Hoy no abandonen a sus ancianos
y mucho menos en Nochebuena.
Porque la vida corre, va y vuela:
Nos arrebata a quien amamos.
A darle todos sus apapachos
a ese gran hombre que dio su vida.
Hoy que ya viejo va de salida,
solo hay un pago: son los abrazos
los que sanaron toda la herida.
Muerte, estoy listo para tus brazos.
Alberto Torres Barragán.
Tijuana, B.C