El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró, el 4 de noviembre de 2022, que hubo una rebelión en el interior de la Fiscalía General de la República (FGR), para intentar evitar la detención de Jesús Murillo Karam, por el caso Ayotzinapa.
Durante su conferencia de prensa matutina, el político tabasqueño aseguró que Alejandro Gertz Manero, titular de la FGR, fue cuidadoso de que se judicializaran los casos que se incluían en el informe de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa (COVAJ) -presidida por Alejandro de Jesús Encinas Rodríguez, titular de la Subsecretaría de Derechos Humanos, Población y Migración, de la Secretaría de Gobernación (SEGOB)-, y que no se alertara a los implicados.
“Y todo el aparato que estaba y muchos infiltrados no se dieron cuenta o cuando se dieron cuenta ya era demasiado tarde que se habían solicitado las órdenes de aprehensión de las personas que aparecían en el informe. Cuando se enteran, aún cuando ellos llevaban los casos, se negaron a firmar, hubo una rebelión, eso fue lo que sucedió y sin embargo se fue hacia adelante”, señaló el mandatario nacional.
“Ninguno [de los presunytos implicados se fugó], porque faltan órdenes de aprehensión, acaban de detener a dos más, ellos tenían órdenes de tiempo atrás y sigue la solicitud a Israel para la extradición de [Tomás] Zerón [de Lucio]”, agregó el titular del Poder Ejecutivo Federal.
Asimismo, el presidente respaldó el trabajo de Encinas Nájera, luego de que los expertos del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) señalaron que algunas de las pruebas del informe no se podían sustentar. Además, comentó que ese tipo de acusaciones no son nuevas y que siempre se han enfrentado a ese tipo de mafias, pero reiteró que no se detendrá la investigación.