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jueves, noviembre 21, 2024
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Hostigamiento, transas y excesos en Cenfocap

(Lo que era la Academia de Policía)

Funcionarios de primer nivel que sostienen relaciones sentimentales con cadetes del Centro de Formación y Capacitación Policial (Cenfocap) de Baja California, venta de productos alimenticios y golosinas a los cadetes, hostigamiento sexual, hostigamiento laboral y otras irregularidades, es de lo que dan cuenta servidores públicos e internos de lo que fue la Academia de Policía.

El Centro está en la facultad de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana que encabeza el General Gilberto Landeros Gudiño, a su vez, colaborador directo de la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda.

Por la delicadeza y la gravedad de las denuncias, de las cuales se cuenta con audios, escritos y capturas de pantalla, se omiten los nombres de las cadetes que sostienen relaciones con sus superiores jerárquicos, o de quienes, con documentos, exhiben las irregularidades, transas y corrupción al interior del Cenfocap.

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Foto: Patricia Tamayo/Pedro Cruz Camarena

De hecho, tanto personal que ha sido hostigado, incluso algunos despedidos fuera de procedimiento legal y de manera injustificada, así como cadetes, han redactado escritos sobre las atrocidades que se viven dentro de la que fue la Academia de Policía. Documentos que por lo menos han sido entregados tanto a la oficina de la secretaria de Honestidad y Función Pública, Rosina del Villar, quien por cierto, comentó que no era la primera ocasión que recibía ese tipo de quejas; y también en la oficina del secretario de Seguridad, el General Landeros.

Sin embargo, ni en las secretarías de Honestidad y Seguridad, han encarado el tema del hostigamiento y las transas en el Cenfocap que se han documentado desde octubre de 2021, malas prácticas que persisten a la fecha, explicaron los denunciantes.

No es tan difícil pensar que las irregularidades y conductas hostigadoras subsistan en el Centro. Finalmente se trata de una dependencia alejada de toda la estructura de gobierno, en una zona casi inhóspita en los límites de Tecate con Tijuana, sin supervisión, a la cual en rara ocasión acude el secretario Landeros, y por supuesto, menos acude la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda.

Tanto el director, Pedro Cruz Camarena, como el subdirector, Ramón García, han erigido su feudo en instalaciones gubernamentales, hacen y deshacen a su antojo con arbitrariedad, impunidad y en total opacidad.

Una de las cadetes relata en un texto: “Puedo decir que el subdirector Ramón García, mantiene y hasta la fecha desconozco si continúa en una relación con una cadete de CENFOCAP, la cual ella misma decía que andaba con él, viéndose en el instituto y de igual manera afuera, lo cual mencionaba que se miraban para tener relaciones sexuales, asimismo ella decía que la llenaba de chupetones lo cual nos causaba más vergüenza a nosotros que a ella. Siempre nos mencionaba cosas que todavía nosotros no teníamos conocimiento, y a los días el subdirector lo mencionaba, por lo que podíamos corroborar que sí era verdad que él le decía las cosas a ella antes que a nadie”.

Otra de las servidoras públicas hizo constar que una compañera le platicó, cómo en una ocasión, al acudir a informarle al director Cruz Camarena de un abuso laboral, éste le pidió un abrazo; sorprendida, se lo dio, sin embargo, refirió que el funcionario le solicitó otro abrazo, más profundo “para transmitirte mi energía”.

Respecto al director del Cenfocap, el también ex secretario de Seguridad Pública de Tijuana, Pedro Cruz Camarena, servidores públicos relatan -incluso quienes se encargan del acceso al Centro, de la oficina principal y de las áreas aledañas- que es frecuente que, a través de su secretaria, detenga las labores de la oficina y pida a los empleados abandonar el lugar cada que lo visita (y está registrado así) Carolina Hernández.

