Los hechos violentos en Tijuana no se detienen. En la segunda semana de diciembre al menos cuatro establecimientos de distintos giros comerciales fueron incendiados por criminales.
Tanto la Fiscalía General del Estado (FGE), así como la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana Municipal (SSPCM) han descartado que se trate de casos de extorsión por parte de grupos del crimen organizado en su modalidad de “cobro de piso”.
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El 5 de diciembre, alrededor de las 10 de la noche, dos hombres ingresaron al “D&A Dance Studio”, ubicado en la Plaza Punta Prima, cuando aún se encontraban estudiantes de la academia concluyendo un ensayo, le prendieron fuego al inmueble con bombas molotov y un bidón de gasolina.
Los criminales llegaron a bordo de una camioneta blanca y se estacionaron sobre la avenida Alba Roja, descendieron del vehículo e ingresaron a la escuela de baile, rompiendo el vidrio de la puerta principal del lugar; el golpe alertó a las personas que se encontraban al interior e intentaron salir por una ventana, lesionándose al romperse ésta.
Al romper la ventana para poder salir, dos de los instructores tuvieron heridas en los brazos, producidas por los vidrios. Ambos fueron trasladados a instalaciones del Hospital General.
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De acuerdo con testimonios de los propietarios y vecinos al estudio de danza, no había ninguna amenaza, ni contra el local incendiado, ni contra la plaza Punta Prima o alguno de los otros locales en su interior.
Conforme al peritaje realizado por la Dirección de Bomberos Tijuana, se pudo confirmar que se utilizó gasolina para provocar el incendio que prácticamente consumió todo el interior del local.
Por su parte, la FGE aseguró que aún no han podido definir el móvil del ataque; sin embargo, están trabajando en la identificación de los atacantes, conforme a los videos de vigilancia de las cámaras de seguridad, tanto de la plaza como de los comercios y calles aledañas al lugar de los hechos.
Ese mismo modo de operar se repitió en tres comercios más de la ciudad. La siguiente víctima de incendio fue un comercio de pollos asados llamado “Los Gallitos”. La madrugada del 8 de diciembre reportaron que dicho local, ubicado en el bulevar Cuauhtémoc Sur, de la colonia La Gloria, se estaba incendiando.
El fuego alcanzó el comercio aledaño de nombre “Clamatos La Gloria”, el cual ya había sido incendiado con anterioridad, de acuerdo con el dueño del establecimiento; igualmente descartó haber sido amenazado o extorsionado, por lo que las autoridades descartan que se trate de cobro de piso.
Esa misma noche, un taller de carrocería ubicado sobre el mismo bulevar Cuauhtémoc, pero en la parte Norte, sobre la calle Comisión Federal de Electricidad, en Zona Río, también fue incendiado, con gasolina, provocando la pérdida total de seis vehículos; de nuevo los dueños descartaron haber sufrido amenazas o extorsiones anteriormente.
Los daños provocados con el incendio del local de pollos asados en el local de los “Clamatos La Gloria” fueron menores; sin embargo, dos días después, casi a la misma hora, se reportó el incendio del local, el cual fue atendido por la Dirección de Bomberos Tijuana, logrando sofocar el fuego.
De acuerdo con la investigación, ambos incendios fueron provocados; los criminales utilizaron gasolina para prender fuego a los comercios. Sin embargo, las autoridades aseguran que, con base en entrevistas a propietarios y vecinos, no hay indicios que indiquen “cobro de piso” o algún problema con empleados o personas ajenas al establecimiento.
De acuerdo con el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana Municipal, José Fernando Sánchez González, el área de inteligencia y los agentes que acudieron a los siniestros aseguran que no había amenazas, por lo que también descartan que se trate de extorsiones; mientras que la alcaldesa Montserrat Caballero aseguró que se trata de “hechos aislados”.
Lo que sí confirmó Fernando Sánchez es que sí han atendido al menos seis denuncias de negocios de ciudadanos por “cobro de piso”, siendo estos restaurantes y puestos ambulantes en distintos puntos de la ciudad. Agregó que en esas intervenciones lograron detener a los criminales, quienes entregaban las amenazas en un papelito, incluso algunos eran menores.
