Sobre todo en invierno, cuando amanece tarde y el sol se oculta temprano… no es la vida más corta, sino los días.
Sorprende que los jóvenes, diría Aristóteles en su Ética a Nicomaco, sean receptivos a la filosofía o al pensamiento; y sí que lo son, dice Josué, joven artista. Me gustó esa frase: “No es corto el tiempo que se nos da, sino que nosotros lo acortamos, desperdiciándolo en los vicios”. Es de Séneca, un pensador español contemporáneo de san Pablo, aunque ni al caso ni se conocieron el año 60 de la era Cristiana. La Editorial de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) sigue publicando las obras de los clásicos romanos o griegos como Séneca, Cicerón, Aristóteles. Nuestro maestro de letras clásicas, Bernabé Navarro, traductor de los transterrados como José Gaos y Eduardo Nicol, tradujo, entre otras, la mejor biografía de Aristóteles de Ingemar During; unas 800 páginas del alemán al español, y la UNAM lo publicó.
El de Brevitate Vita de Séneca seguro lo maduró el cordobés durante toda su vida, y uno puede saborearlo en dos horas o menos. No tiene que ver nada con la religión, sino con la madurez de las costumbres de un hombre iluminado como Sócrates que afirmaba que le hablaba un Daimón (un ángel de la guarda). Y vaya que sí, tanto que es comparado a Jesús, que muere por la verdad; el griego prefiere morir envenenado que mentir sobre la falsedad de la teocracia helénica que mantiene enajenada la democracia con la “adoración de las estatuas” a los dioses. En nuestra época los ricos y políticos ladrones son convertidos en mesías.
Hace algunos años falleció en Mexicali uno de los más grandes pensadores y escritores mexicanos; recién recibió el reconocimiento Príncipe de Asturias de lo mejor de México a las letras mundiales: Daniel Sada. Mexicalense radicado en la Ciudad de México, sus obras están fundamentadas en sus estudios de Letras Clásicas (UNAM), y en su relación con muchos premios nobeles y reconocidos escritores, como Saramago, Krauze, Paz y muchos más.
Uno podría pasar en la Iglesia como sospechoso de leer a escritores como Paz, o el mismo Sada. Lo cual le sucedió -diría el padre Pedro Gasparotto- a Santo Tomás de Aquino por proponer la filosofía aristotélica como base del pensamiento cristiano. Y sí, estuvo retirado de predicar y escribir, bajo sospecha; hasta que el Buey mudo, como le decían de bullying en el siglo XIII, habló (Tomás de Aquino). La filosofía aristotélico-tomista es hasta hoy la carta fuerte del catolicismo.
El reto no es tanto leer, sino digerir y vivir ese pensamiento, por ejemplo, tomista. En charla con el dominico Miguel Concha Malo, la cuestión era qué relevancia tendría Santo Tomás en la época actual, a lo que el dominico explicó que todo lo relativo a los derechos humanos en la actualidad , están fundamentados en la filosofía aristotélico tomista, que tiene una gran incidencia en todo el mundo: tanto que la misma Comisión Nacional de Derechos Humanos, llegó a publicar una historia del tema en el que sobresale la persona de muchos frailes dominicos y personajes como fray Bartolomé de las Casas (dominico), y Don Vasco de Quiroga; incansable promotor indígena en la región don Vasco que abarca Michoacán, Jalisco y Guanajuato.
Dios nos conceda sin neurosis aprovechar la vida, que no es corta, sino que nosotros la acortamos con nuestras limitaciones.
Germán Orozco Mora reside en Mexicali.
Correo: saeta87@gmail.com