No resultaría extraño, y quizá ni fuera de lugar, que los hijos del Presidente de la República recibieran un trato especial, dado al cargo que ostenta su padre hasta 2024. Sin embargo, Andrés Manuel López Obrador ha navegado con la bandera de la austeridad durante toda su carrera política que culmina con la Silla del Águila.
Esa cantada austeridad la hizo extensiva a su familia. Ha presumido no vivir con lujos, ostentar sólo lo necesario y, de hecho, ha realizado innumerables llamados a que la sociedad viva en la medianía, sin excentricidades ni lujos. Pero resulta que la familia del Presidente goza de privilegios como ha sucedido con anteriores mandatarios nacionales. Los López, los López Beltrán y López Gutiérrez, llevan una vida como la que en su momento tuvieron los hijos de los ex mandatarios Enrique Peña Nieto o Felipe Calderón Hinojosa, por mencionar a los dos anteriores y de los que AMLO intenta diferenciarse, ahora se sabe, sólo en el discurso.
Más allá de la vida de lujos -evidenciada periodísticamente- que lleva José Ramón López Beltrán en Houston, Texas, donde solía residir en una millonaria mansión propiedad de quien fuera un alto ejecutivo de la industria petrolera, consignada en la historia de la Casa Gris, también goza de privilegios en México.
Los cuatro hijos del Ejecutivo federal cuentan con servicios especializados y atención particular. Los López Beltrán, los tres hijos mayores de Andrés Manuel López Obrador, y López Gutiérrez, el menor de los vástagos del mandatario nacional, gozan de privilegios.
Aun cuando dos de ellos, José Ramón y Gonzalo Alonso López Beltrán, residen en Estados Unidos, el mayor “trabajando” en una compañía de abogados propiedad de los hijos del empresario Daniel Chávez Morán, asesor honorario del Presidente de la República; y el menor, Gonzalo Alonso, lo hace en la estructura corporativa del equipo de beisbol Gigantes de San Francisco. Cuando están en el país gozan, igual que sus otros dos hermanos, Andrés Manuel López Beltrán y Jesús Ernesto López Gutiérrez, de privilegios que están alejados de la cantada austeridad.
Por ejemplo, cuentan con el servicio de Ayudantía Militar (lo que antes era el Estado Mayor Presidencial), protección con personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y atención especializada en el Hospital Médico Central Militar, incluso en su “domicilio particular”.
En los archivos de la Sedena hackeados por el grupo de hacktivistas autodenominado Guacamaya, ha quedado evidenciada la vida de privilegios que llevan los López Beltrán y López Gutiérrez.
Son custodiados por siete elementos del Ejército Mexicano que los acompañan en viajes nacionales y al extranjero, todo con cargo al erario.
Por ejemplo, se refiere en documentos oficiales que el 24 de octubre de 2021, Jesús Ernesto fue internado en la sala de hospitalización de funcionarios del Hospital Central Militar por neumonitis por inhalación de humo, y que en una gira del 18 al 21 de agosto de 2022 por Sonora, acompañando a su padre, durante tres días se le trasladó en dos vehículos, custodiado por siete oficiales del Ejército Mexicano dotados de seis armas cortas y una larga. La misma Sedena proveyó los boletos de avión del equipo de seguridad del menor de los hijos del Presidente, así como alimentos y material médico.
Un mes antes, en julio de 2022, personal médico del Hospital Central Militar acudió a Palacio Nacional para suministrarle la segunda dosis de la vacuna anti COVID del laboratorio Pfizer/BionTech, de manera particular y a domicilio.
En el mismo mes, la Defensa Nacional reportó que personal médico del Hospital Central Militar acudió “al domicilio particular” de Jesús Ernesto, o sea, Palacio Nacional, para realizarle una revisión de cuidados post operatorios. El 3 de abril de 2020 le habían prescrito una dieta especial, tratamiento que incluyó un entrenador personal para el muchacho.
Del 23 al 29 de noviembre de 2020, dos hijos del Presidente, José Ramón López Beltrán y Jesús Ernesto López Gutiérrez, viajaron a Houston, Texas. El menor fue trasladado y custodiado con cargo al erario, por personal militar. Ya había trascendido la vida de lujo de López Beltrán en Houston, también circularía un video del joven Jesús Ernesto bailando al pie de la alberca de la lujosa mansión. Ahora el adolescente reside en Londres. No hay que olvidarlo.
Cuando están en Ciudad de México, los hijos de López Obrador son trasladados en dos vehículos civiles propiedad de la Sedena y custodiados por entre cinco y siete oficiales del Ejército Mexicano.
Pero bueno, son los privilegios de ser hijos del Presidente, como sucedió en el pasado y sucede ahora, a pesar del cacareado estilo de vida austero que presume el mandatario nacional… sólo en palabra.