Algo pasa en el Ayuntamiento de Mexicali que está descuidando las Fiestas del Sol; su oferta en general es pobre y parece estar controlado por un grupo de personas que buscan solo su beneficio personal.
Si bien la gente asiste en buena cantidad, parece hacerlo más por tradición que entusiasmada por lo que va a descubrir. La diversión se centra en la actitud de las familias y muy poco es proporcionada por la variedad de actividades ofertadas. He recibido diferentes tipos de comentarios, pero en general la respuesta es similar: no hay nada nuevo, todo es igual. Da la impresión que las autoridades y su patronato decidieron no superar expectativas, sino dejarlas como kermes de iglesia, donde año con año se encuentra lo mismo.
Mexicali es una ciudad que en los últimos años ha evolucionado impresionantemente en temas como oferta gastronómica y restaurantera; la industria de la cerveza artesanal se ha posicionado como un referente, además de conciertos de artistas importantes, entre otras actividades. Este relevante desarrollo turístico y empresarial no solo ha sido en Mexicali sino en toda la región; en general ha crecido la diversidad en Tijuana y Ensenada.
Por lo anterior llama la atención que la oferta musical de las Fiestas del Sol sea tan mediocre -con todo respeto a los cantantes y grupos- según lo que se anunció semanas atrás. Lejos quedaron aquellos años que en el tradicional Palenque se presentaban artistas de todo tipo, desde grupos de rock, pop, sin dejar de lado a los representantes de la música regional (banda, gruperos) o ranchera. Hace tan poco tiempo era muy esperada la difusión de la “cartelera musical” del Palenque; era tal su calidad que había que escoger que artista presenciar. Recuerdo llegar desvelado a las actividades laborales porque determinado grupo se presentaba entre semana. Se perdió esa emoción; como se dice coloquialmente, “ni a quién irle”.
También para aquellos que no podían asistir al Palenque estaba la opción de la llamada “Isla de las Estrellas”, donde por el precio de la misma entrada a las Fiestas del Sol se podía presenciar a cantantes de gran calidad sin la necesidad de pagar extra. Inclusive el día de la clausura alguien de renombre acudía para cerrar con broche de oro la edición de ese determinado año.
Hemos leído que varios artistas han cancelado sus presentaciones; me atrevo a especular que no es por culpa de ellos, sino debido a la escasez de venta de boletos que impide siquiera recuperar a los organizadores la inversión. Una pena, pero a la gente no se le puede engañar con “espejitos”. La fórmula es muy sencilla: las familias acudirán donde encuentren calidad y diversión. Hay varios ejemplos donde los ciudadanos están dispuestos a “sacrificar su bolsillo” por un espectáculo de verdadero nivel.
Ojalá y las Fiestas del Sol mejoren, les falta creatividad a los organizadores; esperemos no regresar a la época donde “la mujer caimán” y el “vendedor de cobijas” eran lo más atractivo.
Alejandro Caso Niebla es consultor en comunicación y políticas públicas.
@CasoAlejandro