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martes, abril 23, 2024
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El desastre de Manuel Guerrero

El ex siervo de Bonilla causa un desastre dentro del Sindicato de Burócratas: pese a que mantiene su cargo como diputado, quiere imponer y manejar al próximo líder sindical

El todavía líder sindical Manuel Guerrero Luna, está desbordado y cegado por el poder; no le importa por encima de quién pase, siempre y cuando logre perpetuarse al frente de la burocracia. Al principio pretendía hacerlo directamente, pero al no tener éxito, optó por un sucesor para que siga sus “proyectos”, que hasta este momento sólo han sido tirarse al sueldo para los designios de la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda, a costa de lo que sea.


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El ex siervo de Jaime Bonilla Valdez, quien sólo le es fiel al poder en turno, no cree en nadie y, en una asamblea sindical que llevó a cabo el 30 de octubre a las afueras del edificio del Poder Ejecutivo de Mexicali, hizo y deshizo con los estatutos y el propio gremio sindical.

Uno de los puntos más importantes, es que le retiró la bendición a su cercano amigo Ricardo Flores, quien iba dirigido a suceder a su actual jefe. Sin embargo, aparentes rencillas personales que se sumaron al intento de imposición de algunos puestos de poder dentro de su equipo, provocaron una severa ruptura que motivó a Guerrero Luna a buscar un nuevo perfil, el cual encontró en una abogada del Ayuntamiento de Mexicali de nombre Luisa López, la cual tuvo un “inesperado” destape.

Manuel le levantó la mano a López y avisó a sus cercanos para que desistieran el apoyo a Ricardo Flores, a quien incluso respaldó durante sus aspiraciones a conformar el Consejo Político de Morena.


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Más allá del tema estatutario, Guerrero ha buscado revocar a todo aquel aspirante a líder sindical que no esté de acuerdo con él, como el caso de Selene Cota, quien ha mantenido una crítica campaña hacia el periodo de Guerrero, y a quien ha intentado remover de todas las formas posibles.

Las tropelías de Guerrero, con las que busca perpetuarse en el poder, tienen la misma característica que las bravuconadas que su ex patrón -político y sindical- Jaime Bonilla Valdez, puesto que busca imponer a quien le sea a modo, al grado de remover a una persona cercana y con la elección al próximo líder sindical muy próxima.

No le ha bastado con basificar directamente a su hija, pese a que hay un escalafón que no respeta; también ha “regalado” bases por doquier, al grado que en algunas dependencias como en la Dirección de Servicios Públicos, se han suscitado manifestaciones por las inesperadas bases regaladas a personas que no conocían, o a hijos y familiares de cercanos a Guerrero, lo que generó un “paro” de labores que atrajo la atención de Sindicatura Municipal, la cual ya revisa alrededor de 60 plazas entregadas de manera sorpresiva.

Mientras el pequeño “Virrey” del Sindicato de Burócratas sigue imponiéndose, la efervescencia en contra de su mandato seguirá creciendo, pero no será hasta febrero de 2023 cuando se determine el futuro del gremio trabajador y si sus arrebatos o tácticas intimidatorias se imponen por encima del desacuerdo con Guerrero.


Refilón

Por cierto, quien se está tambaleando de la presidencia de la Junta de Coordinación Política, es Rocío Adame. La rosaritense ha recibido los jaloneos que se dan al interior de la bancada de Morena y se ha planteado la posibilidad de dejar sus funciones en el próximo cambio de Mesa Directiva.

Veremos si sus opositores al interior de Morena y el Congreso, logran su cometido y la tumban del cargo.

Autor(a)

Eduardo Villa
Eduardo Villa
Periodista desde 2011 y corresponsal en Mexicali del Semanario Zeta. Participante del Border Hub del International Center for Journalists y coautor del libro “Periodismo de Investigación en el ámbito local: transparencia, Acceso a la Información y Libertad de Expresión”
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