la infraestructura de la CFE presenten deterioro: “Acabamos de llevar un programa de mejora y mantenimiento a nuestras líneas de distribución, y es un plan que se sigue anualmente”.

BOMBEROS NOTIFICA SOBRE AVERÍAS EN EQUIPO E INFRAESTRUCTURA

Colonia Pórticos del Lago

Para la atención a reportes que tienen que ver con daños al equipo o infraestructura de energía eléctrica, el Departamento de Bomberos toma parte en la atención de la contingencia. Sin embargo, los elementos están impedidos de hacer cortes de luz o tocar los cables, a efecto de proceder con reparaciones.

Para prestar apoyo en tales casos, una vez recibida la llamada de auxilio en el Centro de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo (C4) “se despacha una unidad” al lugar del incidente. Una vez ahí, personal de la institución “notifica por radio frecuencia la necesidad de la intervención de la compañía CFE”, dio cuenta el área de comunicación de la Dirección de Bomberos, a solicitud expresa.

Finalmente “el despachador del C4 se comunica con el contacto de la Compañía para canalizar el servicio”.

IMPLICACIONES DOMÉSTICAS

A consecuencia de los apagones, usuarios afectados padecen desde la descomposición de alimentos o medicamentos, la descompostura de aparatos, hasta la interrupción plena de sus actividades cotidianas.

Andrés Sandoval, residente de la colonia Buena Vista, lamentó que en razón de los cortes que se han llegado a extender por 15 horas en su vivienda, los medicamentos que requiere un familiar suyo -los cuales deben mantenerse refrigerados-, corren riesgo de alterarse.

Guadalupe Garnica, residente de Pórticos del Lago, donde se fue la luz el 24 de diciembre, así como los días 29, 30, 31 del mismo mes y el 1 de enero, expuso a ZETA que a algunos de sus vecinos “se les echó a perder su comida y a unos hasta su medicamento”.

Agregó que desde ese fraccionamiento se reportaron los cortes en distintas ocasiones y, con todo y que personal de la CFE acudía en atención al reporte, el problema persistía. Sólo con la intervención del diputado de Morena, Sergio Moctezuma Martínez López, a quien decidieron recurrir, la Comisión atendió a fondo la situación.

En tal caso, el legislador hizo la petición correspondiente al superintendente de Distribución de la CFE en Tijuana, Luis Enrique Torres, y de esa manera se procedió con la reparación de “varios transformadores” que habían explotado.

Finalmente, Gabriela Guinea reveló que en su caso no se le ha averiado aparato alguno con motivo de los apagones en Playas de Tijuana, pero de cualquier manera sus actividades cotidianas se paralizan, por hacer uso recurrente de artefactos que requieren electricidad.

“Tengo todos mis aparatos eléctricos, entonces se va la luz y no tengo computadora, no tengo el teléfono de la computadora, no tengo el refrigerador, no tengo la estufa, me quedo sin poder hacer nada, básicamente”, remató.  

Autor(a)

Eduardo Andrade Uribe
Eduardo Andrade Uribe
Licenciado en Comunicación por la Universidad Iberoamericana Ciudad de México; con certificado de terminación de la maestría en Cultura Escrita otorgado por el Centro de Estudios Sor Juana. Activo en semanario ZETA dese 2005.
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