Foto: Cortesía

Otra irregularidad denunciada y de conocimiento no sólo de la Secretaría de Honestidad o de la Secretaría de Seguridad, sino por otros funcionarios y ex funcionarios, es que a la llegada de Cruz Camarena fueron eliminadas tres máquinas expendedoras de alimentos que estaban instaladas en la academia para que los cadetes pudieran adquirir refrescos, botanas, galletas, entre otros productos. A partir de ese momento, cada jueves, por orden del director, se realiza una venta de comestibles “tanichi”.

Sobre el hecho revelan en el escrito entregado a las autoridades:

“… de la venta de golosinas a cadetes todos los jueves, la C. María Celia López es la encargada de las compras y ventas, y las personas que trabajan en el CENFOCAP dejan de hacer sus funciones para trabajar en la venta de golosinas a los cadetes, siendo las personas Edgar Díaz, Marco Antonio Villalobos, con horario de 14:30 a 17:00. Pero antes de la venta los jueves se la pasan comprando y haciendo pedidos de pan, pizzas y golosinas, y que el dinero recabado es entregado al director, dejando una cantidad mínima para volver a surtir para el siguiente jueves”.

Los servidores públicos calculan que, en esas dos horas y media, la ganancia para Pedro Cruz Camarena es de 7 mil pesos. En ocasiones les ha proporcionado 5 mil pesos para la adquisición de los comestibles, y ha solicitado que su inversión -los 5mil pesos- le sean reembolsados, más el 80 por ciento de las ganancias. De la venta hay fotografías, videos y audios de las transacciones, así como hojas que determinan los precios de esos productos.

De hecho, ante el éxito de la venta de comestibles a los cadetes, el director quiso replicar la irregularidad en la Preparatoria Militarizada, por cierto construida y proyectada presupuestalmente para proveer educación, esparcimiento, entrenamiento, capacitación y alimentos de manera gratuita para los usuarios. Pero Cruz Camarena insistió (también hay gráficas) en realizar la venta a los jóvenes preparatorianos.

En uno de los textos explican cómo una funcionaria de la Preparatoria Militarizada de Natura, fue cambiada de adscripción al Cenfocap, porque “el director Pedro Cruz Camarena quería poner un tanichi en la preparatoria, que él pondría el capital y que ella (junto con otra persona) lo atenderían, para que le reportaran las ganancias, así como lo está haciendo en el CENFOCAP, y al negarse a ello, la cambiaron”.

Foto: Cortesía

También en los escritos, quedó asentado que a Pedro Cruz Camarena le fue cuestionada su actitud para con el abuso de poder de ciertos funcionarios, especialmente qué medidas habría tomado con “el subdirector Ramón García, ya que él tuvo una relación íntima con una cadete del grupo 67ª del sistema penitenciario (apellidos), que se acaban de retirar del instituto el día 19 de noviembre de 2022 para continuar su formación en centros penitenciarios, también, sobre qué medidas han tomado por los rumores de que el instructor Carlomagno Serega Elguea tiene una relación con una cadete, ya que el propio instructor dijo que había hablado este tema con el director Pedro Cruz Camarena y con el Subdirector Ramón García”.

Los funcionarios, encabezados por Pedro Cruz Camarena, son señalados de faltar a la institución, acoso laboral, faltas a las normas, reglas y a la dignidad de las personas, haciendo hincapié en el acoso sexual dentro de las instalaciones donde ellos tienen la máxima jerarquía sobre empleados, especialmente sobre los cadetes.

Sólo falta que Secretaría de Honestidad, Secretaría de Seguridad y particularmente la gobernadora Marina del Pilar Ávila, cuya narrativa se centra en la defensa y dignidad de las mujeres y la cero tolerancia a la corrupción, decidan entrarle al tema del hostigamiento, transas y excesos en el Cenfocap. Aunque no estaría mal que también acudiera Derechos Humanos…

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Autor(a)

Adela Navarro Bello
Adela Navarro Bello
Directora general del semanario ZETA, Consejero de Artículo 19 y del CPJ para las Américas, entre otros reconocimientos, tiene el Maria Moors Cabot 2021 de la Universidad de Columbia.
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