Los horticultores de Playas de Rosarito y del sureste de Tijuana confían que la demanda de flor de cempasúchil aumentará en 30% este próximo dos de noviembre día de muertos, comparado con el celebrado en 2021. Los campos fértiles están listos para cortar las flores este miércoles 26 de octubre, considerando que la vida de cada flor cortada es de diez días bajo los cuidados y temperaturas básicos.
“En pandemia no se pudo vender mucho, solo sembramos lo que teníamos garantizado y seguimos alimentos pero el año pasado hubo demanda de último momento y confiamos que este año pasará lo mismo ya que se puede ir a los panteones y ha pasado lo peor de la pandemia”, comentó Jorge Luis Hinojo, uno de los trabajadores que lleva desde 2015 sembrado, cosechando y vendiendo el cempasúchil.
En 2021 fueron siete mil espacios donde se sembró la flor, ahora son nueve mil donde el naranja predomina ante la demanda al mayoreo registrada en 2021 de acuerdo a los trabajadores del Rancho Los Carrizos. Lo que también ha crecido es el turismo alrededor del Día de Muertos, por lo que se adaptó un espacio para que las familias visitantes puedan comprar sus flores para decorar y completar el altar de muertos y así guiar el camino de regreso a sus seres queridos que trascendieron, como dicta la tradición prehispánica.
“La mayoría se va a florerías de Tijuana, de Mexicali y Rosarito. Pero han llegado familias que vienen por la foto y es una forma de mantener la tradición viva. Nos gusta cómo ha crecido esto desde que empezamos a trabajar la flor”, explicó Hinojo.
En Los Carrizos, en Mictlán y el Rancho Casián en el Boulevard 2000 ya hay filas de visitantes para comprar la flor de cempasúchil y camiones de escuelas que quieren conocer la historia de la tradición mexicana. En los tres espacios agrícolas se combina la venta de flor de cempasúchil y de calabazas, una forma en la que converge el otoño, con el día de muertos y el Halloween.
En los Carrizos, la flor cubre más de media hectárea a dos kilómetros de la playa. Desde agosto se sembró y se cuidó mediante el riesgo con goteo para llegar a la última semana de octubre para ser cortada y llegar a los altares de las familias mexicanas en Baja California y el Sur de California.